Plazo fijo UVA y bonos CER: así funcionan estas dos opciones para sacar ventaja de la inflación
El dato de inflación de noviembre estuvo a mitad de camino entre lo que esperaban al interior del Gobierno y lo que proyectaban las consultoras. Finalmente, no fue ni 3% -como hubieran querido los funcionarios- ni 3,6% -como proyectaba el último REM-, sino 3,2%.
En lo que va del año, la inflación avanzó 30,9% y en los últimos 12 meses saltó 35,8%. Desde el punto de vista del bolsillo, el aumento de precios es, sin dudas, una mala noticia. No obstante, algunas inversiones permiten sacar ventaja de la suba de la inflación. Entre ellas, los plazos fijos UVA y los bonos que ajustan por CER.
"Tomando en cuenta que diciembre suele ser un momento de alta demanda y alta liquidez (por el pago de aguinaldos, fiestas, vacaciones) parece evidente que las mejores opciones para los inversores minoristas reside en atarse a activos que estén indexados: bonos CER o plazos fijos UVA", explicó Joel Lupieri, de EPyCA Consultores.
Para conservadores: Plazos fijos UVA
Los plazos fijos que ajustan por inflación son una buena forma de cubrirse contra el avance de los precios. De fácil constitución, son ideales para los pequeños ahorristas.
Entre las opciones vigentes, el plazo fijo UVA precancelable es la mejor porque, aunque tiene un plazo mínimo de 90 días, se puede rescatar a partir del día 30.
De acuerdo a la regulación del Banco Central (BCRA) estos plazos fijos pagan, como mínimo, UVA 1%. Por lo tanto, tienen una variación positiva real de un punto (anual) por encima de la inflación. En el caso de precancelar, en cambio, ese ajuste se pierde y el depositante se lleva una tasa fija de 30,5%.
Para Lupieri, los plazos fijos UVA "tienen la ventaja de ser más intuitivos para el gran público inversor". "La gente ya está acostumbrada a constituir plazos fijos, y los UVA son sólo una adaptación del tradicional. Su principal desventaja reside en el hecho de que tienen un plazo mínimo de permanencia y su rendimiento real no es tan atractivo (1%) por encima de los saldos ajustados", completó.
Bonos que ajustan por inflación
Otra alternativa algo más osada -pero también con mejores rendimientos- son los bonos CER. Al igual que el plazo fijo, ajustan por inflación pero la diferencia es que se puede desarmar rápidamente la posición. Además, según el precio al que se compran, la tasa real es mayor o menor.
"La inversión directa en un bono CER es la opción más natural para cubrirse contra la inflación. El bono más corto, el T2X1, vence el 17 de abril, en 4 meses. Casi compite con el plazo mínimo de un plazo fijo UVA y hoy rinde CER 6%", indicó José Ignacio Bano, gerente de Research de InvertirOnline.
Y agregó otra opción: "El TC21, que vence el 22 de julio, rinde 6,6%. En cualquiera de estos dos bonos, la gran ventaja es que protegen ante la inflación y que, al ser cortos, no tienen riesgo de que baje el precio porque el inversor se los puede quedar hasta el vencimiento. Aunque, si quiere, también lo puede vender antes".
A su turno, Lupieri apuntó otra alternativa: "Un bono ajustado por CER, por ejemplo el Boncer (TX24) tiene algunas ventajas con respecto al plazo fijo UVA. No sólo permite indexar el capital, sino que además no hay plazo de permanencia y los rendimientos (tasa interna de retorno de 1%) se encuentran muy cerca de lo que paga el plazo fijo UVA sobre los saldos ajustados".
No obstante, el economista recordó que para invertir en bonos CER hay que tener una cuenta comitente, esto es, una cuenta en una casa de Bolsa. Lupieri consideró que eso "excluye a una parte importante de la población local dada la escasa cultura financiera que existe".
Por su parte, Joaquín Candia, sales y trading de Bavsa, señaló que "la curva de estos bonos tiene una forma normal, es decir, que los bonos de corto plazo rinden menos que los de largo" pero destacó que los títulos con vencimientos más cercanos tienen poco potencial de suba en su precio.
