El dólar blue vuelve a saltar y pone en alerta al mercado: qué puede pasar con la brecha cambiaria, según expertos
El dólar blue volvió a dominar la agenda de los argentinos. El precio del dólar en las cuevas financieras de la city porteña arrancó el viernes con una disparada de siete pesos, alcanzando los 174 pesos para la venta, si bien luego recortó la suba y operaba en 172 pesos.
Con esta suba el tipo de cambio informal minorista se ubicaba en el nivel más alto desde el 14 de octubre cuando se posicionó en un precio de 171 pesos. Cabe recordar que el 23 de cotubre había alcanzado el récord de $195.
Ahora, tras la recuperación de los últimos días, la distancia que lleva la divisa informal con el tipo de cambio mayorista sigue siendo alarmante para los expertos.
Si bien la brecha cambiaria llegó a un techo de 150% el mes anterior, ahora se ha estabilizado en torno al 115%. Un nivel que volvió a los registros de septiembre, que dicho sea de paso, había sido el más elevado de los primeros nueve meses del año.
Ante esta distancia persistente, surge la pregunta respecto si esta brecha es sostenible en el tiempo y hasta cuándo podría perdurar. Para despejar estas dudas, iProfesional consultó a un grupo de economistas.
¿Es sostenible esta brecha?
Los economistas no dudan que la brecha cambiaria es demasaido elevada como para ser sostenible en el tiempo.
Para Lorena Giorgio, economista principal de la consultora Econviews, se debe diferenciar entre dos cuestiones. "Una pregunta es hasta cuándo se podrá sostener la brecha cambiaria, y otra es hasta qué punto se está dispuesto a pagar el costo de mantener esta brecha", resume.
Respecto a la primera cuestión, indica que la experiencia reciente argentina demuestra que "es posible (aunque para nada deseable) mantener una amplia brecha cambiaria durante varios meses".
Sin embargo, aclara que los costos de esta situación son "muy altos", porque prácticamente no ingresan dólares frescos para producción, el cepo súper reforzado restringe importaciones y, por ende, atenta sobre la recuperación de la economía.
"Estamos observando una fuerte indexación de la nueva deuda en pesos que constituye un gran riesgo para el Tesoro, ante un fogonazo inflacionario o un salto del tipo de cambio. Las expectativas de devaluación están por las nubes, y limitan proyectos de producción, exportaciones e inversión", completa Giorgio.
En este sentido, Natalia Motyl, economista de la fundación Libertad y Progreso, asegura que la brecha cambiaria "no es sostenible por mucho tiempo".
Y agrega: "Como se comportó el mercado cambiario, podríamos tener unas fiestas bastantes turbulentas. Lamentablemente, a la Argentina ya no le quedan más opciones porque no posee margen monetario, ni la certidumbre en los mercados suficiente como para seguir aplicando ´parches´ cortoplacistas, como venía hasta ahora".
Al respecto, Guido Lorenzo, economista jefe de LCG, opina que la clave ahora "pasa por ver la dinámica de reservas internacionales, mientras las mismas sigan cayendo, se hace evidente que la situación no es sostenible".
Entonces, afirma que por más que las medidas de corte más heterodoxo puedan dar resultados, si no hay un cumplimiento de los compromisos con reducir el déficit fiscal y la emisión monetaria, "la expectativa de depreciación nuevamente se hará presente y, en consecuencia, habrá más demanda de divisas".
En ese sentido, Lorenzo coincide con lo que afirmaba Motyl previamente: "Diciembre es un mes clave, existirá monetización del déficit y nuevamente podrá surgir inestabilidad".
Para Geretto, "en pocas palabras, la brecha no tiene techo".
Ello lo ejemplifica con el caso paradigmático de Venezuela, que en enero de 2018 tenía el bolívar oficial en menos de 100 bs por dólar, mientras que el paralelo estaba en más de 100.000 bolivares por dólar.
