Un día como hoy, el sueño de los hermanos Lehman terminó en la peor de las pesadillas financieras
El sueño de grandeza de estos tres hermanos comenzó cuando Henry Lehman, que nació en Alemania en 1822 y era hijo de un comerciante ganadero emigró a EE.UU. en 1844 para instalarse en Montgomery, Alabama, donde abrió una tienda con su nombre.
Años más tarde, en 1847, con la llegada de su hermano Emanuel, la empresa se convirtió en H. Lehman y Bro y ya en 1850, cuando llegó el menor de los hermanos, Mayer, pasó a llamarse Lehman Brothers
Durante muchos años el objetivo principal de la compañía giró en torno del algodón, que compraba a granel para procesarlo y venderlo ya industrializado.
El éxito acompañaba el crecimiento de la compañía, que superó con éxito la prueba que significó la Guerra Civil estadounidense. De hecho, por esos años logró convertirse en uno de los principales referentes del negocio algodonero.
Pero en 1855 Henry Lehman murió a causa de la fiebre amarilla durante un viaje a Nueva Orleans y la compañía quedó en manos de sus hermanos.
Lejos de detener su expansión, el desarrollo de los negocios fue tal que en 1858 decidieron mudarse a Nueva York, debido en gran medida a que fueron unos de los fundadores del mercado de materias primas en esa ciudad, lo cual les permitió diversificar sus actividades, pues comenzaron a incursionar en otros negocios como el del café, los ferrocarriles y el tabaco.
Ya en las primeras décadas del Siglo XX, y una vez superada la Gran Depresión, la firma incursionó en el incipiente mercado de la radio y posteriormente en la televisión a través de una asociación con Radio Corporation of America.
Recién en la década del 70 se interesaron en el negocio bancario y para ello adquirieron dos entidades financieras para formar el que con el tiempo se convertiría en el cuarto banco de inversión más grande de Estados Unidos, detrás de Salomon Brothers, Goldman Sachs y First Boston.
Con el paso de los años, debió enfrentar sucesivas reestructuraciones que incluyeron entre otras cuestiones, la asociación y posterior separación de American Express y la división de la compañía en varias sociedades para crear finalmente Lehman Brothers Holding Inc.
A inicios del Siglo XXI, la empresa, que había superado con éxito la Guerra de Secesión, la Gran Depresión y varias crisis financieras de envergadura, más allá de diversos escándalos sobre la forma en que encaraba sus actividades no pudo superar la situación que desembocó en la crisis de las hipotecas subprime.
De hecho, su quiebra fue el punto culminante de la misma, que tuvo su comienzo a mediados en 2007 y literalmente explotó en septiembre en 2008, justo cuando Lehman cae en bancarrota, siendo esta la más grande de la historia.
El origen de la crisis
¿Por qué cayó? Simplemente, porque tenía una enorme cantidad de títulos en cartera de muy baja calidad que desembocaron en una situación de insolvencia, la cual se vio reflejada en su cotización bursátil que en el primer semestre de 2008 cayó un 73%.
Ante la magnitud del problema el presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York planteó la posibilidad de sanearlo mediante la venta de activos, pero por diferentes motivos fracasó en su intento, por lo que el 15 de septiembre se declaró en bancarrota.
En el momento de la quiebra, Lehman Brothers declaraba un pasivo de u$s613.000 millones y activos de u$s640.000 millones, con una dotación de personal del orden de 26.000 empleados en todo el mundo, que quedaron en la calle.
Entre sus principales acreedores se contaban Citigroup y New York Bank Mellon, a los que les adeudaba u$s155.000 millones, por ser los principales fiduciarios de los bonistas.
Recién en marzo de 2012 logró salir de la quiebra, con un pago inicial de u$s22.500 millones, es decir un tercio de lo acordado con sus acreedores privilegiados y muy por debajo de los u$s370.000 millones de los reclamos que debió enfrentar. Pasó el tiempo y ya en 2014, estos ya habían recuperado el 100% de su dinero, pero tanto empleados como bancos o firmas de inversión seguían litigando para recuperar todo lo posible.
En definitiva, Lehman Brothers ha sido un símbolo, quizás el más representativo, de una época en la que un optimismo desaforado desembocó la primera gran crisis financiera del siglo XXI, que Richard "Dick" Fuld, para que era su Consejero Delegado desde 1993, no vio venir.
Tal vez inspirado por el legado de los fundadores del banco, cuyo deseo era posicionarse en un sitial de privilegio en el mundo empresarial de aquel entonces, Fuld tenía la ambición de convertir a Lehman Brothers en el primer banco de inversión de EE.UU. en menos de cinco años y con esa premisa dirigía un barco que hacía agua por todas partes.
"Nadie en el equipo de Fuld supo ver que a principios de 2008 el mundo había cambiado... para Lehman y para todos los demás", escribió Andrew Gowers, director de comunicación de Lehman Brothers desde julio de 2006 hasta su colapso.
El lunes 15 de septiembre de 2008, Lehman Brothers, el cuarto banco de inversión de Estados Unidos, se declaró oficialmente en bancarrota tras 158 años de actividad.
De esta manera, lo que soñaron los hermanos Lehman desde mediados del Siglo XIX cuando partieron hacia EE.UU. se convirtió en la pesadilla de las hipotecas subprime, en las que su nombre ocupó sin dudas un lugar destacado y no precisamente para bien.