Argentinos agotan cupo de 200 dólares y ya hay expertos que recomiendan al Central bajarlo a cero
La sed de dólares por parte de los clientes minoristas no se detuvo tras el acuerdo con los acreedores. Más allá de la buena noticia, los ahorristas continúan comprando sus u$s200 mensuales.
Varios bancos consultados por iProfesional reconocieron que, en lo que va de agosto, se intensificaron las compras con respecto a los meses anteriores. "Tuvimos un 15% más de ventas este mes", contó una fuente bancaria.
"A igual período, un 10% más de ventas, tanto en monto como en cantidad de operaciones", reconocieron en otra entidad. En un tercer banco hablaron de una suba de 5% y en una cuarta entidad sentenciaron: "Subió mucho".
"La magnitud de compras billetes del denominado dólar ‘turista’ pasó de u$s92 millones en enero de este año, con cerca de 600.000 personas realizando esta operación, a casi u$s630 millones en junio pasado con operaciones realizadas por 3,3 millones de personas", apuntó un informe de Ieral.
Las estimaciones indican que en julio hubo otras 4 millones de personas que adquirieron dólares para atesoramiento y en agosto, la tendencia siguió en alza.
Suben los depósitos pero caen las reservas
Si bien las mayores compras de dólares son una preocupación para el Banco Central (BCRA) porque impactan en las reservas, en lo que va de agosto se logró un término medio porque los clientes no retiraron sus dólares sino que los dejaron depositados.
Así, los depósitos en dólares cash del sector privado sumaron u$s295 millones en los primeros 12 días de agosto y llegaron a u$s17.275 millones.
Por cada dólar depositado en sus cuentas, los bancos deben inmovilizar una parte en el BCRA como encaje. Esos fondos se contabilizan como parte de las reservas. En consecuencia, la mejora de los depósitos privados significó un aporte de u$s664 millones a las reservas en lo que va de agosto.
Pese a dicha contribución, las reservas caen u$s84 millones este mes. El principal factor de explicación para esa caída son las ventas de divisas del BCRA en el mercado cambiario. En sólo 7 ruedas, vendió u$s72 millones promedio diario. Y, hasta el último martes, el organismo se había desprendido de u$s507 millones en el mercado.
A eso se sumaron otros u$s331 millones que salieron de las reservas por operaciones con organismos internacionales.
"En uno de los períodos del año estacionalmente más importantes para las exportaciones, el BCRA no ha podido recomponer su stock de reservas internacionales a pesar del fuerte desplome en las importaciones, de las crecientes restricciones cambiarias, de haberse cerrado abruptamente el déficit de divisas por turismo debido a la pandemia y de no haber realizado ningún tipo de pago de bonos en los últimos meses debido al default", analizó Gustavo Reyes, de Ieral, al referirse a los factores que muestran inestabilidad de la política cambiaria.
¿Qué opciones tiene Pesce?
En ese marco, se especula con que el BCRA o el Gobierno puedan tomar medidas para restringir aún más la compra de dólares para atesoramiento. Ya sea eliminar el cupo o agregar más impuestos al dólar solidario, para encarecer la operatoria.
Una fuente del BCRA descartó de plano que el organismo esté analizando un recorte en el cupo mensual para atesoramiento. "No existe un informe (sobre las compras de dólares) ni hubo una reunión de Miguel Pesce con el Presidente. Tampoco se trató el tema en el Directorio", aseguraron.
Consultado sobre si imagina mayores restricciones, Walter Morales, economista jefe de Wise, afirmó que no espera ninguna medida adicional aunque consideró que lo más recomendable sería eliminar la compra de dólares para atesoramiento.
"Si bien las reservas netas no son insuficientes, tampoco es un nivel cómodo, están en torno a los u$s10.000 millones. Se necesitaría un número más alto para estar tranquilo. El BCRA tendría que eliminar el cupo de u$s200 para atesoramiento por parte de personas físicas pero no creo que el ala política lo convalide", sostuvo.
"Podría haber más control de AFIP y volver a un mecanismo que usó el kirchnerismo, donde toda compra requería autorización de AFIP de acuerdo a los ingresos. También se podría eliminar el cupo de u$s200 pero políticamente parece difícil. La otra opción es subir el impuesto pero creo que tampoco se puede llevar la alícuota al 80%. Lo más razonable parece ser la autorización uno a uno mientras se trabaja en reducir la brecha", opinó otro economista que prefirió el off the record.
Una tercera vía para desalentar la demanda de dólares sería convalidar un salto cambiario mayor para encarecer el precio del billete. Sin embargo, según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado, el consenso entre los economistas es que el dólar cierre el año en $86,40, lo que implicaría una devaluación de alrededor de 18% hasta fin de año, en línea o apenas mayor al ritmo actual.
Sobre el impacto de un mayor tipo de cambio en la brecha, un economista alertó: "No necesariamente un salto en el dólar achica la brecha. Por el contrario, puede aumentar aún más las expectativas de devaluación".
La brecha, firme
Pese al acuerdo con los acreedores externos, los tipos de cambio libres volvieron a subir esta semana y la brecha cambiaria se mantiene en niveles altos, de alrededor de 70%, según el valor que se tome.
El alivio posterior al acuerdo duró muy poco y los economistas estiman que la brecha seguirá presente. La mesa del BCRA, en tanto, no da señales de tener intenciones de devaluar más rápido.
En ese sentido, LCG resaltó: "La idea de una brecha que cae con el acuerdo se empieza a esfumar y solo queda incertidumbre acerca de cuál será el valor del dólar que coordinará el resto de los precios de la economía".
Para Morales, podría observarse una disminución en la brecha cambiaria pero no una completa desaparición de la misma.
"El déficit fiscal en base caja va a caer en forma importante porque no habrá que pagar intereses de deuda. Eso puede hacer que las expectativas inflacionarias empiecen a ubicarse en torno a 35% o 40%. Esos valores, en algún momento, van a cristalizarse en la reducción de la brecha", consideró.
De todos modos, el economista de Wise indicó: "No esperamos que la brecha desaparezca ni mucho menos sino que llegue a un nivel de 40%". Y reconoció: "La brecha siempre termina en devaluación en Argentina pero no vemos que el salto cambiario sea inminente. Se va a aplazar hacia adelante".
En ese sentido, Reyes, de Ieral, explicó, que la imposibilidad de recomponer las reservas, las mayores compras de dólar ahorro y la brecha, junto con una mayor inflación esperada para el segundo semestre, puede llevar a la autoridad monetaria a enfrentar la disyuntiva entre acelerar el ritmo de devaluación o convalidar un salto cambiario.
Ante ese interrogante, el economista concluyó: "La literatura y la experiencia de nuestro propio país muestran que un salto cambiario tiene ventajas respecto a un mayor ritmo devaluatorio, siempre y cuando sea acompañado de un plan antinflacionario que permita anclar expectativas y resulte consistente para resolver los importantes desequilibrios que muestra la economía de nuestro país".
Con la incertidumbre de la deuda despejada, será Pesce quien deba decidir cuál de los caminos toma para cerrar la brecha al tiempo que trata de recomponer las dañadas reservas.