El dólar solidario superó los $157: ¿qué pasó con el blue y las cotizaciones bursátiles?
El dólar blue cotizó este lunes a $147 en la punta vendedora, en cuevas del microcentro porteño. Por su parte, el dólar solidario rompió la barrera de los $157 y estira la brecha con el resto de los segmentos.
En tanto, los inversores miraron de cerca las cotizaciones bursátiles.
El dólar contado con liquidación cotiza a $146,31.
Por su parte, el dólar Bolsa, o MEP, se ubica en torno a los $143,80.
Como se señaló más arriba, el dólar blue se ofreció a $147 en cuevas del microcentro porteño.
A su vez, en el segmento mayorista, la divisa estadounidense cerró la primera rueda del mes a $90,09, siempre bajo la atenta mirada del Banco Central (BCRA).
En el mercado oficial minorista, la moneda norteamericana operó a un promedio de $95,49 en agencias y bancos de la city porteña, por lo que el dólar ahorro, que se calcula con el recargo del 30% del impuesto PAÍS más el 35% del impuesto a las ganancias, se vende alrededor de los $157,55.
Según la habitual encuesta que realiza el Banco Central entre las principales entidades financieras que operaron en la City, estas fueron las cotizaciones de venta del dólar oficial minorista:
- Galicia: $96,10
- Nación: $94,75
- Santander: $96
- Patagonia: $95,50
- Macro: $95
- Itaú: $95,60
El dólar blue, que se vendió a $147, no tiene una cotización oficial, sino que su valor sale del promedio de cotización en lugares de cambio extraoficial.
Por su parte, el riesgo país de la Argentina se situó en los 1.519 puntos básicos.
Marzo, mes clave para el dólar blue: ¿tiene armas el Gobierno para mantenerlo a raya?
A contramano de lo que todos señalan como "lo que siempre pasa en Argentina", el dólar blue tuvo un período muy prolongado en el que no paró de bajar. Y si bien este viernes repuntó unos pesos, es demasiado pronto todavía para hablar de una reversión de tendencia.
Desde octubre de 2020, cuando alcanzó los $195, hasta los $143, hubo un largo recorrido pendiente abajo, en gran parte por una desdolarización de varios sectores de la población para salir a cubrir gastos corrientes y de los dueños de grandes fortunas para cubrir el Aporte Extraordinario.
Sin embargo, de cara hacia futuro, los expertos se preguntan hasta cuándo se mantendrá esta tendencia.
"En los próximos meses, el tipo de cambio oficial va a estar calmo, pero es probable que el paralelo se mueva un poco, de modo que la brecha se ampliará en alguna medida", anticipa Matías Rajnerman, economista jefe de Ecolatina.
La economista Candelaria Botto, en tanto, coincide en que "esto no durará en el largo plazo, sino que el valor actual (pesos más, pesos menos) funcionará como piso para una tendencia futura a la suba", dado que se trata de mínimos históricos para el paralelo, teniendo en cuenta no el valor nominal, sino el valor relativo respecto del tipo de cambio oficial.
Lo cierto es que, en este momento, el comportamiento hacia abajo del mercado ilegal de divisas es muy beneficioso para el Gobierno y contribuye a la calma económica por tres razones centrales:
1. Evita presiones devaluatorias
"Si el blue está más bajo que el solidario, queda claro que no es necesario devaluar", señala a iProfesional la economista Candelaria Botto.
En igual sentido, Joel Lupieri, de Epyca Consultores, apunta que "el hecho de que el dólar paralelo esté bajo o en descenso desalienta la dolarización y la histeria que generan en gran parte de los inversores las expectativas de devaluación". Sostiene que un dólar tranquilo, en Argentina, es interpretado como augurio de un momento de recuperación en la marcha de la economía.
Rajnerman comparte esta mirada cuando comenta que, "si hay menos brecha, la gente no espera que vaya a subir el dólar porque el paralelo está más bajo y esto, a la vez, genera una sensación de calma en la economía por expectativas".
2. Favorece una menor especulación
Claro que la baja en la expectativa devaluatoria es siempre una buena noticia, pero sobre todo lo es en el contexto actual en el que, tal como lo señala Botto, "en marzo, comienza a realizarse la liquidación de la cosecha y los sectores exportadores siempre van a presionar por un tipo de cambio más alto para liquidar mejor".
En este punto también pone foco Rajnerman, dado que comenta que "al estar calmo el paralelo, hay menos incentivo a que se genere algún tipo de efecto rebote de la liquidación de los commodities en el dólar oficial".
