TENSIÓN CAMBIARIA

Se estira la brecha entre dólares alternativos y el oficial: el mercado espera más tensión

La diferencia de precio entre el oficial y otros tipos de cambio como MEP, blue y CCL preocupa a los analistas. ¿Cuál es la más importante y cómo controla
FINANZAS - 24 de Septiembre, 2021

Los dólares financieros se recalentaron en los últimos días y, tras estar varios días alrededor de los $172 este jueves subieron por arriba de los $173, mientras que el blue se ubicó en $185, a $10 pesos del récord, alcanzado en octubre del año pasado. En tanto, el llamado dólar SENEBI (que se negocia en el mayorista Segmento de Negociación Bilateral y lo utilizan empresas e inversores) cotizó casi $190.

Las razones que aportan los analistas económicos y de mercado para explicar esta suba son varias, pero hacen referencia especialmente a la incertidumbre política y económica como las más fuertes.

Pero, más allá esto, el tema en el que ponen más énfasis es en que el Gobierno debe trabajar, sobre todo, en controlar la brecha entre el dólar oficial, el Contado Con Liquidación, el MEP y el blue porque ese parámetro refleja la verdadera relación de la cotizacón de la divisa estadounidense con los demás precios de la economía y el peso. 

Y el hecho de que permanezca elevada incentiva la expectativa devaluatoria y alienta un adelantamiento de la demanda de importaciones.

Cabe mencionar que la brecha entre el dólar blue y el mayorista se mantiene desde hace varias semanas por arriba del 80% (ha llegado a superar el 90% en los últimos dos meses y medio).

En tanto que la distancia entre la cotización entre el oficial y el CCL negociado vía AL30 ronda el 76%, el máximo nivel en un mes y medio.

En la transición a las elecciones generales, el Gobierno debe controlar la brecha cambiaria

Pocas chances de que baje

Fabio Rodríguez, economista y director de MyR Asociados, considera en diálogo con iProfesional que "las brechas actuales de los dólares financieros, en torno al 70% o 75%, resultan lógicas en semanas en las que se sintió la presión en el mercado cambiario por mayor cobertura" debido a la incertidumbre política y económica y a la expectativa devaluatoria post-elecciones, que aunque no será abrupta, se podría dar de manera más acelerada que la actual (que ronda el 1% mensual). 

Asimismo, el economista indica que, "en este contexto, el BCRA tuvo que desprenderse de más de u$s700 millones para intervenir, algo que puede hacer dada la recomposición de divisas en la primera parte del año".

Sin embargo, anticipa que la presión cambiaría acompañará al Central en la transición hasta las elecciones legislativas de noviembre y que esto es un foco de preocupación por el impacto que puede tener en las reservas.

Por su parte, el economista y analista de la consultora ACM, Juan Pablo Di Iorio, comenta que "la brecha cambiaria ha tenido una dinámica alcista en el último mes" y advierte que esto se debe a tres factores:

Dos internos que son:

1. El descuento de una mayor emisión monetaria para financiar el mayor déficit fiscal, que a una caída de la demanda de dinero ante las expectativas de una eventual mayor inflación.

2. El escenario preelectoral, que provoca que los agentes tomen una posición más adversa al riesgo, que en Argentina implica una dolarización de carteras.

Y uno externo: la mayor tasa de inflación que se está observando en Estados Unidos genera expectativas de un adelantamiento del tapering, lo que traería aparejado un impacto negativo para los países emergentes.

En este escenario, Lorenzo Sigaut Gravina, director de Análisis Macroeconómico de la consultora Equilibra, apunta que el Gobierno mantiene la diferencia entre los dólares financieros y el oficial contenida en torno al 75%, pese a haber intervenido fuerte en ese mercado, tras vender varios millones diarios para estabilizarlo.

"Ahí no hay mucho riesgo, pero lo preocupante es la consecuente caída de reservas por ese goteo, al que se le suman las ventas netas de dólares que está haciendo el BCRA en el MULC", observa.

El BCRA ha perdido reservas para controlar la brecha y eso es procupante.

La brecha con el blue, determinante

Ese es un tema a cuidar porque, tal como apunta Rodríguez, para las próximas semanas será importante desacelerar el ritmo de pérdida de reservas poniendo también un techo a la brecha en los niveles actuales. Esto, debido a que la posición de reservas es muy vulnerable y en estos meses se filtran dólares para la brecha.

En consecuencia, él considera que el Gobierno tiene que estar muy atento a la brecha de precio con el blue, ya que "la señal de precio de ese mercado es muy importante porque es el dólar más libre y se instala en las tapas de los diarios cada vez que sube mucho".

Advierte al respecto que se trata de un mercado chico, por lo cual, "con más demanda y sin oferta, es un riesgo" y opina que el Gobierno tiene que tener cuidado con la evolución de ese precio. El tema es cómo hacerlo, porque, si bien Sigaut Gravina indica que inyectando oferta en ese mercado puede bajar el precio de la cotización del blue y lo puede hacer con poco dinero, la paradoja es que es un mercado informal y no tiene herramientas para intervenir en él.

Por su parte, para Di Iorio, el BCRA debería concentrarse en buscar bajar todas las brechas, ya que una mayor distancia entre los tipos de cambio paralelos podría generar mayores distorsiones en la economía. Sin embargo, resalta que "el CCL, en un contexto de restricciones a las importaciones, tiene mayor importancia a la hora de establecer precios relativos", por lo cual quizás se debería poner el foco allí.

Controlar la brecha es una tarea difícil y los analistas señalan algunos puntos a tener en cuenta.

Bajar la brecha, imposible en el corto plazo

Tal como lo expresa el economista Rodrigo Álvarez, "lo que suceda con la brecha va a depender de si la Argentina empieza a hacer las transformaciones pendientes o no". Esto, explica, consiste en encarar un reordenamiento de la macroeconomía más profundo y detalla que eso significa:

  • una consolidación fiscal
  • ordenar la política monetaria y
  • los precios relativos de la economía (que incluye el tipo de cambio y un ajuste en las tarifas).

"Son definiciones que a los políticos no les gusta tomar, pero de eso va a depender la baja de la brecha", asegura Álvarez. Sin embargo, pareciera que esto no va a llegar hasta después de las elecciones de noviembre, ya que el Gobierno se ve forzado a aumentar el gasto público (se habla de un paquete que superaría los $800.000 millones) y no puede pensar en ningún ajuste tarifario si quiere tener chances de da vuelta el resultado electoral adverso de las PASO.

Pero, al igual que su colega, menciona que las señales que se den en otros frentes económicos, como los avances con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el éxito de las licitaciones de deuda que vaya logrando Finanzas y la evolución que haya en la emisión de pesos también incidirán en la dinámica cambiaria durante estas semanas que quedan hasta las elecciones. 

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