PRONÓSTICO DE ECONOMISTAS

Tras el "efecto Máximo", estas son las 4 claves que explican la fuerte volatilidad del dólar blue

El paralelo está atado a la economía y la política nacional y al frente externo. Estos elementos deben seguir de cerca quienes no le pierden pista al blue
FINANZAS - 04 de Febrero, 2022

El dólar blue es tomado como referencia del valor que debería tener la divisa en estado "puro" y, en el actual contexto de fuerte cepo cambiario, su evolución es seguida muy de cerca por el mercado. 

En  lo que va de 2022, la volatilidad fue una constante: el blue arrancó el año en $206,50 y luego de dos días comenzó a subir hasta los $208,50. En la tercera, ya se mostró totalmente desbocado, como efecto rebote de la fuerte emisión de noviembre y diciembre de 2021, entre otras razones. Tal es así, que en pocos días terminó en $219. Y no se detuvo. El 27 de enero había llegado a cotizar $222,50. Pero el anuncio de un pre-acuerdo con el FMI, le puso el freno que necesitaba el BCRA: en 24 horas, el blue cayó nada menos que $10 a los $212,50 pero la paz no duró: desde el miércoles oscila alrededor de los $216.

En consecuencia, a los largo de enero de 2022, el blue dibujó un perfecto gráfico de movimiento serrucho.

El dólar blue se movió con mucha volatilidad en los últimos días

En este contexto, analistas identifican qué elementos de la realidad económica y política están condicionando su precio.

Clave 1: las incógnitas tras el principio de acuerdo con el FMI

Sin dudas, "la" gran cuestión por estos días en el devenir nacional es la evolución que tendrá la negociación de deuda con el FMI, sobre todo, tras el anuncio que se realizó hace unos días respecto de que es inminente la firma del mismo y su presentación ante el Congreso para que sea aprobado.

El economista y director de MyR Asociados, Fabio Rodríguez, considera en diálogo con iProfesional que "este factor será el más determinante para el mercado del dólar blue". Pero, ¿por qué? Y es que asegura que esto se debe a que el cierre de un acuerdo permitirá al Gobierno dar mayor certidumbre y esquivar un escenario de desborde cambiario e inflacionario.

"Con default, hubiera sido muy probable que colapsara la demanda de pesos y presionara el mercado cambiario formal e informal", advierte. Afortunadamente esta posibilidad se descartó en los últimos días y ahora el sendero hacia el acuerdo aparece despejado.

En igual sentido apunta el economista Federico Glustein, quien considera que "una de las variables que va a signar el dólar blue es el cierre del acuerdo con el Fondo", porque señala que las reservas están sujetas a ese paso. Como son escasas, "cualquier movimiento negativo en ellas puede disparar la cotización del blue". Al avanzar en el sendero de acuerdo, se relajaría la presión sobre reservas y la necesidad de intervención en el dólar.

En los últimos días, se sumó la variable política. Ese elemento se hizo evidente con la carta de Máximo Kirchner, quien renunció a la presidencia del bloque de Diputados del Frente de Todos. Así, tal como lo señala Javier Alvaredo, cabeza de la consultora ACM, "la reaccion politica del sector k es el factor de riesgo hoy" en relación al acuerdo con el FMI. 

De hecho, la jefa del FMI, Kristalina Georgieva afirmó que el objetivo del Fondo es sacar al país del "peligroso camino de la inflación". Sin embargo, advirtió que si el Congreso rechaza el acuerdo, "la alternativa es nada"
 
Las negociaciones con el FMI están llegando a buen puerto, pero las variable política preocupa al mercado.

Clave 2: evolución de la inflación

Desde Eco Go, el economista Lucio Garay Méndez menciona la evolución de una variable que es una constante en la economía nacional: la inflación. "Los precios relativos siguen acomodándose, entre valores que se descongelan y otros que vuelven a entrar en políticas de controles", señala.

Así, anticipa que, si la inflación desacelera a un mayor ritmo, le dará margen al Banco Central para que pueda acelerar el ritmo de devaluación de tipo de cambio oficial y, con ello, dejar de atrasarlo respecto del valor real del dólar. "Una divisa menos atrasada calma las expectativas de devaluación y, con ello, puede bajar el blue", afirma al respecto. 

En la misma línea apunta el economista Leandro Marcarian cuando señala que avizora un primer trimestre muy caliente en términos de inflación y advierte que es probable que el blue se mueva al ritmo de esta variable económica porque, "al ser un mercado libre, no puede atrasarse. En ese sentido, considera que "mayor inflación implicará una suba del valor del dólar libre" y calcula que, asumiendo una inflación promedio del 3% mensual, el blue puede llegar a marzo con una apreciación del 10% respecto de comienzo de año aproximadamente.

Glustein coincide en la importancia de la variable inflacionaria para la evolución del paralelo, sobre todo en relación a cómo se dé la dinámica de este elemento con el ritmo de apreciación del dólar oficial, que el Gobierno anunció que llevará en línea con el avance del índice de precios de la economía.

