Un dólar más tranquilo y posible acuerdo con el FMI no es todo: por qué los inversores hoy huyen de Argentina
En medio del "veranito financiero" con el dólar que vive el Banco Central, los bonos de la deuda argentina siguen en modo "paria". No importan los precios a los cuales hayan caído, nadie quiere tocar títulos emitidos por el país. Ni los rendimientos en torno al 16% anual en dólares atraen.
En el Gobierno creen que un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) podría servir para darle oxígeno a los vapuleados bonos, pero muchos creen que -otra vez- el mercado le correrá el arco. O sea, que luego de un programa con el FMI, poco y nada cambiaría. Un revival de lo que pasó luego de la reestructuración de la deuda. ¿Condenados al éxito?
Por lo pronto, los bonos están completamente fuera del radar de los inversores del exterior. "Argentina desapareció del mapa. Antes ocupaba el 70% de mi tiempo y ahora el 5%. Algunas consultas tuve por el caso de YPF, pero la falta de acción por parte del Gobierno en mostrar un plan, acordar con el Fondo y en general sus políticas, hace que poco y nada suceda. No hay nada que pueda generar atracción a los inversores de afuera. Eso se refleja en el precio de los bonos", reconoció ante iProfesional el jefe de trading de un banco internacional que opera en Nueva York.
El desinterés total y panorama desolador
El riesgo país sigue subiendo y está en torno a los 1.450 puntos básicos. La Argentina pagaría una tasa exorbitante para endeudarse si tuviera que hacerlo. Sube el costo de endeudamiento casi 400 puntos desde que salió del default. Y los países comparables tienen niveles de riesgo país de 250 o 150 unidades. Al país se le va el tren del financiamiento regalado en el mundo por pura impericia.
"Los bonos están ahí clavados, no se han movido, no han seguido con el humor externo que sí se vio en otros países de la región. Hay cero visibilidad para adelante, por eso no hay ningún interés", agregó el banco de Wall Street.
Algunos creen que el derrape de los bonos podría estar cerca de su final sencillamente por una cuestión de precios. "¿Pero no es exagerado el castigo a los bonos? Cobrando bajísimos cupones en era Fernández y suponiendo una reestructuración en diciembre del 2023 al estilo 2001 (quita 65%), a estos precios se gana hasta 5% anual en dólares", dice la consultora 1816.
Algunos bancos habían salido el año pasado a recomendar títulos argentinos tan sólo porque estaban "regalados". La apuesta salió mal y nunca se recuperaron. No aparecen los compradores "marginales" a estos valores de los títulos y eso es lo que más preocupa.
"Están en la lista de intocables. Precisamente, porque no hay valor detrás de ellos. No pagan cupones apreciables ni tienen una historia (cómo sería en el caso de un Gobierno o plan económico creíbles). No hay ninguna razón para comprar bonos argentinos", destacó otro banquero del exterior, que se jacta de haber recomendado vender al minuto siguiente que sus clientes recibieron los nuevos emitidos por Martín Guzmán.
¿Dudas por un acuerdo con el Fondo Monetario?
Ni siquiera un acuerdo con el FMI entusiasma a los bancos de Wall Street. La tardanza en mostrar "algo" y las dudas acerca de si finalmente el programa será "lavado" y sin despejar demasiado el panorama hacia adelante, generan dudas.
De hecho, algunos especulan con el acuerdo podría demorarse. Delphos Investment dice que el mayor escollo para el gobierno durante el corriente año es el de cerrar un acuerdo con el FMI que se ajuste a sus condicionamiento políticos e ideológicos. "Con el potencial regalo de una más valiosa cosecha gruesa (aún restan ver las cantidades), la facción más política del gobierno podría verse tentada a diferir el acuerdo con el FMI para después de las elecciones, de manera de poder moverse sin restricciones durante el año corriente año electoral", señalan.
"No se ve por ahora un gran apuro en el Gobierno por acordar con la entidad financiera global, lo que lleva a incrementar las sospechas de una dilación. No serían buenas noticias para los activos financieros de nuestro país, especialmente para los bonos nominados en dólares", reconoce Delphos.
Sea como fuere, el país está fuera del radar de los inversores y no habría demasiados incentivos para volver. Algunos creen, incluso, que el ostracismo financiero para la Argentina seguirá los 3 años que le restan a Alberto Fernández en el poder. Se verá. Por ahora, nadie habla de la Argentina.