Poner plata en plazo fijo común hoy no rinde y el dólar gana más atractivo: ¿habrá suba de tasas?
La inflación se ubicó en el 4,1% en abril, por encima de la mayoría de los pronósticos, y aún no se conoce el dato de mayo, pero es probable que se ubique en el rango de entre 3 y 4%.
En este contexto, los plazos fijos tradicionales vienen perdiendo mes a mes. Hoy, la tasa mínima que obliga el Banco Central a que los bancos ofrezcan en colocaciones de hasta 1 millón de pesos es de 37% anual. Sin embargo, según se desprende del REM, el mercado proyecta una inflación del 43% para los próximos meses, en promedio, si bien hay estimaciones que señalan un índice por encima del 50%.
Por ende, el 37% anual que está pagando hoy una colocación tradicional resulta poco atractiva para el ahorrista.
Todo esto reaviva el debate sobre si el Banco Central debería o no modificar su política de tasas.
Sin embargo, por el momento, todo indica que el regulador monetario y financiero está determinado a mantenerla sin cambios, mientras que, por otro lado, el Tesoro sí ha ido mejorando su oferta en las últimas licitaciones que realizó a fin de mejorar sus resultados en la búsqueda de financiamiento.
"El BCRA está trabajando en recomponer los canales de transmisión de la política monetaria y, en función de eso, está mejorando la remuneración de las colocaciones activas de los bancos. Creo que el Gobierno hizo un esfuerzo muy grande para que la economía no tenga shocks ni positivos ni negativos y todo está preparado para que, en el corto plazo, no haya movimientos en las tasas de interés", explica a iProfesional el economista Rodrigo Álvarez.
En la misma línea, Federico Furiase, economista y director de EcoGo, afirma: "No creo que el BCRA suba las tasas de referencia en el corto plazo, sobre todo en este momento en el que está comprando dólares por la licitación de la cosecha gruesa". Recordemos que acumula nada menos que casi u$s2.000 millones adquiridos en mayo y, así, este mes de 2021 se encamina a a ser uno de los períodos con mayor nivel de adquisiciones de divisas desde que hay registros.
Sin embargo, sí ve como una posibilidad que el Tesoro continúe subiendo las tasas, aunque en forma gradual, en sus licitaciones para colocar bonos, como lo hizo en las últimas ocasiones, con el objetivo de maximizar el roll over (la renovación) de vencimientos de pesos.
Plazo fijo: no al tradicional, sí al UVA
En la misma línea, su colega, Hernán Lechter, director del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), señala que, más allá de lo conveniente o no que resulte un plazo fijo tradicional para canalizar el ahorro en pesos, el tema es que "la tasa hoy no representa un problema importante para el BCRA" y por eso no se ve motivado a motivado a tocarla.
Y es que, según aporta el economista Fabián Medina, "hoy no es tan necesario retocar la tasa para alentar las inversiones en pesos debido a que se están yendo muchos fondos que podrían ir habitualmente al dólar hacia instrumentos que, por el alto nivel de inflación, están rindiendo muy bien", como los plazos fijos y bonos atados a la inflación (CER y UVA).
Los plazos fijos UVA permiten obtener un rendimiento superior a la inflación, porque ajustan por el índice CER más un extra de 1% o 2% anual.
Así, si en este 2020 la inflación fuese del 43%, se ganaría, en el mejor de los casos, una tasa anual en pesos del 45%. Por ende, frente a un año muy impredecible, los plazos fijos UVAs, son una opción muy atractiva frente a los tradicionales, según expertos.
El mercado pide una mejor tasa
No obstante, Letcher asegura que, sería bueno que la subiera un poco porque viene sustancialmente por debajo de la inflación. "Un retoque no vendría mal porque, si fuera un poco más alta, se podría descomprimir la demanda constante de dólares y eso ayudaría a que el BCRA tenga menos necesidad de intervenir sobre la brecha cambiaria y acumule más reservas", dice.
Por otro lado, destaca, al igual que Furiase, el gesto en ese sentido por parte del Tesoro, que ajustó los porcentajes en las últimas colocaciones. Lo califica como una muy buena señal hacia los inversores y una estrategia inteligente para avanzar en el financiamiento genuino.
Por otro lado, el director de la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo Económico (FIDE) Nicolás Zeolla, afirma que "Argentina no sigue un régimen de inflation targeting, por lo que no considero que haya que mirar tan de cerca la inflación para ver la política de tasas, sino todas las variables de la economía, incluyendo la actividad económica".
Así, asegura que, en un contexto en el que la inflación está motivada por la escalada de las materias primas, la política de suba de tasas no tiene la efectividad que los ortodoxos esperarían sobre la inflación.
En este sentido, advierte que "no existe una única tasa para todo el sistema bancario" y considera que, por el lado de los ahorristas, es importante que el BCRA promueva instrumentos de ahorro en pesos que den un horizonte de rentabilidad real, como lo hizo con la creación de las UVA.
Y, por el lado de la tasa activa o de financiamiento, también opina que "se debe mantener la promoción a las empresas, con las líneas de tasa subsidiada MIPYME, que funcionaron muy bien durante el año 2020".
¿Cuál puede ser el punto de inflexión?
Por su parte, Álvarez afirma que "la inflación viaja a dos velocidades": Por un lado, están las expectativas, la inflación real y lo que pasa con el precio de los alimentos. Y, por el otro, están los salarios, la tasa de interés y el tipo de cambio, que el Gobierno busca que sean anclas.
"Creo que el Gobierno va a tratar de seguir manteniendo estas variables estables, pero en la medida en que la inflación no se desacelere, van a tender hacia arriba y eso podría derivar en que las tasas suban un poco", advierte.
Así, anticipa que, a la luz de una índice de precios que se mantenga persistentemente por arriba del 4%, es muy posible que haya presión para que toda la nominalidad se corra hacia arriba.
Pero en el escenario actual, Letcher sostiene que "falta un todavía para que haya una suba de tasas" y espera que se vaya a dar algún paso en ese sentido si en algún momento se despierta la brecha cambiaria.
Pero prevé que eso no sucederá en el plazo inmediato porque, tal como indica Furiase, "mientras esté en marcha la liquidación de la cosecha gruesa y el BCRA siga comprando dólares, ese riesgo no está".