Depósitos en dólares: los bancos, entre rumores falsos y retiros verdaderos
En los primeros días de este mes comenzaron a correr todo tipo de rumores que alertaban sobre una posible intervención del Banco Central sobre los depósitos en dólares. Pronto fueron desmentidos por la autoridad monetaria y por varios economistas profesionales, dejando de lado, aunque sea por una vez, la "grieta".
Sin duda que estos rumores bajo otras circunstancias habrían pasado desapercibidos, pero dada la frágil posición de reservas que muestra el Banco Central, que se refleja en algunas medidas, algunas de ellas de difícil interpretación por parte del público debido a que responden a cuestiones técnicas, alcanzaron gran difusión a través de las redes sociales.
Entre las últimas medidas adoptadas, la que generó mayor "ruido" fue la que obliga a las entidades financieras a reducir a cero su tenencia de dólares propios, cuando anteriormente el límite era del 4% de su responsabilidad patrimonial computable.
Pero más allá de todas las aclaraciones que se conocieron en los últimos días sobre la fortaleza de los bancos en lo que hace a la forma en que administran los depósitos, las restricciones que existen para que coloquen préstamos en moneda extranjera, etc., aún está fresco el recuerdo de lo sucedido hace 20 años, cuando de un plumazo se pesificaron los depósitos.
Ante esta realidad, y pese a que es evidente que existen notables diferencias entre la situación actual y la que llevó al quiebre de la Convertibilidad en 2001, los bancos tomaron posición para evitar problemas con sus clientes y desde hace varios días aumentaron notablemente la importación de billetes para tener un stock lo suficientemente alto que evite todo tipo de malos entendidos.
Dejando de lado estos rumores, lo que muestra la realidad a través de las estadísticas que publica el Banco Central, es que luego de un notable desempeño en la primera parte del año, los depósitos en dólares tocaron su máximo el 9 de agosto, cuando alcanzaron los u$s16.485 millones, lo cual implicaba un crecimiento del orden del 3,6%, un porcentaje que sube al 5,5% si se considera el mínimo registrado a fines de febrero.
Pero a partir de esa fecha se frenó el ascenso, pues se ingresó en un "canal lateral" que promedió los u$s16.300 y que duró unos dos meses para luego comenzar a caer en forma sostenida desde mediados de octubre hasta la actualidad. Desde ese máximo alcanzado en agosto, el saldo se redujo en casi un 7% equivalente a unos u$s1.120 millones, pues el último dato disponible muestra un total de u$S15.363 millones. Este importe implica una caída de casi 3,4% frente al inicio del año y un 1,7% por debajo del inicio del año.
En lo que hace a las cajas de ahorro, si se mide el último dato disponible con el máximo, el retiro de fondos ronda los u$s890 millones, pues los saldos pasaron de u$s12.170 millones a u$s11.280 millones en la actualidad, lo cual implica una caída del 7,3%. Por otra parte, el actual nivel de depósitos iguala al mínimo del año y cae un 2,3% con respecto al dato del primer día hábil de 2021.
Es interesante señalar que en este rubro las mayores caídas corresponden a los depositantes minoristas, aquellos con saldos menores al millón de dólares, pues en este caso los retiros alcanzaron a casi el 9% del máximo, equivalentes a unos u$s800 millones, mientras que son un 3% menores que el mínimo del año y pierden un 6,4% frente al inicio del año.
Curiosamente, quienes poseen depósitos superiores al millón de dólares si bien también han retirado parte de sus tenencias, pues los saldos cayeron un 6,4%, cuando se compara el último dato con el del inicio del año y el mínimo, se observa que se ubican un 13,6% y 11,9% por encima de éstos.
Finalmente, los plazos fijos también presentan caídas en los saldos, pues pasaron de un máximo de u$s3.935 millones en agosto a solo u$s3.665 millones, lo cual implica una disminución del 8 por ciento, siendo los más afectados los mayoristas (-11,4%), pues los minoristas perdieron cuatro puntos menos.
En medio de estos movimientos defensivos por parte de los ahorristas en jornadas en las que primó la incertidumbre y la falta de respuestas concretas por parte de la autoridad monetaria, los bancos tuvieron la gran oportunidad de demostrar que presentan una sólida posición de liquidez, estimada del orden del 80%, que en la medida que la tensión no aumente, ayuda a disipar los mismos temores que se afrontaron hace exactamente 20 años.