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Sangría interminable pone en jaque a Pesce: hace más de tres meses que el BCRA vende dólares y se teme el peor final

A pesar de las últimas medidas económicas, la posición del Central no deja de deteriorarse y en la City se intensifican las versiones de cambios
07/10/2020 - 07:00hs
Sangría interminable pone en jaque a Pesce: hace más de tres meses que el BCRA vende dólares y se teme el peor final

Mientras que el Gobierno espera que lleguen los dólares de los exportadores, algo que pareciera no sucederá como lo esperaba, el Banco Central sigue desprendiéndose de divisas en el mercado oficial. La racha negativa preocupa a propios y extraños: la mesa de dinero del Central se vio obligada a vender todos los días de este mes (fueron cuatro ruedas consecutivas) y ya acumula un saldo negativo de alrededor de u$s200 millones. 

Pero la sangría de la entidad no es algo nuevo. Hace tres meses seguidos -y contando- que Miguel Ángel Pesce vende dólares en el mercado oficial. Es más, desde que asumió el 10 de diciembre del 2019 hasta hoy, el banquero central sólo pudo comprar en tres meses (enero, marzo y junio) y fue vendedor en seis. Así, la gestión Pesce tiene un saldo negativo de u$s3.500 millones en lo que va de este complicado año.

El panorama para Pesce, un "radical K" que estuvo en el "banco de suplentes" durante más de 10 años para llegar ahora a la presidencia de la entidad después de haber sido vice de Martín Redrado, Mercedes Marcó del Pont y Alejandro Vanoli, luce complejo no sólo por la crisis cambiaria sino por el desgaste que está sufriendo políticamente.

Fuentes del sistema financiero que suelen dialogar con Pesce y sus allegados, dicen que su cargo está "atado con alambre" y que su permanencia depende exclusivamente de la decisión presidencial. El número uno del BCRA es del "riñón" de Alberto Fernández y resiste las operaciones de un sector del Gobierno que habla de la mala praxis por la crisis del dólar

Ya son conocidas sus diferencias con el Ministerio de Economía, algo que complica la sinergia de políticas en medio de la tremenda crisis de confianza que atraviesa el oficialismo. Pero, cuentan las mismas personas que suelen hablar con allegados a Pesce, el temor es que "Cristina le pique el boleto". 

Pesce, bajo presión, es objeto de versiones sobre su continuidad
Pesce, bajo presión, es objeto de versiones sobre su continuidad.

Pesce, en el ojo de la tormenta

"No hay muchas chances de que Miguel (Pesce) salga bien parado de esto. Está todo demasiado jugado y las alternativas en caso de cambiar las expectativas, como el desdoblamiento o una devaluación más brusca, lo eyectarían de su puesto. Creo que como buen soldado acatará, llegado el caso, y hará el ´trabajo sucio´. Pero no hay vida para Pesce en el Central después de eso", contó a iProfesional un banquero privado que tiene diálogo estrecho con el BCRA.

El Gobierno y el Central están intentando evitar una devaluación acelerada del tipo de cambio oficial. Es lo que el consenso del mercado cree que pasará, más tarde o más temprano: bancos como JP Morgan, Barclays, Bank of America y otros más creen que es "inevitable". De alguna manera, es una hipótesis que el mismo Guzmán está "avalando": lanzó bonos en pesos atados al dólar oficial (dólar link) para que los inversores (cautivos como los institucionales) puedan resguardarse en caso de una megadevaluación. 

¿Para qué se utiliza un instrumento así si lo que se quiere evitar es la sensación de que eso pasará? Como fuere, Economía recolectó el equivalente en pesos a u$s1.800 millones en su primera subasta. Un monto no menor que habla a las claras de que incluso aquellos inversores obligados a estar en pesos (banco, compañías de seguros, etc.) temen por una suba del dólar

Además de esto, el BCRA opera en los contratos de dólar futuro para intentar convencer de que la devaluación no será parte del panorama argentino. De hecho, la entidad estuvo creciendo la cantidad de contratos de dólar futuro y -según estimaciones del mercado- ya tiene una posición vendida que orilla los u$s6.000 millones a finales del mes pasado. El Central en este caso no vende dólares sino contratos que se compensan (pagan) en pesos, con lo cual no hay caída de las reservas internacionales.

Precisamente, si las reservas no dejan de caer (algo no sucede únicamente por el saldo oficial en el mercado de cambios sin por otros factores) es que las presiones para tomar medidas más drásticas estarán a la vuelta de la esquina. Es que en el año las arcas oficiales caen u$s3.655 millones y están en u$s41.126 millones.

Pero las "líquidas", o sea las que rápidamente puede "entregar" sin tener que salir a vender el oro o activar el swap con China, son menos de u$s2.000 millones. Y las "netas", que incluyen estos activos, estaría en torno a u$s6.000 millones.

Pese al estricto cepo, el Central no logra detener la sangría de reservas
Pese al estricto cepo, el Central no logra detener la sangría de reservas.

Desconfianza extrema

Los críticos dicen que cuando asumió Mauricio Macri con Federico Sturzenegger en el BCRA, las reservas netas eran negativas. Ese Banco Central, con la "confianza" que despertaba el inicio de ese Gobierno, rápidamente tomó préstamos con bancos para sumar rápidamente dólares y así levantar el cepo.

Esa alternativa no la tiene Pesce. El gobierno de Alberto Fernández genera desconfianza extrema en el mercado y los bonos de la deuda rinden 15% en dólares, algo que hace inviable tomar préstamos de corto plazo con bancos internacionales para robustecer las reservas.

Mientras tanto, la dinámica de la crisis sigue su rumbo y el Central de Pesce no logra frenar la sangría de dólares ni achicar la brecha cambiaria. El dólar contado con liqui cerró este martes en $153 (un nuevo récord) y la brecha con el oficial es del 97%. Y el "blue", el precio al cual los ahorristas de a pie pueden comprar ya que el "solidario" fue discontinuado virtualmente por la catarata de restricciones, también volvió a subir y se vendió a $152 (con una brecha del 85%). 

¿Cómo terminará la historia? Difícil saberlo. Pero para el mercado el destino ya está trazado y el Gobierno está tapando el sol con las manos. "Está claro que han postergado la devaluación. Una devaluación al pedo, inútil, generada por la emisión de moneda. Esto termina con un aumento de la nominalidad. La vida continua y la gente va a seguir haciendo transacciones", pronosticó hace unos días el siempre elocuente Carlos Melconian.