A partir de allí, recuerda el experto que la brecha se redujo con el proceso de hiperinflación y escalada del tipo de cambio oficial.
"En el caso argentino, una alta brecha, históricamente mayor al 50%, no ha durado un año antes que el dólar oficial salte. Por tanto, se puede decir que la brecha puede llegar alto, pero no lejos", alerta Geretto.
Consecuencias de la brecha alta
En definitiva, la alta brecha cambiaria trae numerosas consecuencias que afecta a la economía y al desarrollo del país.
-La primera víctima son las reservas, dice Geretto. Y suma: "Al haber un dólar oficial bajo en relación a los alternativos, quita incentivos a liquidar exportaciones, a la vez que aumentan los incentivos a realizar cualquier importación o pagar deuda financiera con el exterior".
-También, una alta brecha aumenta las expectativas de devaluación del mercado.
-Se distorsionan todas las decisiones de ahorro e inversión, donde se comienza a ahorrar en bienes durables, o se accede a dólares no oficiales más caros con alto tipo de cambio real.
"Se puede afirmar que una alta brecha cambiaria a nivel macroeconómico produce un ahorro sub-optimo, tanto en cantidad como en calidad de los instrumentos usados para ahorrar", concluye Geretto.
Motivos que impulsan a la brecha
A continuación, este experto relata a iProfesional cuáles son los principales tres aspectos que inciden en que haya una brecha cambiaria elevada.
1. Política Monetaria y Fiscal
La cuestión monetaria y fiscal está en primer lugar. Actualmente, se proyecta un déficit primario 2020 en torno al 7% del PBI, donde la gran parte se financia con emisión monetaria.
"Por lo tanto, es importante reducir el déficit para reducir la emisión. Sin poder normalizar ambas variables, será muy difícil contener la alta brecha respecto al dólar oficial", subraya Geretto.
Además, Motyl resalta el problema del déficit del sector público, que "requiere de inyección de pesos para financiarlo. Hasta que no se reduzca el gasto, por más de que anuncien que no van a girar más plata al Tesoro; el programa carece de credibilidad".
Por lo que todos esos pesos excedentes durante los últimos meses, presionaron a la baja del valor de la moneda nacional. Entonces, parte de esos pesos sobrantes terminaron en el dólar paralelo.
Adicionalmente, la tasa de interés, que en el caso de los plazos fijos minoristas se ubica en 37%, no llega a cubrir la inflación esperada debido a que se ubica en torno al 50% para los próximos 12 meses. "Así, sin una tasa real positiva, no hay incentivos a permanecer posicionado en moneda local", sentencia Geretto.
2. Inflación y confianza de inversores
La coincidencia es que una reducción en la tasa de inflación brindará una mayor confianza en el peso, aumentando su demanda y disminuyendo la dolarización de carteras.
El hecho es que Argentina desde hace 10 años tiene una inflación mayor al 20%, lo cual hace difícil que los instrumentos en pesos sean elegidos como alternativa de ahorro.
"En adición, es importante un programa macro que tenga una alta consistencia monetaria y fiscal, y que ayude a despertar la confianza de los inversores. Sin este elemento, va a ser muy difícil contener la brecha", resume Geretto.
3. Reservas
Finalmente, el bajo nivel de reservas internacionales, en términos netos, están por debajo de los u$s7 mil millones.
Incluso, como consignó iProfesional, las reservas líquidas netas, según otros economistas, ya son negativas y, por ende, el poder de fuego del BCRA es muy limitado. Si bien todo indicaría que este mes la autoridad monetaria podría revertir la caída de divisas, en lo que va del año tiene números en rojo vivo: alrededor de u$s5.500 millones de caída.
Todo esto le brinda escaso margen de maniobra al Banco Central para poder eliminar los controles cambiarios."Estos son los que permiten la existencia de distintos tipos de cambios o contener una devaluación sin cepo, por lo que aumentan la devaluación esperada", concluye Geretto.