Más argentinos dejan sus pesos en un plazo fijo: ¿conviene el tradicional o indexado por UVA?
Los depósitos a plazo fijo aumentaron 7,4% a precios corrientes en julio con respecto a junio, lo que implicó un aumento de 4,7% a precios constantes, alentados por las tasas de interés positivas, destacó este viernes el Banco Central a través de su Informe Monetario Mensual.
Además, "el BCRA decidió elevar, a partir de agosto, el piso a la tasa de interés que deben pagar las entidades financieras por los depósitos a plazo en pesos por hasta un millón de pesos, desde el 79% al 87% de la tasa de política monetaria". Para los ahorristas, esto significa que el piso de la tasa es ahora del 33,06% anual para los plazos fijos.
Agosto llegó con suba de tasas
El Gobierno subió la tasa de interés de los plazos fijos a partir de agosto para darles un mayor atractivo a los ahorristas, ante el recalentamiento de la inflación y del precio del dólar, días antes de que se llegara a un acuerdo por la deuda.
El objetivo es que el rendimiento en pesos de las colocaciones bancarias siga siendo positivo, y que para los próximos meses pueda al menos empatarle al resto de los precios de la economía.
Al respecto, se abre el interrogante si, con la actual tasa que ofrece el sistema financiero de 33,06% anual, conviene volcarse al plazo fijo tradicional, o bien, si es mejor ir a la opción que ajusta por UVA (inflación).
Para dilucidar esta disyuntiva, iProfesional consultó con distintos economistas para que indiquen cuál es la alternativa más rentable para los próximos meses.
Como dato a tener en cuenta, el plazo fijo tradicional tiene un período de encaje de los fondos de un mínimo de 30 días y la tasa que paga es prefijada al momento de ser realizada la colocación.
En este sentido, a partir de agosto el Banco Central subió el rendimiento de esta herramienta unos tres puntos porcentuales hasta el 33,06% de tasa nominal anual (TNA) para los depósitos menores a un millón de pesos. Cifra que equivale a una renta mensual de 2,75%.
En cambio, los plazos fijos UVA son instrumentos de ahorro que ajustan de acuerdo a la inflación o índice de Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), por lo que aseguran que siempre ofrecerán un rendimiento positivo, debido a que otorgan cerca de un punto porcentual de premio adicional a la suba de precios.
Por eso, de antemano, no puede conocerse con precisión la ganancia que ofrecerán.
Además, el plazo mínimo que los UVA le requieren inmovilizar el dinero al ahorrista es de 90 días. Algo que dificulta de disponibilidad inmediata de efectivo.
Plazo fijo: inflación como parámetro
Para poder comparar qué es lo que más conviene entre un plazo fijo tradicional y un plazo fijo UVA, se debe tener presente una variable que es clave en la determinación de la renta a obtener con estas dos alternativas: la inflación.
En los últimos meses la inflación osciló el 2% mensual. Y según el último Relevamiento de expectativas del Mercado (REM), realizado por el Banco Central entre diversos analistas, la proyección es que hubo 2,5% de variación de precios el mes pasado (julio).
Por lo tanto, este nivel fue similar a la tasa de interés ofrecida por un plazo fijo tradicional hasta fines de julio (2,5% mensual, o sea 30,06% anual). Es decir, estuvieron parejos los rendimientos de las colocaciones tradicionales y de las UVA hasta el momento.
El interrogante que se presenta hacia los meses venideros es que los analistas estiman que existen bastantes argumentos para justificar que la inflación se empezará a recalentar en los próximos meses. Algo que pondrá a prueba a la tasa de interés actual.
Incluso, a partir de este mes, el BCRA subió la renta de los plazos fijos tradicionales a 33,06% anual (2,75% mensual), por lo que surge el gran interrogante respecto a si la suba de precios estará o no en una cifra similar.
Según el último REM, se espera para agosto una inflación del 3% y, de ahí en más, un incremento paulatino: 3,6% en septiembre y 4% en los meses siguientes.
