Cruda advertencia de un consultor de la City por la fuerte emisión de pesos y la pérdida de reservas
La escasez de dólares que vive crónicamente la Argentina sigue presionando un desenlace que, por ahora, luce incierto. Mientras que en el Gobierno creen que pueden encauzar la situación a pesar de la mega emisión de pesos, hay otros escenarios mucho más pesimistas que podrían complicar el panorama cambiario.
"La combinación de fuerte emisión de pesos y pérdida de reservas internacionales del BCRA es la dinámica que puede gatillar una corrida contra los depósitos", dice el economista Fernando Marull.
En un informe que publicó recientemente, el titular de la consultora FMyA dice que hay dos escenarios muy distintos para el tema cambiario. El Gobierno ya dijo que no le teme a la emisión monetaria porque confía que las familias y empresas tienen capacidad de demandar mayor cantidad de pesos. Pero según el M3, que incluye cuanto tenemos de billetes, en caja de ahorro y en plazo fijo en pesos, hoy está en el máximo de 20 años, arriba de 23,3% del PIB.
Desacople entre pesos y dólares
Marull dice que otro argumento es que, con crecimiento económico, la liquidez de los bancos va a transformarse en crédito bancario. Otro es verlo por el lado de la oferta de pesos: básicamente, se baja el déficit fiscal, así el BCRA no tiene que emitir pesos para financiar al fisco. "Pero aun bajando el déficit fiscal a 4,5% del PIB en 2021, el BCRA tendrá que seguir financiando al Tesoro, en una demanda que está al límite", advierte.
Un escenario de mayor riesgo (pesimista) que traza este consultor dice lo siguiente. Como es imposible desacoplar el exceso de pesos (monetario) con el faltante de dólares (cambiario), la lectura pesimista dice que el exceso de pesos, genera una baja en la tasa de interés que no llega a cubrir la expectativa de devaluación e inflación, por lo que termina en mayor demandar dólares o mayor demanda bienes (Inflación).
"Hoy, como hay cepo y no se puede comprar dólares oficiales, ese exceso de pesos termina presionando a la brecha cambiaria (hoy la brecha es del 80%). En este caso, el BCRA tendrá que subir abruptamente la tasa de interés para cubrir la expectativa de devaluación e inflación", señala.
Evitar el Plan Bonex, la clave
El BCRA ya subió tres veces la tasa de interés mínima de los plazos fijos que pagan los bancos (de 26,6 en abril, luego a 30% y hoy es 33%). Además, si sube la tasa retroalimenta la "Bola de Leliq".
"La combinación de fuerte emisión de pesos y pérdida de reservas internacionales del Banco Central es la dinámica que puede gatillar una corrida contra los depósitos. Hoy el BCRA cuenta con pasivos (Leliq) en pesos de casi u$s35.000 millones y solo u$s8.700 millones de reservas netas, mostrando una situación patrimonial tan endeble como la de abril de 2018, antes de la crisis de las Lebac", dispara Marull.
Por último, un tercer escenario (el peor escenario) dice que, rememorando el "Plan Bonex de diciembre de 1989", los excesos monetarios se arreglan con un reperfilamiento de los depósitos, para evitar que la corrida se vaya a brecha cambiaria o inflación.
Por ahora, remarca Marull, este último desenlace luce exagerado. "Antes de esto, creemos, el Gobierno intentará defender las reservas internacionales con más controles de capital, a costa de menores importaciones y actividad. Claro, siempre está la solución ordenada de bajar el déficit fiscal, apagar la maquinita, que ayude a derretir la Bola de Leliq. Pero esa opción no parece estar presente como alternativa del gobierno", concluye.