Dólar, plazo fijo común o plazo fijo UVA: claves para saber a qué inversión apostar
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A la espera de que finalmente se apruebe el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en la Cámara Alta del Congreso y en el medio de una crisis mundial por la guerra entre Rusia y Ucrania que afecta el funcionamiento de sistema financiero mundial, ahorristas e inversores se enfrentan a a un contexto de incertidumbre que dificulta la toma de decisiones sobre en qué invertir los pesos.
El Gobierno anunció recientemente una suba de tasas del plazo fijo tradicional, hace meses que se anticipó un proceso de acomodamiento del ritmo de devaluaciones diarias del dólar -que se inició de manera tibia este año-, mientas que el ritmo de inflación no se atenúa.
Todo esto se da en un marco en el que los activos internacionales muestran un alto nivel de volatilidad por el contexto global y hace que las opciones de inversión sean acotadas por estos días. Entonces, ¿cómo leer este nuevo contexto y cómo tomar las decisiones de dónde poner el dinero? "Si una persona tiene, por ejemplo, $10.000 y quiere saber cómo puede sacarles mayor jugo, lo primero que tiene que plantearse es qué alternativas de inversión tiene", señala el economista y director de CyT Asesores Económicos, Camilo Tiscornia.
Así, pensando en el nuevo escenario local, el analista plantea tres opciones distintas para el inversor que podría considerar como válidas a la hora de decidir dónde poner sus pesos:
- Apostar a tasas (plazo fijo tradicional).
- Pensar en el dólar como alternativa.
- Apuntar a que se mantendrá alta la inflación.
Plazo fijo tradicional: ¿buena alternativa de inversión?
En lo que respecta a la primera alternativa, Tiscornia señala que la opción de un plazo fijo tradicional hoy es más atractiva que antes de la última suba de tasas. "Una de las opciones es hacer un plazo fijo. Desde hace unos 10 días, la tasa es del 41,5% anual y tiene que analizar qué rendimiento mensual puede tener", dice.
Recordemos que el Banco Central elevó el rendimiento de los depósitos en pesos a plazo fijo el 18 de febrero pasado. Así, el nuevo piso de interés pasó del 39% al 41,5% anual para los plazos fijos tradicionales a 30 días de hasta $10 millones, que equivale a un rendimiento del 50,4% de tasa efectiva anual (TEA). La apuesta es que el rendimiento se posicione por encima de la inflación, la cual actualmente se ubica en torno del 50%. En enero fue de 3,9 por ciento mensual, algo por debajo de las expectativas del mercado pero en niveles que siguen siendo muy elevados.
Recordemos que la primera suba de tasas que había dispuesto esta gestión del BCRA fue el 6 de enero pasado y había fijado un interés del 39% anual (TNA) para los plazos fijos a 30 día, lo que implica una TEA del 46,8%. Casi 4 puntos mejoró la TEA en este nuevo salto de la tasa para un plazo fijo tradicional. En el mercado se sigue hablando de que se necesitarán nuevos ajustes posteriores para hacer que sean un buen negocio.
Esto se debe a que, por ejemplo, según el informe internacional de FocusEconomics de febrero, que recoleta las proyecciones sobre las principales variables argentinas, la inflación para todo este año será de 53,3% (casi 3 puntos porcentuales por arriba de la nueva TEA para los plazos fijos tradicionales). Es decir, estará unos puntos por debajo del rendimiento de un plazo fijo común. Así, por más que el nuevo rendimiento está un poco por arriba del que venían teniendo, que con un cálculo de inflación del 50% anual daba una tasa real negativa de 12 puntos porcentuales, con el nuevo ajuste, la tasa de los plazos fijos tradicionales mejora, pero aún continúa por debajo de las expectativas de suba de precios.
Cabe recordar que las últimas proyecciones del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) esperan un aumento de precios del 55% para este año. En consecuencia, para ser atractivo, el rendimiento de un plazo fijo debería acercarse, como mínimo, a ese porcentaje e, idealmente, superarlo.
Las ventajas de apostar a las tasa
Parecería que no es una opción tan tentadora a simple vista, pero Tiscornia indica que "un elemento positivo es que la tasa de interés da una garantía de rentabilidad fija mensual, que hoy es de alrededor un 3,5% mensual".
