Nadie quiere pesos: la irrisoria cantidad de billetes argentinos que hay que poner para comprar un dólar en Uruguay
Luego de las últimas medidas adoptadas por el Banco Central que terminaron endureciendo aún más el cepo cambiario, la destrucción de la confianza en el peso argentino se hace más que evidente si se cotejan las pizarras de bancos y casas de cambio de países vecinos.
Claro está que esta situación no es novedosa, ya que a los problemas que enfrenta la economía argentina se suma el hecho que desde hace mucho tiempo la cotización de la moneda nacional es castigada en forma sistemática.
El motivo es muy sencillo y se debe a que las entidades encuentran grandes dificultades para devolver los pesos que compran a la Argentina, por lo que se ven obligados a operar contra dólares financieros.
Precisamente, el dólar financiero que se liquida en el exterior es el "contado con liqui", que cotiza por estos días a $132, siendo este el piso en el mejor de los casos.
"Aunque no nos guste esta situación, es evidente que los pesos argentinos no son bienvenidos en el exterior, más que nada porque quien los compra no sabe cómo cotizarán en los días siguientes" sostiene Agustín Cramo, analista de mercados financieros internacionales.
De hecho, las profundas diferencias que surgen de comparar los precios de compra de los pesos argentinos en moneda local y la cotización del dólar no hacen más que demostrar la incertidumbre reinante con respecto a la situación actual de nuestro país.
En el caso de Uruguay, por ejemplo, dos de las casas de cambio más importantes de ese país toman los pesos argentinos a 0,20 uruguayos y venden la moneda estadounidense a casi 45 pesos uruguayos, por lo que surge una paridad de más de $220 por dólar.
Pero lo más inquietante surge de las cotizaciones cruzadas del Banco República, que en su carácter de banco oficial nacional es el principal referente de esa plaza, pues en esa entidad el precio final del dólar en pesos argentinos trepa insólitamente hasta los 291 pesos.
Curiosamente, la sucursal del Banco de la Nación Argentina en Montevideo ha dejado de comprar su propia moneda, lo cual se comprueba en su pizarra, que solo ofrece dólares, euros y reales.
Desde Casa Gales, una de las más tradicionales entidades cambiarias de Uruguay, uno de sus operadores afirma que el peso argentino vale poco en otros países por la enorme dificultad y los "mayores costos que deben enfrentar los cambistas para luego deshacerse de ellos o convertirlos a otra moneda".
¿Por qué hay tanta diferencia?
¿Por qué el dólar cotiza por encima del blue?, consultó este medio en otra casa de cambio montevideana y la respuesta fue: "Si los tomamos a un valor igual o por debajo, el problema nos lo creamos nosotros. Nos vemos obligados a generar un sobreprecio para cubrirnos de la operatoria posterior, que es la de cambiarlos por otra divisa".
Del otro lado de la cordillera, las cotizaciones son un poco más amigables y de alguna manera reflejan lo que ocurre en la plaza porteña, pues por ejemplo, la casa de cambio Afex el precio de paridad ronda los $132, pues compra pesos argentinos a 6 pesos chilenos y vende dólares a 693 chilenos.
"Para nosotros, comprar moneda argentina para desprendernos de dólares nunca ha sido un buen negocio. Básicamente porque no le encontramos salida al stock de billetes que se acumulan en nuestra caja", señalan desde una casa de cambios de Santiago de Chile.
Por su parte, en Paraguay, Cambios Chaco, que tiene fuerte presencia en todo el país termina tomando los pesos a una paridad de $152.
En el caso de Brasil, Cambios Alianza en su sucursal de Río de Janeiro cierra el cambio a $182, pues compra pesos argentinos a 3 centavos de real y vende dólares a 5,47 reales.
Si se viaja un poco más lejos, en Bogotá quien desee vender nuestros pesos recibirá $15 colombianos por unidad, pero deberá pagar 3.540 pesos colombianos por cada billete verde, por lo que de la división entre ambos surge una cotización de 236 pesos.
Y justifican sus niveles a partir de "las dificultades que impone el Banco Central argentino para acceder al tipo de cambio oficial, ya que no permite la repatriación de billetes".
En definitiva, y en líneas generales, para los cambistas del exterior el sobrecosto que aplican a la moneda argentina viene a ser una suerte de "seguro" que se cobra ante los habituales cambios en el panorama político y económico argentino.