El bolívar venezolano perdió 14 ceros en 15 años
En pocos días se implementará una nueva reconversión monetaria para quitarle una cantidad de ceros a los billetes de circulación nacional en Venezuela, los bolívares, que perdieron muchísimo poder de compra a manos de la inflación en los últimos años, haciendo que las personas tengan que cargar ridículas cantidades de ellos para hacer compras en efectivo.
El economista y docente universitario Carlos Paredes recuerda en Diario Gestión la frase que pronunciase al respecto el expresidente venezolano Hugo Chávez en febrero de 2007: "Vamos a quitarle tres ceros a la unidad monetaria. Espero que el 4 de febrero de 2008 ya tengamos en circulación nuestro nuevo bolívar, el bolívar fuerte".
En 2018, su sucesor Nicolás Maduro también hizo una reconversión de la moneda hacia una moneda digital llamada Petro, y lo anunció de la siguiente forma: "El Petro será el anclaje para los precios y salarios, y tendrá un valor inicial de 3,600 bolívares soberanos".
"El formato digital de este nuevo bolívar busca avanzar en la construcción de una visión moderna de la economía venezolana", argumentó en su apoyo el Banco Central de Venezuela en agosto 2021.
Pero, según recuerda Paredes, en dos semanas, se implementará la tercera reconversión monetaria en Venezuela en menos de 15 años.
"En el 2008, le restaron tres ceros al bolívar para introducir el "bolívar fuerte"; 10 años después, le restaron cinco ceros al bolívar fuerte para crear el "bolívar soberano" y, ahora, al soberano le quitan seis ceros para introducir el "bolívar digital". Todo un descalabro monetario" con 14 ceros en 15 años.
A partir de la próxima reconversión, un bolívar digital equivaldrá a cien billones de los bolívares que circulaban en Venezuela cuando Hugo Chávez llegó al poder.
Sin embargo, cuando Chávez asumió la presidencia, no había tantos bolívares en circulación: la base monetaria equivalía a una fracción del equivalente en bolívares de un bolívar digital en la actualidad. La inyección masiva de dinero durante las últimas dos décadas degeneró en la hiperinflación más prolongada de la que se tenga registro a nivel mundial.
Para el docente y economista, la causa de esta debacle fue la falta de independencia del Banco Central de Venezuela (BCV). Eso llevó a que el instituto emisor no escatimase en financiar el déficit fiscal y generase el colapso de la moneda venezolana.
"En efecto, el bolívar en billete casi no se usa en Venezuela. El dólar es la moneda que se utiliza para las transacciones en efectivo. ¿Y el Petro? Nada, solo imaginario"", afirmó Paredes.
Su estimación es que con el tipo de cambio hoy sobre 4 millones de bolívares soberanos por dólar, en dos semanas, el bolívar digital equivaldrá a menos que 25 centavos de dólar.
"Debe ser claro que esta nueva reconversión monetaria no tiene mayor implicancia macroeconómica. Es solo un hito más en el largo y penoso descalabro económico de Venezuela", opinó Paredes.
En Perú, las reconversiones monetarias de 1985 y 1991 le restaron nueve ceros al sol, y la inflación "solo" llegó al 7,600% anual.
"La experiencia internacional demuestra que la independencia del banco central resulta indispensable para asegurar la estabilidad monetaria. Ahora, que debe nombrarse un nuevo directorio del BCR, el Gobierno haría bien confirmando la permanencia de Julio Velarde en la presidencia del instituto emisor. Es más, tanto el Ejecutivo como el Congreso deberían nombrar a técnicos independientes al directorio del banco central. No es momento de negociaciones políticas, sino de demostrar su compromiso con la estabilidad monetaria", opinó el economista.
En este sentido, comparó la actual crisis de Venezuela y la peruana de los años '80 porque confirman que sin orden macroeconómico y sin un marco de políticas públicas coherente y favorable a la inversión, la economía no crece, no se generan suficientes puestos de trabajo productivos y la pobreza se incrementa.
"El orden macroeconómico y una inflación baja no solo benefician a la economía y a la sociedad en su conjunto, sino también al Gobierno de turno. A pesar de tratarse de una verdad de Perogrullo, es útil recordarlo", sentenció.