El Banco Central compra dólares pero no alcanza: las reservas siguen en estado delicado, según expertos
En la previa electoral, existen diversas cuestiones de fondo que preocupan a los economistas, como es el caso del bajo nivel de dólares netos que dispone el Banco Central en las reservas para hacer frente a importaciones corrientes de insumos, y también para el pago de compromisos de deuda internacional.
Todo esto en un marco en el que no existen incentivos reales entre los inversores extranjeros para que ingresen divisas "genuinas" al país.
Y más allá que existe como aliciente que en todo octubre la entidad monetaria compró más de u$s400 millones para alimentar las arcas públicas, este evento se lee más como consecuencia temporal del mayor cepo a los importadores, que como una cualidad del BCRA o de más ingresos de divisas "reales".
Es decir, la economía debe pensar más allá de noviembre porque los problemas cambiarios son cada vez más complejos, algo que se refleja en un cepo cada vez más estricto.
"El nivel de reservas internacionales netas roza mínimos preocupantes. Su panorama no es alentador", advierte a iProfesional Iván Cachanosky, economista de la Fundación Libertad y Progreso.
De acuerdo la cifra que informa el propio BCRA, el organismo monetario dispone de aproximadamente u$s43.000 millones de reservas totales.
"Sin embargo, casi el 84% de ese monto no pertenecen al Banco Central. Por un lado, están los depósitos en dólares de los privados por un monto que ronda los casi u$s12.000 millones. Por otra parte, hay poco más de u$s20.000 millones correspondientes al swap con China", alerta Cachanosky.
En resumen, según este experto, en total las reservas están compuestas de la siguiente manera:
-Depósitos de privados: u$s12.000 millones.
-Swap con China: u$s20.000 millones.
-Otros organismos internacionales (principalmente el BIS): u$s3.150 millones.
-Contrapartida contra el Tesoro por alrededor de u$s500 millones.
Al restar estos ítems a las reservas totales, surgen las reservas netas que cuenta el organismo para intervenir en el mercado.
"Así, las Reservas Internacionales Netas (RIN) se encuentran en torno a los u$s7.000 millones, pero la situación es más preocupante aún. Es que no significa que esta cantidad sean dólares de rápida disponibilidad, ya que dentro de esta cifra se encuentran casi u$s3.500 millones en oro y otros u$s2.800 millones en DEGs (Derechos Especiales de Giro)", detalla Cachanosky.
Por lo tanto, descontando estos dos conceptos, sostiene que las reservas líquidas y de rápida disponibilidad son de "tan sólo" u$s800 millones.
"Está más que claro que ante una emergencia cambiaria, no hay margen para maniobrar con tan pocos dólares", alerta este economista.
De acuerdo a la opinión de Pablo Repetto, director de la consultora GRA de Gabriel Rubinstein, las reservas netas líquidas (incluyendo los DEGs que se usan para pagos, pero excluyendo el oro), "al ritmo que vienen cayendo desde principios de septiembre, alcanzan para llegar con lo justo a la semana previa a las elecciones".
Por lo tanto, desde ahí en adelante, si continuara la caída de reservas netas, "será contra la posición de oro o contra los encajes de los depósitos en dólares", subraya.
Atrás quedó el recuerdo que, hacia mediados de septiembre, las reservas netas habían escalado a los u$s10.000 millones. Cifra que se esfumó rápido porque ese mes hubo que abonarle al FMI una cuota del pago de la deuda, por lo que se redujeron al nivel mencionado de u$s7.000 millones.
Poder del oro, DEGS y el después
En cuanto al oro y los DEGs, para Cachanosky "no serán de gran ayuda".
"El monto de DEGs se irá a abonar otra cuota con el FMI en diciembre, por un monto similar. En cuanto al oro, si bien se puede convertir en dólares, no es aconsejable hacerlo. Esto es porque se daría una pésima señal de que el Banco Central se está quedando sin recursos, como si estuviéramos ´rascando el fondo de la olla´", detalla el economista de Fundación Libertad y Progreso.
No obstante, de acuerdo a su perspectiva, espera que el Gobierno pueda mantener un mercado cambiario relativamente tranquilo de aquí a las elecciones legislativas, porque tanto el BCRA como el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) poseen bonos en dólares que "podrían utilizarse para evitar que los dólares paralelos legales suban mucho, y que la brecha no se expanda aún más".
Claro, la gran pregunta que se hace el mercado es qué podría ocurrir después de las elecciones legislativas de noviembre.
"El panorama no parece del todo alentador. Desde luego será clave lo que ocurra en la negociación con el FMI, que se llevará a cabo post elecciones. El alivio que pueda traer un buen acuerdo con el Fondo Monetario dependerá del tipo de acuerdo que se llegue", resume Cachanosky.
Es decir, su opinión, un acuerdo que incluya reformas estructurales daría la señal de un cambio profundo que traería "mayor paz al mercado cambiario". Sin embargo, este escenario es de "baja probabilidad".
En resumen, el escenario más factible para este economista es que se llegará a un acuerdo de facilidades extendidas, donde lo que se negocia es pagar en mejores condiciones a cambio de metas fiscales y de reservas.
A tener en cuenta en ello es que los vencimientos con el FMI para el 2022 rondan los u$s20.000 millones, y "Argentina no posee los recursos para pagarlo. Lo sabe el país y lo sabe el FMI", alerta Cachanosky.
Por esta razón, la negociación "probablemente sea lenta y se defina sobre ´el minuto final´".
En cuanto al FMI, opina que daría la sensación de que se encuentra "resignado", por lo que priorizaría que Argentina "no agrave su crisis y tener una negociación ´en serio´ con un eventual próximo gobierno en el 2023", opina.
Y completa: "Un acuerdo con facilidades de pago y sin reformas estructurales será un alivio muy leve para un paciente que necesita cirugía mayor. Un acuerdo sin reformas estructurales no logrará que el riesgo país baje de los 1.000 puntos básicos, por lo que lo más probable es que Argentina continúe fuera de los mercados internacionales. Y, por lo tanto, continúe dependiendo de la emisión monetaria y de la deuda interna, que se vuelve un cocktail cada vez más explosivo".
De ocurrir este último escenario, Cachonosky concluye que "difícilmente la confianza alcance" para que el mercado cambiario continúe con esta "relativa estabilidad", y las probabilidades de una devaluación crecerían.
Por lo general, hay tres factores que detalla que suelen estar presentes cuando ocurren devaluaciones. En primer lugar, niveles de brechas altas entre el tipo de cambio oficial y los paralelos.
Segundo, un bajo nivel de reservas internacionales netas. Y, por último, atraso cambiario.
"Repasando estos tres puntos la situación de Argentina es delicada. La brecha cambiaria es alta y amenaza con incrementarse. Las reservas internacionales netas se encuentran en niveles bajísimos. En lo que respecta al atraso cambiario, si bien este no es grande, sí se lo está alimentando. De esta manera, todas las variables contribuyen a esperar que tarde o temprano ocurra una devaluación post elecciones", finaliza Cachanosky a iProfesional.-