Antes de poner plata en un plazo fijo, ¿te conviene esperar una suba de la tasa de interés?: esto opina Consultatio
Las tasas de interés en pesos que pagan los plazos fijos tradicionales perdieron claramente contra el 4% de inflación de diciembre, por lo que surge la pregunta en la City si el Gobierno se decidirá por generar rendimientos positivos.
Al respecto, se acaba de publicar un informe de la consultora especializada en inversiones Consultatio, en el que se plantea que este 2021 será el de la reaparición de la política monetaria. Aunque alerta que el "principal escollo" para tomar las medidas necesarias es la política.
En el mismo escrito sostiene que el Banco Central deberá "recuperar el protagonismo" y, por lo tanto, "debemos esperar mayores tasas de interés reales", afirma.
El problema que plantea es que si el Gobierno decide mantener la situación actual, donde los ajustes se dilatan de cara a la elección legislativa, el incremento en el costo del dinero tendrá "una expectativa mucho más debatible".
En este escenario, desde Consultatio se estima que el Gobierno podría ir a un esquema de tasa real positiva, "sin que ello implique una situación insostenible para el balance del BCRA, aunque será clave que la dominancia fiscal no supere el 3% del PBI".
Según la opinión de los expertos de esta consultora de inversión, el objetivo de endurecer la política monetaria es "aumentar el costo de oportunidad de desprenderse de pesos, es decir, de comprar tipo de cambio".
Así, cita al año 2020 como un claro ejemplo, debido a que cuando la tasa se volvió negativa, la brecha se amplió y el Banco Central tuvo que vender dólares.
"La opinión del FMI al respecto es sabida: ve con buenos ojos una política monetaria restrictiva para fortalecer la demanda de moneda local y contener las presiones cambiarias e inflacionarias", afirma Consultatio.
Todo a favor para subir la tasa que pagan los plazos fijos
Ahora bien agrega que la opinión del Gobierno es "más ambigua".
"Por un lado, no creemos que Guzmán se oponga a una política monetaria más contractiva per se, sino porque puede volver insostenible el balance del Banco Central. Pero, hay margen. El principal escollo es la política. Es entendible que resulte difícil pensar en una suba de tasas en un año electoral luego de una pandemia que dejó los niveles de pobreza cerca del 45%", describe el estudio.
Pero advierte que "la necesidad tiene cara de hereje: si la brecha se mantiene elevada (o se amplía), el agro no liquida y los importadores adelantan sus compras, la suba de tasas puede parecer un mal menor, frente a una devaluación del tipo de cambio oficial o frenar virtualmente a cero todas las importaciones".
Es decir, en ese contexto, estima que la suba de tasas generaría un menor "daño" a la economía frente a una devaluación del tipo de cambio oficial.
"Los datos duros parecen respaldar esta idea de suba de tasas como ´último recurso´: la tasa de interés real fue mayor (menos negativa) en años electorales que en años no electorales", recuerda Consultatio.
En parte, sostiene que esto se debe a la menor inflación que suele ocurrir en años electorales porque se "pisan" varios precios.
"Pero también hay subas de las tasas nominales: en promedio, la tasa Badlar privada subió 340 puntos básicos (una variación de +26%) entre el 1 de enero y el 15 de octubre de un año con elecciones, misma situación que lo ocurrido con la tasa de política en el mismo período (+240 puntos básicos o +14%)", ejemplifica.
¿Puede subir la tasa de interés?
Para Consultatio, la situación actual de la macroeconomía local puede tolerar un aumento en la tasa de interés, más allá del considerable nivel de los pasivos remunerados.
"Un aumento de su costo no acabará generando un incremento excesivo del peso de estos, tanto en relación con la economía como con las reservas internacionales", tranquilizan sus economistas.
Para ellos, el desafío es todavía mayor si se considera que el año que viene el Banco Central tendrá que seguir financiando el déficit fiscal (se espera que sea 4,5% del PBI), volcando entre 2,5% y 3,5% del PBI.
"Mayor emisión de pesos equivale a mayores necesidades de esterilización con pasivos remunerados, que son más costosos si sube la tasa de interés", resume el informe.
Por eso, concluye que la tasa de interés real máxima sostenible es positiva. En otros términos, "el Gobierno podría tener una tasa de interés real positiva sin que esto implique profundizar los desequilibrios monetarios".