Víctor Beker: "El Gobierno reaccionó tarde frente a una insólita brecha cambiaria"

Diciembre lleva a que se comience a proyectar lo qué sucederá en 2021, período donde se contempla que habrá un escenario hipotético de paulatina normalización de las distintas actividades de la economía.

Lo cierto es que el año que viene también estará en foco el acuerdo definitivo que el Gobierno establecerá con el Fondo Monetario Internacional (FMI), con las consecuencias y ajustes pactados.

Para analizar estos temas y tener un panorama sobre cómo puede terminar el 2020, iProfesional entrevistó al reconocido economista Víctor Beker, cuyos libros se estudian en diversas carreras de la Universidad de Buenos Aires (UBA), y que además es director del Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano (UB).

-¿De qué manera considera que la economía finalizará el año?

-Vamos a terminar el año con una caída en el PBI mayor al 10%, con una inflación en el orden del 35% a 40% y una pobreza superior al 40%. Son datos sumamente preocupantes y que deberían llevar a un gran esfuerzo concertado de toda la sociedad, para enfrentar esta pandemia económica. Lamentablemente, cada sector sólo trata de salvar su parcialidad sin advertir que su suerte está atada a la de los demás.

-¿Qué temas le preocupan en este momento del país?

-Al fracaso de la cuarentena, donde Argentina es uno de los países con mayor cantidad de muertos por millón de habitantes, se suma el fuerte retroceso económico y un nivel de pobreza que nos ubica en niveles sólo comparables con los que históricamente han imperado en Centroamérica. 

-Para las fechas de fin de año suele haber un salto en el precio del dólar, ¿qué considera que puede pasar esta vez con el tipo de cambio?

-Mientras se mantenga la política de absorción de liquidez iniciada a fines de octubre, no debería registrarse una variación significativa en la cotización de la divisa.

Para Beker, desde octubre el Gobierno controló al dólar, pero la inflación tendrá niveles altos al inicio de 2021.

-La inflación es otro de los temas preocupantes, ¿considera que puede llegar a dispararse como muchos analistas sostienen?

-El hecho que a fin de año concluya el congelamiento de tarifas de servicios públicos, junto con los incrementos en combustibles, prepagas, colegios privados, celulares, Internet, televisión por cable, entre otros, preanuncian un comienzo de año con niveles altos de inflación mensual.

-¿Cómo analiza las medidas que ha tomado el Gobierno hasta el momento? ¿Sirven?

-El Gobierno se centró en tratar de combatir la pandemia con una prolongada cuarentena, que tuvo un alto costo económico y no dio los frutos esperados en materia sanitaria.

Llevó adelante una exitosa reestructuración de la deuda externa, mantuvo la competitividad del tipo de cambio comercial y así obtuvo una balanza comercial favorable a lo largo de 2020.

Es decir, reaccionó tarde frente a una insólita brecha cambiaria que distorsionó las expectativas de los agentes económicos. Sólo a fines de octubre rectificó el rumbo y comenzó a revertir dichas expectativas.

El acuerdo con el FMI podría darle "aire" al Gobierno para poder encauzar la economía, dice Beker.

-¿Cómo analiza la negociación con el Fondo Monetario Internacional que está comenzando este Gobierno?

-El Gobierno se propone llegar a un acuerdo de facilidades extendidas que le permita obtener un plazo de unos 10 años para pagar la deuda heredada de la gestión anterior. El objetivo es plausible y, de alcanzarse, daría un respiro hasta que la economía argentina se recupere de la doble pandemia: la sanitaria y la económica.

-Desde su visión, ¿qué aspectos relevantes considera que debería tratar el Gobierno de los que observa que no se está enfocando?

-El Gobierno subestima la importancia de las tres "i" que hoy son clave en nuestra economía: inflación, inversión e innovación.

Se requiere un plan integral de ataque a la inflación basado en medidas coordinadas en materia monetaria, cambiaria, fiscal y de precios y salarios. Sin inversión no hay crecimiento, y sin crecimiento no hay empleo ni reducción de la pobreza.

La pandemia ha acelerado la velocidad de la innovación tecnológica en el mundo. O nos subimos al tren o seremos parias tecnológicos. En el siglo XXI las cosas no se arreglan atándolas con alambre.