Plazos fijos, en plena definición electoral: expertos anticipan si serán buena inversión para los pesos
Los plazos fijos vuelven a estar bajo la lupa: los ahorristas dudan de su solidez en el tiempo, debido a que los precios de la economía ya aumentaron en todo el año más de lo que ofrecieron las colocaciones bancarias.
Por lo tanto, son muchos los argentinos que esperan que el Gobierno mejore, en pleno período electoral, el incentivo de apostar por los pesos y se pague una tasa mayor.
El último dato de inflación de 2,5% de agosto, galardonó a los plazos fijos tradicionales como una de las inversiones ganadoras, debido a que éstos ofrecen un rendimiento de 3,08% mensual, o una tasa de interés de 37% anual.
Y esto se reflejó en las colocaciones: según informe de First Capital Group, si se desagregan los depósitos totales por tipo de moneda, los nominados en pesos cerraron el mes en $8,86 billones, un aumento de 3,5%. En términos interanuales, la variación de agosto 2021 asciende a 51% respecto del mismo mes de 2020.
Más allá de estos datos positivos coyunturales, los analistas y los propios ahorristas desconfían que esta situación se sostenga hasta fin de año, debido a que existen muchos precios rezagados por fines electorales, dentro de los que se encuentran el dólar y las tarifas de los servicios públicos.
De hecho, si se revisa lo ocurrido en el tiempo, tampoco es alentador el panorama. En los primeros 8 meses del 2021, la inflación acumulada fue de 32,3%, según datos del Indec, cifra que supera lo ofrecido en el mismo lapso por los plazos fijos.
De esta forma, se plantea que el Banco Central debe realizar una suba de la tasa de interés en pesos para estas colocaciones,si es que se pretende incentivar al ahorrista para que aumente su apuesta por este instrumento en moneda nacional.
"Con todo esto se refuerza la comparación entre tasa versus inflación. Así, en las inversiones personales el planteo es si la tasa de los plazos fijos le gana a la inflación, o si es más conveniente realizar un plazo fijo ajustado por inflación, o directamente comprar dólares", reflexiona el economista Roberto Geretto, portfolio manager de Fundcorp.
Para analizar este aspecto, se debe considerar que en el último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) realizado por Banco Central se estipula que la inflación para el 2021 se espera en niveles levemente por debajo del 50%, mientras que para los próximos 12 meses sería en algo más del 40%.
"Esto es en base a un conjunto de expectativas, como que post elecciones no habrá un salto del dólar oficial, sino una aceleración del deslizamiento cambiario. El cual, actualmente, es del 1% mensual", dice Geretto.
También sostiene que se espera un acuerdo con el FMI, que permitiría refinanciar los vencimientos de deuda en dólares con dicho organismo.
"El acuerdo con el FMI traerá mayor certidumbre respecto a un sendero de reducción del déficit fiscal, acotando también la potencial emisión monetaria", subraya como alentador Geretto.
Plazo Fijo "a la vista"
Ahora bien, un plazo fijo minorista tradicional otorga 37% de tasa nominal anual (TNA), lo cual "claramente" se ubica por debajo de las expectativas de inflación.
"A efectos comparativos, una suba de precios en 37% anual implica a nivel mensual aproximadamente 2,66% de inflación, niveles inferiores al 3% visto en julio por ejemplo. Más allá que luego, en agosto, fue por debajo de ese nivel", resume este economista.
De ese modo, considera que se tiene como "opción natural" un plazo fijo UVA, debido a que ofrece como garantía una cobertura respecto a la inflación.
"Suponiendo que resulta el escenario de algo menos del 50% de inflación para el 2021 que indica el REM, el retorno medido en tasa anual (TNA) para el plazo fijo sería del 51,5%, muy superior al plazo fijo tradicional", concluye Geretto.
Ahora bien, en el caso actual que se registró un mes con una inflación inferior (2,5% en agosto) a la tasa que ofrece un plazo fijo tradicional, aquellos que apuestan por las colocaciones UVA tienen la opción "pre cancelable".
La misma paga una tasa apenas inferior de un plazo fijo tradicional, en especial, si se pre-cancela antes de los 90 días de haber sido constituido.
"Por tanto, es sólo cuestión de ir comparando mes a mes para ver quién gana la carrera de tasas versus inflación", dice Geretto.
Por último, la contra que tiene este instrumento y no puede ser contrarrestada es la liquidez, ya que un plazo fijo UVA pre cancelable requiere que se deje el capital inmovilizado, al menos, por 90 días para que este otorgue la inflación UVA + 1%.
En conclusión, es una herramienta sólo destinada para inversores con ese horizonte de tiempo.
Tasa ideal de equilibrio
En conclusión, la situación actual marca que un plazo fijo tradicional actualmente no llega a compensar la inflación esperada en todo el año, aunque en algún mes particular pueda llegar a ganarle, como ocurrió en agosto pasado.
"Entonces, un primer piso para la tasa de los plazos fijos sería que remuneren dicha variable. Así, suponiendo una inflación para los próximos 12 meses del 45%, la tasa efectiva anual (TEA) que brinda el plazo fijo tradicional de casi 44% queda corta", resume Geretto.
Adicionalmente, tanto el dólar como la inflación presentan cierta volatilidad y dificultad para su proyección a futuro.
Por lo tanto, este economista sostiene que no sólo un plazo fijo debe remunerar la expectativa de inflación, sino también "compensar el riesgo que se asume".
De ese modo, bajo un escenario de una inflación para los próximos 12 meses del 45%, se le debería agregar una prima de riesgo del 3%.
En consecuencia, la tasa del plazo fijo, como mínimo, "debería ubicarse en casi una tasa nominal anual (TNA) del 40%, para obtener una tasa efectiva (TEA) del 48%", remarca Geretto.
Es decir, debe experimentar, al menos, una suba real de 3 puntos porcentuales respecto al 37% que está abonando en la actualidad de TNA.
Naturalmente, habiendo elecciones mediante y ante un mal escenario, es difícil que una alta tasa de interés pueda compensar el "miedo".
"En resumen, se puede decir que la tasa en pesos ayuda a controlar la brecha y la dolarización de carteras, pero en un contexto de miedo generalizado no puede realizar todo el trabajo", finaliza este economista.