Clave 3: ritmo de devaluación del peso

En este sentido, surge una nueva clave: la evolución del dólar mayorista. Y es que, tal como apunta Rodríguez, el Gobierno pretende esquivar un salto discreto del tipo de cambio yendo hacia un esquema de mayor devaluación controlada y anticipa que ello requiere mucha sintonía fina en un escenario con escasísimas reservas y baja confianza, dado que un mal manejo puede resentir la demanda de pesos y presionar el dólar paralelo.

También Marcarian plantea este punto con un elemento clave para el paralelo y asegura que, "si la aceleración del tipo de cambio oficial convalida y continúa a lo largo del trimestre, hay riesgos de que el ahorrista pequeño salga a dolarizarse antes de lo previsto poniendo presión al alza sobre el blue".

En este tren, anticipa que, "si no sucede nada raro, el blue se irá moviendo en línea con el oficial y la brecha actual se va a mantener, por lo que su cotización será aproximadamente 100% superior al oficial".

Glustein, por su parte, también ve en la progresión en la depreciación del peso respecto del dólar un factor influyente en el mercado blue. "La cotización oficial se está acelerando de a poco y hay que ver si llega a ser en línea con la inflación o sigue siendo menor", señala.

Así, considera que, teniendo en cuenta esta evolución, el dólar blue podría llegar a rondar los $250 para mitad de año.

Por último en este sentido, Vauthier señala que también será central para la evolución del valor del blue en el mercado, la capacidad de intervención en futuros que tenga el BCRA siempre que los contratos que se negocian en el Mercado a Término de Rosario (ROFEX), que es la plaza por excelencia de los futuros del dólar, sirve como termómetro para la expectativa de evolución de la moneda estadounidense y es determinante, también, en la cotización del blue, un mercado netamente especulativo respecto de los valores reales que debería tener la divisa. 

Asimismo, en línea con esta variable menciona que habrá que estar atentos a la dinámica que tenga el cepo cambiario porque, en la medida en que se tenga menores posibilidades de acceso al dólar oficial, es probable que se incentive la ida hacia el blue en ciertos sectores de la economía y de la población.

El ritmo inflacionario y cómo se complemente con la evolución del dólar oficial serán centrales.

Clave 4: movimiento de tasas

Muy ligado a la evolución de la devaluación del dólar y el ritmo de aceleración del crawling-peg del mayorista está el ajuste de las alza de tasas de interés, ya que Garay Méndez anticipa que, si la última suba queda corta, puede aumentar la búsqueda de cobertura en el dólar paralelo.

Recordemos que la suba de tasas es una medida que el Gobierno comenzó a implementar desde el 6 de enero, cuando las llevó del 38% al 40%, pero según Rodríguez esta corrección se hizo "de manera aún insuficiente" para lograr los objetivos buscados que son inducir la liquidación de exportaciones mientras se modera la demanda de los importadores y brindar retornos reales positivos al ahorrista.

Tras el anuncio del principio de acuerdo, Guzmán señaló que "habrá una reducción gradual de la asistencia del Banco central al Tesoro; en 2021 fue del 3,7%; en 2022 se apunta a que sea del 1%; en 2023 0,6% y en 2024 sea cercano a cero. Y converger a una situación en la que no haya más financiamiento sistemático", precisó.

"La idea es tener una estructura de tasas de interés reales positivas para tener mayor estabilidad financiera y cambiaria", aseguró.

Eso ayudaría a guiar los pesos hacia herramientas de inversión que den resultados positivos reales respecto de la inflación, un elemento central para mantener el blue a raya, dado que, según Vauthier, según cómo evolucione la demanda de moneda local es clave para la evolución del paralelo.

En consecuencia, Glustein apunta que "es fundamental el resultado de las licitaciones con pasivos a 180 días y si se llega a conseguir tasa real positiva". Sostiene que, si bien una tasa del 44% es alta, las expectativas del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que publica mes a mes el BCRA marcan una inflación mayor al 53%, por lo que es probable que, a lo largo del año, las letras, LELIQs y otros instrumentos coticen nuevamente en valores reales negativos, al igual que los plazos fijos tradicionales si no hay mayor suba de tasas locales.

En relación a este punto, Rodríguez también señala que resulta clave también para el dólar paralelo monitorear la capacidad de ir cerrando el agujero fiscal y su forma de financiamiento, ya que alerta que "a mayor emisión y menor colocación de deuda, mayor es la presión real o potencial sobre los dólares financieros y la brecha".

Y, finalmente en materia de tasas, también cuenta para el mercado del blue lo que suceda con las internacionales, ya que Rodríguez considera que "el grado de ajuste de la política monetaria de Estados Unidos también jugarán su rol en las posibilidades del gobierno de manejar el mercado cambiario sin desbordes". Por el momento, la FED resolvió no subir la tasa, pero anunció que aumentará pronto. 

Garay Méndez advierte que eso podría acentuar el fenómeno llamado ‘flight to quality’, que significa un flujo de capitales desde las economías emergentes/activos riesgosos hacia economías avanzadas/activos más seguros. "Esto genera presiones sobre el dólar y, en un contexto donde la inflación en Estados Unidos dejó de percibirse oficialmente como transitoria, un escenario de suba de tasas internacionales cobra cada vez más probabilidades", sostiene el analista de EcoGo.

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