¿Cómo calcular el rendimiento? "Como un plazo fijo tradicional a 30 días tiene tasa fija anual, el ahorrista puede dividir ese porcentaje por los 12 meses (o 360 días) y, así, puede estimar qué nivel de beneficio podrá captar por mes", explica Tiscornia.
Ahora, advierte que, si el ahorrista considera que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) no se va a firmar, lo más probable es que caiga la estrategia monetaria y económica y la tasa no compensaría esa expectativa.
¿Conviene ir al dólar?
En ese caso, quizás la opción que elija la persona es ir hacia la compra de dólares. "En ese caso, entran a jugar las expectativa de aceleración del tipo de cambio a futuro. Entonces, se entra en la especulación respecto del valor que se considera que el dólar va a tener en los próximos meses", señala el economista.
Aunque no se tenga certidumbre de cuánto va a valer, se puede jugar con lo que espera que haga el BCRA con el dólar oficial en el próximo mes. En este sentido, cabe recordar que el informe internacional de FocusEconomics de febrero, prevé una devaluación esperada para todo el 2022 del 54,7%, por lo que el dólar oficial terminaría el año alrededor de los $164.
"Todo depende de en qué mercado se pueda comprar, pero si puedo acceder al solidario o a los financieros, puedo especular con la tasa de 2,5% que se viene implementando en el último mes", sostiene Tiscornia. En cambio, explica que, si compro dólar blue, las posibilidades de ganar son mucho más azarosas, al menos, en el corto plazo. Recordemos que, en el último tiempo, el blue viene calmo tras el anuncio del inicio de acuerdo con el FMI, pero en enero, cuando hubo dudas de que evolucionara positivamente esa negociación, hubo dudas al respecto.
Inflación: ¿es una alternativa viable?
Finalmente, está la opción de apostar a la inflación. Hace tiempo que el Gobierno viene intentando domar esta variable económica que tantos problemas le trae por varios motivos: influye en la evolución del dólar, daña el poder adquisitivo de los argentinos y atenta contra uno de los dinamizadores económicos por excelencia, que es el consumo.
En enero, el nivel de inflación fue del 3,9% y la expectativa para febrero, dato que se conocerá en cuestión de días, está en esos niveles también. "Más allá de lo que dice el Presupuesto, el Gobierno está estimado una tasa de inflación anual de entre el 51,9% y 52,6% y eso está en el rango corto de las proyecciones que hay hoy", señala Tiscornia.
Si bien reconoce que ese cálculo está en línea con las proyecciones en CyT, la expectativa de la mayoría de sus colegas es más elevada.
"Así, quien quiere apostar a la variable inflacionaria puede pensar en una opción sencilla, como comprar algo con los pesos si se espera que la evolución de los precios de los mismos vaya hacia una suba de un 4% en los próximos meses" porque la inflación va a seguir creciendo, me podría convenir ir y comprar anticipadamente cosas que voy a necesitar, lo que se conoce como stockeo.
Ahora, una alternativa más sofisticada es invertir en instrumentos financieros atados a la evolución de los precios de la economía, como un plazo fijo UVA o Fondos Comunes de Inversión y plazos fijo CER.
Con los datos de enero sobre la mesa y la expectativa para febrero (que se mantiene elevada), siguen siendo una inversión apetecible.
¿Invertir o no?: la confianza es un tema central
Así, mientras algunos analistas anticipan que el dólar puede avanzar unos puntos por encima de la inflación este año, debido a que viene muy atrasado de 2021, algunos consideran que puede haber una suba en la tasa de interés de los plazos fijos en los próximos meses por la exigencia de FMI y la mayoría señala que el índice de precios va a seguir alta todo el año.
"Todos está relacionado a estabilidad y expectativa. Por eso es que permanentemente se habla de la necesidad de que haya más credibilidad. La persona que ve altas probabilidades de que la economía se desplome, que significa una expectativa de que el dólar suba mucho o que la inflación sea muy alta, no apostará a un plazo fijo", resume Tiscornia.
En tanto, el que confía en que se aprobará el acuerdo con el Fondo y que el Central podrá llevar adelante una política monetaria controlada y cumplir con las pautas acordadas con el organismo internacional, al menos este año o en los próximos meses, podrá ir por un plazo fijo tradicional.