Paradoja de bonos argentinos: llegan a niveles máximos del año pero sin despejar ninguna duda hacia adelante
No se detiene la "fiesta" en el mercado de bonos argentinos. Ahora sí, acoplados completamente al rally de los mercados emergentes y después de haber sido vapuleados desde que salieron a cotizar allá por septiembre del 2020, la deuda que emitió Martín Guzmán por la reestructuración sigue recuperando terreno. De hecho, los Globales -los títulos en dólares ley Nueva York- están en máximos desde enero.
Estos títulos treparon el miércoles entre 1,5%- 3%, lo cual implica un ascenso de la paridad promedio ponderada hasta u$s37 –máximo desde el 26 de enero-. El mayor apetito se vio concentrado en la parte corta de la curva (los títulos con vencimiento al 29-30). "La fiesta inolvidable. Al igual que Peter Sellers en su icónica película, los activos argentinos extienden su clima festivo y nadie sabe bien cómo llegaron a esta situación", reseñó Portfolio Personal Inversiones (PPI).
Muy lejos de los países de la región
Claro que el hecho de que los bonos al 2030 estén con paridades del 37% es positivo pero muy lejos de los bonos comparables de otros países de la región. Para poner en perspectiva, el mismo título pero de Brasil a ese vencimiento (20230) está por arriba de la par (o sea, vale más de 100), mientras que el de Colombia (país con inestabilidad política después de varias semanas de paro contra el gobierno actual) cotiza al 97%. Otros ejemplos, como Chile, Perú, México o Ecuador, están con paridades entorno al 100%.
El derrotero para los Globales ley Nueva York viene desde niveles no mucho más elevados: arrancaron en torno al 50% de paridad en septiembre del 2020 cuando se emitieron, tocaron un mínimo de 33,5% en marzo de este año y ahora recuperaron hasta 37%.
Según explica Delphos Investment, los bonos argentinos están contagiados por el risk on global, lo que hace que las paridades de los bonos soberanos argentinos comiencen a acercarse a los valores de principios de año. "En este sentido, los inversores prefirieron volcarse por los bonos largos, que cuentan con una estructura step-up de cupones considerablemente más alta, y, de esta forma, los relatives entre bonos cortos y largos se encuentran favoreciendo a estos últimos", sostiene.
"Es justamente debido a dicha estructura de cupones que parecería raro que los ratios entre cortos y largos vuelvan a valores promedio post-canje y que se inclinen por estos últimos cada vez más", dice.
Qué miran los inversores del exterior
A menos de un mes del primer corte de cupón, los bonos soberanos están cerca de pegar el primer e importante salto en el current yield. Pensando en un escenario base caja y manteniendo los precios actuales, para enero de 2022 los bonos más beneficiados serían los bonos serie 2041, GD41 y AL41, "una de las razones por las cuales hoy se encuentran algo apreciados en relación al resto de los instrumentos", según Delphos.
A su vez, ya desde julio de 2022, el segundo salto en el cupón anual, dejaría al AE38 como "el favorito", con un current yield cercano al 10%, seguido por el AL41 (9,6%) y GD38 (9,4%).
"Creemos que el risk on global será clave para que los bonos continúen con la suba en las paridades, así como también la posible entrada de fondos especulativos con progresivo aumento de la tasa de los cupones. En este sentido, creemos que los bonos largos se posicionan como los más atractivos en detrimento de los cortos, tal y como lo vienen mostrando los relatives entre ellos. Y dentro de los largos, el AE38 resalta por su mayor current yield respecto al resto", afirma Delphos.
¿Con esto alcanza? Para Javier Timerman, socio de AdCap, lo único que están mirando los inversores de afuera con respecto a la Argentina es cuál sería la exit strategy de una oposición. "Tienen que consolidarse dos candidatos, en la oposición y en el Gobierno, que apunten a más moderación para que el inversor diga ‘esta es mi oportunidad en la Argentina''', afirmó.
Timerman aseguró que "lo que busca un inversor, no son las variables económicas, sino el proyecto político a mediano y largo plazo que se pueda formar en Argentina". Tampoco, y no necesariamente, el acuerdo pendiente con el FMI: "Si Argentina elige llegar a un acuerdo light con el Fondo, para no caer en default y porque no quiere comprometerse mucho, va a tener consecuencias: el acuerdo no tendrá impacto en las inversiones".
Finalmente, el socio de AdCap afirmó que ve "muy difícil que se llegue a un acuerdo con sustancia". "Pero mucho va a depender de lo que pase en las elecciones y cuán fortalecidos queden los miembros de la coalición gobernante. Es muy difícil que las negociaciones continúen antes de las elecciones", sostuvo en un charla organizada por la compañía.