El plazo fijo paga más, pero no alcanza: ¿por qué el BCRA no ofrece una "súper tasa" para ganarle a la inflación?
Finalmente, el martes pasado, el Banco Central dispuso la suba de 200 puntos para las tasas de los depósitos a plazo fijo de 30 días y la decisión, que está en línea con lo acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), es coherente con lo que proyectaba el mercado que pasaría. No obstante, está aún alejada de las expectativas de inflación para el año y eso genera cierto descontento entre los analistas.
"El compromiso con el Fondo es aumentar las tasas en términos reales, pero todavía no llegan a ser positivas", señala a iProfesional la economista Cecilia Bonorino, del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda. En consecuencia, no descarta que, tal como espera gran parte del mercado, si se acelera la inflación (como viene pasando), los rendimientos del depósito a plazo fijo se vuelvan a ajustar en breve.
Por su parte, el director de Inviu, Diego Martínez Burzaco, opina que "la medida va en una buena dirección, pero la sensación es que siempre van detrás de los acontecimientos (en este caso, de la inflación) porque, si la suba hubiera sido de 400 o 500 puntos básicos, habría sorprendido más positivamente al mercado". Según su visión, un paso de ese estilo podría haber generado un shock de confianza en cuanto a la demanda de pesos.
En una línea similar opina el economista y director de Analytica, Claudio Caprarulo, quien considera que la suba de tasas es "una buena decisión y sostiene el necesario camino hacia tasas de interés reales positivas", pero considera que el problema es que el nivel de inflación esperada, según las proyecciones de la consultora que integra, ya tiene un piso del 61% para diciembre.
Así, advierte que, el objetivo propuesto por el Banco Central y también acordado con el FMI se sigue alejando y no descarta que, dado que la inflación mensual en marzo va a ser más alta que en febrero, haya nuevas subas en la tasa de interés de política monetaria en breve.
Plazo fijo más rendidor: cómo se calcula respecto de la inflación
El economista Juan Pablo Albornoz, de Ecolatina, aclara que "el objetivo acordado con el FMI (tasa real positiva) puede variar según cómo se lo mida":
- Versus la inflación pasada: tasa real positiva ex ante.
- O contra la esperada: ex post.
"Con la suba anterior, la tasa se volvió ligeramente negativa ex ante, pero con este nuevo ajuste que se dio en marzo ya volvió a ser positiva porque da una Tasa Efectiva Anual (TEA) de 54,9% contra un 52,3% de inflación interanual en febrero. Sin embargo, todavía sigue por debajo de la inflación que espera el REM para 2022", detalla Albornoz.
Por su parte, en relación a este punto, el economista especialista en mercados bursátiles Christian Buteler afirma que "lo que veníamos viendo hasta ahora es que el Central iba subiendo la tasa en base a la inflación pasada y, de esa manera, la dejaba positiva o casi. Pero ahora ni siquiera hizo eso, porque la suba de este mes es baja comparada con la inflación de febrero". En esa línea, anticipa que, si hay una nueva suba en abril, va a ser más negativa aún porque la inflación parece que será superior a la del mes pasado.
Y es que, según informa Albornoz, la inflación implícita que está priceada en las letras que ajustan por CER, por ejemplo ronda el 63%, por lo que, en el mercado ya se manejan índices esperadas mucho más altos. En consecuencia, Albornoz advierte que al estar en esos niveles tan elevados la expectativa de inflación "difícilmente se pueda llegar a tener una tasa real positiva" y, por otro lado, asegura que ese nivel de alza de precios poco probablemente pueda ser combatido solamente subiendo la tasa de interés.
Depósitos: la suba de tasa sola no alcanza
Caprarulo prevé que "el impacto del alza de rendimiento del plazo fijo no va a ser muy fuerte respecto de la inflación en el corto plazo", pero advierte que, si el Gobierno logra consolidar un camino más sostenible de financiamiento del déficit y coordina expectativas, este sendero iniciado en materia de tasas puede ser parte de la solución en el mediano plazo. Entre otras cosas, porque apunta a contrarrestar la dolarización de activos.
Y, respecto de ese último punto, el economista de la Universidad de Buenos Aires Estanislao Malic considera que la política de tasas "debe acompañar la inflación de la forma en que lo está haciendo el BCRA para evitar especulaciones con la tasa activa, acompañada de herramientas como los UVA, que permiten a los ahorristas cubrirse de la suba de precios de la economía".
Plazo Fijo: por qué la suba de tasas es gradual
Bonorino coincide en que "la suba en la tasa debería aumentar la demanda de pesos y ayudar a contener un poco la del dólar", pero uno de los grandes problemas que tiene el Gobierno en este sentido es que ese tipo de decisiones tiende a encarecer el crédito.
"Tener tasas de interés reales positivas implica, de algún modo transferir de ingresos de los sectores productivos y los hogares al financiero", apunta Bonorino. Por lo que no descarta que el Gobierno esté apuntando a que las tasas suban de a poco, esperando que la inflación se desacelere en los próximos meses.
Además, está el problema del déficit cuasifiscal, que se incrementa con una tasa de política monetaria más alta. Y, en consecuencia, Albornoz advierte que el BCRA irá en buen camino con estas medidas si:
- El resto de la política económica acompaña, porque pareciera que la tasa por sí sola no alcanza para frenar la elevada inflación local.
- El Tesoro reduce el financiamiento monetario para cubrir su déficit fiscal.
"Si este último elemento no se cumple, la suba de tasas solo encarecerá el costo de la deuda del BCRA y terminará con una mayor emisión reprimida en Leliqs y pases, que es mayor inflación futura", anticipa. Porque recordemos que la tasa de política monetaria incide en los intereses que el BCRA le tiene que pagar a los bancos por los instrumentos de absorción de liquidez que emite (Leliqs, Notaliqs y pases)
En consecuencia, tal como señala Buteler, pareciera que "el Gobierno no está convencido totalmente de subir la tasa" y lo hace porque tiene que cumplir con el acuerdo que firmó con el FMI. Así, según su visión, el Central apuntaría a una aceleración transitoria de la inflación, que continuará en marzo, pero que en abril ya empezaría a descender por debajo de la de marzo y, en mayo, inferior a la de abril.
"Eso dejaría la tasa como positiva, pero lo cierto es que, por el momento, no tenemos un tipo de interés real positivo y aún es poco efectivo para los fines de la suba", afirma.