Así, comenta que se logra un efecto desincentivador en los exportadores para sacar divisar del oficial y llevarlas al paralelo, una maniobra que –advierte- es ilegal, pero que, "cuando el incentivo es muy grande, algunos están dispuestos a hacer a pesar de los riesgos legales".
3. Permite al BCRA incrementar reservas
Otro elemento importante es el ingreso de dólares a las arcas del Banco Central. Hace unos meses decían en los pasillos de la entidad que, si la soja superaba los u$S 500 era para festejar porque iban a entrar muchos dólares de la liquidación, lo que ayudaría recuperar las reservas. Efectivamente, en la actualidad, se está dando esa situación y, encima, viene acompañada por una baja de la divisa estadounidense.
"Siempre que disminuya la brecha entre el oficial y el paralelo es bueno para que el BCRA pueda hacerse de reservas, que hoy no están muy abultadas. Lo más complicado para la entidad este año era pasar enero y febrero, que suelen ser meses duros, porque ya en marzo comienza la liquidación de las cosechas, lo que favorece el ingreso de dólares al país", detalla Botto en este sentido.
Ante este escenario, ya se empieza a notar que, tras los anuncios del ministro de Economía, Martín Guzmán, de que se va a pisar un poco el tipo de cambio, como se suele hacer en años electorales, los inversores están yendo a herramientas más atadas al CER y a la inflación y se alejan, aunque más no sea temporariamente, del blue.
Las armas que pueden usarse para controlar al dólar blue
Si las cosas suceden como las prevén los expertos y esta presión a la baja sobre el blue comienza a ceder en algún momento, el Gobierno deberá recurrir a las herramientas más efectivas para tratar de mantenerlo bajo, que según los analistas son básicamente cuatro:
1. Subir la tasa de interés
Rajnerman y Lupieri apuntan que una estrategia muy común sería "subir las tasas de interés, hecho que atraería a los pequeños inversores a las colocaciones en pesos y no volcarse al blue", pero el economista de Ecolatina apunta que "el Gobierno no parece dispuesto a tomar ese camino" porque, tal como lo señala su colega de Epyca, "teme a enfriar la tibia recuperación que ha empezado a evidenciar la actividad económica", ya que considera que subir las tasas financieras desalienta la inversión productiva.
2. Aumentar controles
"Otra opción es seguir apostando por un viejo cocktail: control y presión", comenta Lupieri, por su parte. Sin embargo, Rajnerman apunta que es muy difícil reforzar los controles sobre el mercado del blue porque es una plaza que no está regulada y que se maneja por oferta y demanda.
3. Controlar el déficit fiscal
Claudio Caprarulo, economista principal de Consultora Analytica, destaca que "el gobierno está haciendo un esfuerzo fiscal para mostrar un sendero más sostenible frente a sus acreedores, por caso aún en una economía signada por los efectos de la pandemia y atravesando una crisis muy profunda logró tener superávit primario en enero".
4. Operaciones de mercado abierto
En tanto, Francisco Mattig, estratega de Renta Fija de Consultatio Financial Services, apunta que, si de ahora en adelante la brecha se recalienta y empieza a sufrir presiones (lo que impulsaría también al blue), "el BCRA puede seguir haciendo operaciones de mercado abierto (vender sus bonos contra pesos y recomprarlos contra dólares) para mantener la brecha bajo control".
Sin embargo, advierte que eso lo podrá seguir haciendo "siempre y cuando siga comprando dólares en el Mercado Único de Cambio (MULC), porque si no, se queda sin reservas".
Las cuatro medidas parecen de difícil implementación. Por el momento, el foco está puesto en la acumulación de reservas, el ajuste fiscal y el control del mercado cambiario a través de una suba administrada y controlada del oficial, pero acompañada por el incentivo a realizar operaciones con los tipos de cambio financieros.
Sin embargo, Caprarulo asegura que "el mercado descuenta que aún no hay cambios en las expectativas que permitan estimar que la pax cambiaria llegó para quedarse".
Señala que esto se debe, principalmente, a que aún no hay un acuerdo con el FMI y hoy la necesaria acumulación de reservas que tiene que hacer la Argentina de ahora en adelante para afrontar sus deudas en dólares luce como un objetivo muy difícil de alcanzar.
Así, tal como lo anticipa Botto, "habrá que ver cómo funciona todo esto en el marco de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, que genera incertidumbre y dudas y en esos escenarios inciertos, la gente suele recurrir siempre al dólar como refugio infalible".