Por qué fracasaría el plan del Gobierno para conseguir dólares del campo, según experto
El Gobierno necesita dólares frescos para calmar un frente cambiario que se torna cada vez más tormentoso. Para lograrlo, por estas horas apura un acuerdo con el campo para acelerar la liquidación de divisas.
De confirmarse, el acuerdo permitirá que las exportadoras apuren a liquidar divisas a cambio de beneficios fiscales.
¿Será esta la solución que buscan la Casa Rosada y el Banco Central? El economista y especialista en agro Salvador Di Stefano se mostró escéptico y afirmó que el plan oficial "está lejos de la realidad".
El consultor explicó que no será fácil incentivar la liquidación, porque en realidad los productores no están acumulando o especulando, sino que retiene por una estrategia lógica y estacional de su negocio.
Para Di Stefano, el plan del Banco Central "está lejos de la realidad porque el productor en esta etapa retiene mercadería, porque desconoce si en los meses siguientes la seca podría dejarlo con menos recursos, y confía más en tener un silo bolsa en el campo, que es difícil de robar, antes que dólares billetes, que le dan mucha más inseguridad".
¿Menores retenciones apurarán la liquidación?
La propuesta oficial al campo incluye una disminución en las alícuotas de las retenciones que pagan las exportaciones de soja y de carne bovina, aunque todavía no trascendieron los números finales.
Para Di Stefano, una rebaja impositiva podría no ser suficiente.
"Un incentivo podrá ser que el productor logre los u$s 206 billetes vivos que obtenía cuando la soja valía en el mercado u$s250 oficiales y la brecha era muy baja (situación de diciembre de 2019). Hoy, el hombre de campo logra u$s150,8 billetes vivos y la soja vale en el mercado u$s275 oficiales la tonelada", advierte.
"Para lograr revertir esto, debería dejar las retenciones de soja en 0, y no llegaría porque el hombre de campo obtendría solo u$s198 vivos", subraya.
El consultor pide que "no quieran demonizar al campo", dado que "la culpa de la falta de dólares es que carecemos de una política monetaria y cambiaria, tenemos déficit fiscal y vivimos espantando inversiones".
"El campo necesita menos presión tributaria, pero lo que más necesita es que la inflación sea de un digito. La devaluación al campo no le sirve, lo que hoy se devalúa mañana se pierde. Se necesita plan económico, pero la sensación es que no está disponible", concluye Di Stefano.
En busca de un cambio de expectativas
El momento es clave: la caída constante de las Reservas puso en jaque al mercado cambiario. La brecha entre el dólar mayorista y el "contado con liqui" trepó ayer martes al máximo del 96%, lo que para muchos observadores luce inviable en el corto plazo. Esa diferencia en las cotizaciones retrae la oferta de divisas y potencia la demanda, lo que lleva al BCRA a perder Reservas todos las jornadas.
En la presentación de las cerealeras, las compañías pusieron sobre la mesa que existen alrededor de 23 millones de toneladas de soja sin vender en manos de los productores, lo que equivale a unos 6.800 millones de dólares.
De acuerdo a las estimaciones del propio Gobierno, los ruralistas acumulan unas 17,5 millones de toneladas de soja sin vender, que a un precio de u$s380 la tonelada totalizan unos u$s6.600 millones.
Más allá de estas mínimas diferencias, lo cierto es que un acuerdo de este tipo sería muy potente en el actual contexto de caída permanente de las Reservas.
Hasta ahora, el ministro de Economía no quiso otorgarles a los ruralistas los beneficios fiscales que piden. La confrontación con Pesce está a la vista: mientras uno cuida las cuentas fiscales (Guzmán), otro cuida las Reservas, en medio de un goteo permanente (Pesce).
La idea que se barajó en las conversaciones pasaría por abrir una ventana de 60 a 90 días durante los cuales aquellos productores que vendan se beneficiarán de un beneficio impositivo. Uno de los borradores admite tomar parte de las retenciones por el stock sin vender como pago a cuenta de Ganancias. Concretamente se mencionó la posibilidad de imputar el 20% de ese monto a Ganancias del año que viene.
Otra de las posibilidades abordadas consiste en bajar las retenciones a algunos productos de la soja, también durante un período en el cual los chacareros deberían vender y las exportadoras liquidar si buscan beneficiarse.
Funcionarios del Gobierno sostienen que, aun con un pacto con los representantes del campo, habría que dar señales simultáneas al mercado. Se refieren a la posibilidad de contar con un programa monetario que sea confiable para los financistas, de cara al año 2021.
Otros funcionarios se mostraron proclives a la activación del swap con China. Hoy en día, las reservas del BCRA contienen el equivalente a u$s18.500 millones en yuanes.
En su último informe, el economista Emmanuel Álvarez Agis plantea que esos yuanes serían fácilmente convertibles a billetes verdes, "en el plazo de 12 meses". El exviceministro de Economía escribió que en diciembre de 2015, durante otra crisis de las reservas, se convirtieron el equivalente a u$s3.100 millones de ese swap.
"Aunque no cuente dentro del cálculo tradicional de reservas netas, debería ser tenido en cuenta a la hora de "medirle el aceite" al BCRA’, suscribió Álvarez Agis en su reporte semanal de la consultora PxQ.
Lo cierto es que, en el mientras tanto, las reservas del BCRA se van achicando y en los últimos meses sólo crecieron cuando la autoridad monetaria extremó el cuidado de los dólares poniendo nuevas restricciones, sobre las que ya existían.