El Banco Central cortó la sequía en el mercado cambiario pero disparada del dólar blue opacó los festejos
/https://assets.iprofesional.com/assets/jpg/2020/01/489141.jpg)
Una de cal y una de arena. El día que el Banco Central cortó una extensa racha negativa de ventas en el mercado cambiario, con una módica compra de u$s20 millones, el dólar blue se disparó y terminó negociándose en un nuevo récord de $155, una suba de 3 pesos en el día. Así, la brecha cambiaria entre el dólar minorista y el que se consigue "sin dejar huellas" al fisco está en torno al 90%.
El blue, el único libre en la Argentina ya que las cotizaciones financieras están reguladas por el Gobierno, se transformó en el precio más caro para adquirir billetes. Esto es así porque el contado con liquidación cerró en $150 (con una baja este miércoles) y el MEP o "Bolsa" quedó en $141.
Cautela a la espera que abra Ezeiza
El mercado del "blue" estuvo golpeado porque la oferta que venía de los ahorristas que compraban el "solidario" ya no existe más después de las restricciones casi totales para adquirir divisas. Sin embargo, la falta de oferta presiona a que la demanda (escasa) se tenga que pagar a un precio mayor.
"Desde que virtualmente devaluaron y aplicaron nuevos impuestos y cerraron el homebanking a casi todos, los precios subieron. No es que hubo mucha demanda pero lo cierto es que se dio el movimiento natural: los precios suben a la par del oficial", explicaron desde una "cueva" de la City a iProfesional.
Los "cueveros" dicen que el precio del blue seguirá el ritmo de devaluación oficial. "Y eso que no existe demanda para viajar porque Ezeiza está cerrada. Cuando abran muchos argentinos se van a ir de viaje a Miami y la demanda se va a multiplicar. Porque es un chiste el cupo de 200 dólares. Creo que por ahora va a acompañar lo que haga el BCRA y el oficial, pero la tendencia es claramente para arriba", agregan desde una financiera que opera el "blue".
El salto del "blue" opaca la compra del Banco Central. La entidad que maneja Miguel Angel Pesce compró dólares en el mercado de cambios por primera vez en lo que va de octubre. Fueron u$s20 millones pero con un volumen muy bajo. Se hicieron u$s161 millones, casi la mitad que un día habitual.
Para el analista financiero Christian Buteler, "devaluar no sirve de nada". "El Gobierno hace 15 días devaluó el tipo de cambio efectivo (es el que realmente pagás) al poner un nuevo impuesto de 35%. Eso, además de no solucionar el problema, lo agravó y creó otros (salidas de depósitos)", advirtió.
Y sostuvo que el dólar saltó de $17 a $135 en 3 años y "hoy estamos peor". "No es una devaluación lo que se necesita, es un plan económico integral sustentable que genere confianza y nos saque del pozo. Más devaluación será más inflación y más pobreza", remarca.
Un mal arranque para el eterno vice
Para Buteler, "las medidas que viene tomando el BCRA sólo han incrementado la desconfianza sobre el peso y la situación financiera de la Argentina, impulsando las brechas cambiarias, la salida de depósitos y la caída de reservas".
Pero la sangría de la entidad viene de vieja data. Hace tres meses seguidos -y contando- que Miguel Ángel Pesce vende dólares en el mercado oficial. Es más, desde que asumió el 10 de diciembre del 2019 hasta hoy, el banquero central sólo pudo comprar en tres meses (enero, marzo y junio) y fue vendedor en seis. Así, la gestión Pesce tiene un saldo negativo de u$s3.500 millones en lo que va de este complicado año.
El panorama para Pesce, un "radical K" que estuvo en el "banco de suplentes" durante más de 10 años para llegar ahora a la presidencia de la entidad después de haber sido vice de Martín Redrado, Mercedes Marcó del Pont y Alejandro Vanoli, luce complejo no sólo por la crisis cambiaria sino por el desgaste que está sufriendo políticamente. Fuentes del sistema financiero que suelen dialogar con Pesce y sus allegados, dicen que su cargo está "atado con alambre" y que su permanencia depende exclusivamente de la decisión presidencial.
El número uno del BCRA es del "riñón" de Alberto Fernández y resiste las operaciones de un sector del Gobierno que habla de la mala praxis por la crisis del dólar. Ya son conocidas sus diferencias con el Ministerio de Economía, algo que complica la sinergia de políticas en medio de la tremenda crisis de confianza que atraviesa el oficialismo. Pero, cuentan las mismas personas que suelen hablar con allegados a Pesce, el temor es que "Cristina le pique el boleto".