Preocupa el poder de fuego del Central: hace compras récord de dólares pero las reservas casi no crecen
Después de un traspié el día anterior, el Banco Central se llegó al feriado del 24 de marzo con una compra de u$s130 millones en el mercado cambiario. Así, según estiman en el mercado, lleva adquiridos alrededor de u$s1.300 millones tan solo en marzo, por lejos el mejor registro de los últimos tiempos gracias al súper restrictivo cepo cambiario.
Claro que la contracara, o sea las reservas, no crecen ni por asomo lo que termina sumando el BCRA: en el mes suben tan sólo u$s159 millones. O sea, poco más de 2 de cada 10 dólares que compra el Central quedan en las reservas.
"Sigue resultando llamativa la diferencia entre el nivel de compras que está logrando el Banco Central y la acumulación de reservas", dice Delphos Investment. Acota que este mes vuelven a incidir pagos a organismos internacionales (u$s200 millones aproximadamente), reducción en los encajes (u$s300 millones) y otras operaciones como la venta de dólares a cambio de títulos públicos en el mercado o cancelaciones de pasivos con el exterior (u$s250 millones).
Según datos del balance cambiario, las ventas de divisas a cambio de títulos públicos alcanzaron $603 millones entre octubre de 2020 y enero de 2021.
Mecanismos del goteo
Que los billetes verdes no queden en las arcas oficiales obedece a varias razones, como se mencionó, pero una que hace ruido: el Central recompra bonos usando los dólares que adquiere así mantiene su poder de fuego en el mercado del contado con liqui. Se cree que ya dilapidó cerca de 1.000 millones en los últimos meses.
La idea es que ahora en abril con más liquidación por la temporada alta de la cosecha el BCRA se lleve más dólares (se piensa en 200 millones por día) y por ende, puedan quedarse más en las reservas.
Parte importante de los planes de Martín Guzmán es que las arcas oficiales crezcan u$s6.000 millones (vía Derechos Especiales de Giro, la moneda del FMI; y atesoramiento vía la compra en el mercado de cambios). Claro que de esa cuenta, alrededor de u$s3.500 millones son los DEG, con lo cual u$s2.500 millones se conseguirían por la compra de billetes verdes en el MULC. Pero esto parece poco alcanzable.
En lo que va del año, el BCRA tiene un saldo positivo en el mercado de poco más de u$s2.000 millones, pero como se dijo, las arcas trepan sólo 290 millones de dólares. El mecanismo de fuga hace que sea muy poco lo que le queda a Miguel Pesce y esto finalmente es lo que presionaría al dólar en un futuro.
Según la consultora LCG, que fundara Martín Lousteau, la compra de divisas (algo que debería ser una buena noticia) no lo es tanto porque el problema es que no se ve reflejado en un incremento de las reservas internacionales.
"En parte debido a la necesidad de recomponer el efectivo mínimo y en parte debido a las intervenciones del BCRA en el mercado de títulos que drena reservas para sostener el precio de los activos", dicen.
Los números no cierran
De este modo, calculan, las reservas internacionales netas siguen en 1,4% del PBI (u$s5.200 millones) y las de rápida disponibilidad negativas en u$s1.100 millones, mismo nivel que diciembre del año pasado.
"Siendo moderadamente optimistas sobre la posibilidad del Banco Central para acumular reservas en la cosecha gruesa, es claro que la solvencia de las hojas de balance del BCRA junto a la deuda de corto plazo del tesoro mejorará durante todo el primer semestre", reseña Delphos.
Sin embargo, agrega, el pago de la primera cuota de amortización con el FMI (u$s1.850 millones) junto a la mayor emisión monetaria de fin de año vuelven a deteriorar las hojas de balance, ya que se reducen los activos de reserva al tiempo que se incrementan los pasivos.
"En caso de que se logren recibir los DEG antes del pago o se acuerde con el FMI de modo tal que no se haga el desembolso, la solvencia se mantendría en un nivel superior. Estos ejercicios muestran lo importante que es acumular reservas para robustecer la dinámica macroeconómica de Argentina junto a una paulatina consolidación fiscal y la necesidad de desarrollar el mercado local de deuda pública para reducir el financiamiento monetario", advierte Delphos.