• 26/12/2024

El dólar blue cotizó en baja: qué pasó con el "ahorro" y el bursátil

En el segmento mayorista, la divisa estadounidense cerró la rueda a $75,38, siempre bajo la atenta vigilancia del Banco Central
18/09/2020 - 17:10hs
El dólar blue cotizó en baja: qué pasó con el "ahorro" y el bursátil

El dólar blue cotizó en baja este viernes y se ofreció a $139 para la punta vendedora en cuevas del microcentro porteño, luego de una semana tumultuosa en la que llegó a tocar los $150 en el mercado marginal tras las nuevas restricciones aplicadas por el Gobierno argentino. 

A partir de ahora hay nuevos controles a la compra de divisa extranjera y se agrega una retención de impuesto a las ganancias del orden de 35% para dólar ahorro y pagos con tarjetas al exterior.

En ese contexto, los inversores miraron de cerca las cotizaciones bursátiles, que intentan ser contenidas con las últimas restricciones impuestas por la Comisión Nacional de Valores (CNV). 

El dólar contado con liquidación se ofreció a $137,30 (fuerte suba de 3,7% en la jornada).

Por su parte, el dólar Bolsa, o MEP, se ubicó en torno a los $129,72 (+2,7%).

Como se señaló más arriba, el dólar blue cotizó a $139 en cuevas del microcentro porteño.

¿Cuál será el comportamiento del dólar blue?
¿Cuál es el comportamiento del dólar blue?

A su vez, en el segmento mayorista, la divisa estadounidense cerró la rueda a $75,38, siempre bajo la atenta vigilancia del Banco Central (BCRA).

En el mercado oficial minorista, la moneda norteamericana operó a un promedio de $79,59 en agencias y bancos de la city porteña, por lo que el dólar turista, que se calcula con el recargo del 30% del impuesto PAÍS más el 35% del impuesto a las ganancias, se calcula alrededor de los $131,32. 

Según la habitual encuesta que realiza el Banco Central entre las principales entidades financieras que operan en la City, estas fueron las cotizaciones de venta del último día:

- Galicia: $79,75

- Nación: $79,25

- ICBC: $79,70

- Supervielle: 79,50

- Santander: $79,50

- Macro: $80

- Itaú: $79,70

El dólar blue, que se ubicó en los $139, no tiene una cotización oficial, sino que su valor sale del promedio de cotización en lugares de cambio extraoficial.

Por su parte, el riesgo país de la Argentina se ubica en los 1.259 puntos básicos.

Escepticismo tras el súper cepo: ¿un efecto opuesto al buscado?

A media tarde, después de una jornada cargada de tensión en el debut de las medidas cambiarias, en el Banco Central había alivio.

Por primera vez en varias semanas, la autoridad monetaria no había perdido reservas. Tampoco pudo comprar; finalizó el día en términos netos, en plena regulación por la cual ayer miércoles fue imposible para el público comprar dólares "ahorro" por la falta de actualización de los sistemas informáticos.

El balance debería tener resultados positivos con el correr de los días, tras el ajuste en el ya de por sí súper cepo que había dejado la administración anterior. Aún así, las reservas perdieron nada menos que u$s1.009 millones en los primeros nueve días de septiembre. A razón de u$s112 millones diarios.

Este dato elocuente fue el que terminó de convencer a Alberto Fernández a pegar el volantazo en materia cambiaria, después del fin de semana en el que su ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró que nada se modificaría ya que "sería una medida para aguantar", mientras que el objetivo del Gobierno pasa por "tranquilizar la economía".

En los principales bancos de la City y en empresas líderes hubo desconcierto y preocupación por las últimas medidas. En especial por aquélla que deja de asegurarles a las compañías el acceso a las divisas para pagar los vencimientos de deudas en dólares en el exterior.

Lo novedoso fue que en algunos despachos oficiales también se vive un clima de frustración y, lo que parece inevitable, se cuentan los "pases de factura" entre funcionarios.

Dentro del propio Gobierno ya es un lugar común los funcionarios que hacen una especie de crítica interna por lo que ellos mismos admiten como una falta de gestión. "Ahora encima se quebró la confianza", dice un secretario de Estado del área económica.

Empresarios, banqueros y hasta algunos funcionarios de primer y segundo orden admiten una preocupación máxima. Ya no sólo por la dinámica financiera preocupante, que la Argentina arrastra desde hace años y que se ha venido agravando con la sangría de las reservas.

El desconcierto, esta vez, fue autogenerado por el propio Gobierno. Con las últimas medidas, a contramano de la aseveración del fin de semana de Guzmán -en el camino de la normalización de la economía y la negativa a un nuevo ajuste del cepo-. "La brecha cambiaria se contagió a la brecha entre anuncio del ministro y la realidad, unas horas después", dijo, con sarcasmo, el director de un banco líder, en diálogo con iProfesional.