"La situación cambia cuando nos posicionamos en el tramo medio de la curva, en donde se ven subas potenciales mayores al 5%", añadió.
Por su parte, el asesor financiero Mauro Cognetta recordó que otra forma de ingresar en los bonos CER es mediante los fondos comunes de inversión (FCI) que tienen un plan de inversión de ese tipo.
"Me gustan los bonos CER. Hay dos estrategias, según el tipo de inversor. Una es entrar al FCI. La otra, armar una cartera diversificada donde ponderaría una duration más corta, con el TC21, que tiene rendimiento positivo y después me iría hasta un TX24, que tiene una tasa real muy interesante, de 7,49%", afirmó.
La carrera contra el dólar
Más allá de las inversiones directas en inflación, Bano sumó dos alternativas más especulativas para apostar a un repunte de la inflación en forma indirecta.
"El último REM habla de una inflación de alrededor de 50% para 2021 y pronostica el mismo movimiento para la devaluación del peso. Entonces, ¿qué pasa si me coloco en un instrumento en dólares? Si teóricamente los dos van a rendir lo mismo, puedo comprar un bono en dólares que rinde 16%. Claro que esto tiene riesgo precio y, además, se tiene que dar el supuesto respecto de la inflación y el tipo de cambio. No es mi recomendación principal pero es una jugada para pensar", sugirió.
La otra posibilidad, para quienes no se quieren arriesgar tanto, es directamente aprovechar la baja del dólar Mep y comprar billetes. "Ahí compite el dólar, sin tasa más allá de la devaluación, contra el rendimiento real de los bonos CER. Quien haga esta operación estaría apostando a que el tipo de cambio oficial se va a escapar antes que la inflación. Es más especulativo pero puede pasar", sostuvo Bano.
Buenas perspectivas
Más allá de los bonos o las estrategias de inversión en particular, los analistas coinciden en que los instrumentos que ajustan por inflación estuvieron entre los más demandados del año y que continuarán siendo una buena apuesta en los próximos meses.
"Desde comienzos de la cuarentena, a fin de marzo, la curva CER comprimió un montón de tasa (es decir, subieron los precios). Eso le dio un rendimiento muy positivo a los FCI dólar linked, que los usaban para hacer sintéticos. Esa suba se detuvo entre agosto y fines de octubre. Sin embargo, desde ese momento, empezó el repunte de los bonos CER, que se acentuó en noviembre. Ahora están en una meseta, con la parte corta de la curva en terreno negativo", recordó Cognetta.
Las colocaciones del Gobierno también ayudaron a completar la curva CER. Así lo expresó Candia: "Los bonos que ajustan su capital mediante CER fueron uno de los activos que estuvieron en la boca de todos los inversores durante este año tan particular. El Gobierno entendió desde un primer momento que si quería financiarse en el mercado local debía ofrecer instrumentos que ajusten su capital debido a la fuerte desconfianza que recae tanto sobre el nivel de precios como de la cotización del dólar".
Hacia adelante, las expectativas de los analistas indican que la inflación seguirá alta. Según el último REM, no esperan que baje de 3% mensual en los próximos 6 meses. Además, la inflación núcleo de noviembre (que no incluye el impacto de los precios estacionales o regulados) estuvo por encima del nivel general y genera más presión para los próximos meses.
"Evidentemente, este dato de inflación viene a reforzar lo resiliente de la inercia de precios al alza que estamos transitando. Queda claro que con un IPC núcleo de 3,9% podemos pensar en que las tensiones inflacionarias se están acelerando", consideró Lupieri.
En la misma sintonía se manifestó Candia. "La inflación núcleo se mantiene en niveles altos y aún falta el mes de diciembre, en el que siempre hay tensión en los precios. Esto es lo que se encuentra mirando el mercado y genera que estos activos no pierdan su atractivo ya que las expectativas tienen en cuenta que hay precios que se encuentran limitados", dijo, en referencia a las regulaciones de tarifas, entre otras.
Por eso, Candia resaltó que los bonos CER "son usados principalmente como cobertura" y que "en el precio se está pagando una relativa tranquilidad en caso de que haya un rebrote inflacionario".