Uno de los banqueros más importantes del país les planteó su preocupación extrema, en confianza, a uno de sus colegas de otra entidad, vía zoom. "Hay olor al ´89-´90", sintetizó, al dar cuenta del riesgo de que la situación económica derrape y termine en una convulsión.

El Banco Central busca frenar la sangría de divisas, pero en las empresas ven un desestímulo a la inversión
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El intento fallido por generar confianza

Entre los hombres y mujeres del poder existía la sensación, más allá de los posicionamientos ideológicos y políticos de cada uno, de que el Gobierno había realizado esfuerzos en ordenar la situación.

Si bien con demoras, Guzmán había cerrado trato con los acreedores privados, ya había dejado trascender algunos puntos confiables -luego confirmados- del Presupuesto 2021, y había oficializado la negociación con el Fondo Monetario Internacional.

Todos esos puntos eran, hasta ahora, considerados como hechos a favor de la Casa Rosada en pos de ganar credibilidad e ir generando, con hechos, la confianza necesaria para recuperar la economía en la era post pandemia.

Pero los anuncios del Banco Central en la tardecita del martes detonaron el escenario anterior, una especie de "paso a paso" de Guzmán.

Desde el lado de enfrente a la postura del ministro, los funcionarios sostienen que las medidas restrictivas debieron tomarse con anterioridad. Sin esperar a que quedara "la última gota" de las reservas.

Miguel Pesce ya le había advertido hace un par de meses que la pérdida de Reservas resultaba insostenible. Y que había que cortar de cuajo la venta de dólar "ahorro". Que, en todo caso, el cupo debía retornar cuando las Reservas se fortalecieran.

Incluso, en el directorio del BCRA, hay posturas más duras todavía. Algunos funcionarios en Reconquista 266 creen que las grandes empresas, conglomerados con casas matrices en el extranjero y filiales en paraísos fiscales, hicieron triangulaciones para sacar dólares de la Argentina.

Otras directamente anticiparon los pagos de la deuda que mantenían en el extranjero. Las medidas restrictivas para ellas llegaron a destiempo y, encima, empeoraron el escenario financiero y derrumbaron las expectativas.

Ahora, las restricciones a las empresas generarán, seguramente, injusticias con aquellas compañías que se endeudaron en dólares legítimamente para financiar proyectos de inversiones. Y que ahora quedaron entre la espada y la pared, con la posibilidad de caer en cesación de pagos en caso de que no logren una reestructuración de sus acreedores.

La señal hacia adelante luce preocupante: ¿habrá a futuro compañías que vuelvan a tomar deuda para desarrollar proyectos en la Argentina?

La pregunta que circulaba, en medio de la desazón y la preocupación, entre directores de bancos y empresas hacía eje en la manera en que el Gobierno podría generar una especie de shock de expectativas, con el único fin de regenerar la confianza.

Los banqueros se mostraban más preocupados: algunos temían que estas restricciones generen una nueva corrida contra los depósitos en dólares. Un escenario que nadie quería, siquiera, imaginar.

Las dificultades para la cancelación de deudas corporativas, entre las principales críticas
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¿Habrá un Galluccio de las finanzas?

A esos dirigentes les parece incongruente que estos mismos funcionarios, que ahora se pusieron a la híper defensiva, con medidas más restrictivas y sin poder mostrar un camino de salida de la crisis, puedan ser los mismos que dirijan ese camino.

Uno de los empresarios consultados, director de una multinacional energética, recordaba la manera en que Cristina Kirchner hizo un giro en su administración tras la expropiación de YPF, que había generado polémica y desconfianza en el mundo empresario.

En aquella instancia, CFK designó a Miguel Galluccio -ya por entonces un reconocido empresario exitoso en el área petrolera- como titular de YPF. Y empezó a tomar medidas "pro mercado".

Si hasta ese momento había escasez de combustible, Cristina K. habilitó subas en los precios en los surtidores y puso en marcha una serie de medidas para recrear las postergadas inversiones en el sector hidrocarburífero.

Aquel gobierno terminó, empero, con una enorme crisis en el sector energético, con un déficit de divisas que le puso límites a las inversiones y al desempeño de la propia administración. Pero el caso YPF y el mundo petrolero funcionó distinto a partir de los cambios.

¿Aparecerá ahora algún "cambio de piel" que le evite al Gobierno un agravamiento de la crisis, con una devaluación desordenada?

Nadie quiere arriesgar en el mundo empresario. Hasta el momento, Alberto Fernández no dio ninguna señal al respecto.

Lo que sí se sabe es que el empeoramiento de la situación fue validado por los propios funcionarios, con las mencionadas contradicciones cambiarias. Y que esos hechos no hacen más que alimentar la creencia de que el Gobierno está cercado por su propia confusión.

Las medidas del martes -que en los hechos implicará un freno a la salida de divisas- le permitirán a Alberto F. ganar tiempo para repensar el esquema económico. ¿En qué utilizará ese tiempo? Es lo que nadie conoce.