Economistas opinan: ¿plazo fijo tradicional o UVA?
En resumidas cuentas, para el corto plazo parece que habrá una paridad de rentabilidad entre un plazo fijo tradicional y uno ajustado por UVA, pero en los meses siguientes, si no acompaña la tasa bancaria de referencia, la inflación puede empezar a ganarle a la renta en pesos.
Por lo tanto, los plazos fijos UVA serían más "negocio", sobre todo porque se asegura tener un rendimiento positivo en los meses venideros. Algo que los otros no lo pueden asegurar con una tasa prefijada.
En este sentido, Francisco Mattig, estratega de Renta Fija de Consultatio, afirma a iProfesional que en la actualidad, con la medida del Banco Central de subir la tasa de interés al 33,06% y la suba de 3 puntos en la Badlar, "en un plazo muy corto, como ser de 30 a 60 días, el plazo fijo tradicional y el UVA estarán bastante empatados".
Sin embargo, aclara con su proyección de inflación, que "más allá de los 60 días, el plazo fijo UVA debería ser un claro ganador".
Según las estimaciones de Mattig, la puja entre los plazos fijos tradicional y UVA quedaría de la siguiente manera:
-A colocaciones a 30 días, ganaría el plazo fijo tradicional por 0,5%.
-A 60 días, virtualmente, salvo algún sobresalto no previsto, estarían "iguales" los rendimientos UVA y tradicional.
-A un período de 90 días, el UVA ganaría por 1,7% por encima al tradicional.
En este sentido, como preferencia, la mayoría de los economistas consultados por iProfesional se volcaron al plazo fijo ajustado por el CER.
"La verdad que elijo la opción UVA porque la inflación está volátil y empezó a acelerarse en julio respecto a los otros meses de confinamiento. Por eso es mejor tener una cobertura de este tipo, porque asegura un rendimiento en términos reales, es decir, se le gana a la inflación seguro", dice Guido Lorenzo, Economista Jefe de la consultora LCG.
En cuanto al plazo fijo tradicional, este experto afirma que se vuelve más riesgoso en ese contexto porque "no está indexado a nada". Es decir, el riesgo a perder con la inflación está latente en este contexto.
En ello coincide Mariela Díaz Romero, Economista Senior de Econviews: "Los plazos fijo UVA siempre te van a dejar un margen sobre la inflación más una tasa extra, la desventaja que tienen es que son a 90 días. En tanto, el plazo fijo tradicional hoy te ofrece el piso de tasa que establece el Banco Central, y lo podés hacer a 30 días. Todo depende del horizonte del ahorrista, pero luce más atractivo el UVA porque siempre se sabe que le gana a la inflación".
Para Javier Dicristo, economista del Banco Meridian, hasta el mes pasado ambos plazos fijos (tradicional y UVA) otorgaban un rendimiento similar. "Ahora bien, si se espera una mayor tasa de inflación para los próximos meses, ese rendimiento puede beneficiar al plazo fijo UVA".
Plazo fijo: temor por el dólar
Claro que, más allá del cortísimo plazo, se abre un panorama de incertidumbre para el ahorrista, sobre todo por lo que pueda pasar con el dólar.
Para Juan Luis Bour, economista Jefe de FIEL, posicionarse a un plazo fijo a menos de 90 días, cualquiera sea la opción, puede ser una alternativa. "Pero a más de tres meses están todas las dudas, y se pasa a ser un apostador".
Con esto se refiere a las incógnitas que existen respecto a la evolución del déficit fiscal, tipo de cambio, tarifas y otras tantas variables que se debe ver su curso por los desfasajes acumulados antes y durante la pandemia.
En este sentido, Natalia Motyl, economista de la Fundación Libertad y Progreso, subraya a iProfesional un tema importante y es que los meses de cuarentena han sido, particularmente, "inusitados" para lo que son las decisiones de ahorro en la Argentina.
Es que el por confinamiento, "el núcleo financiero de nuestro país, que es el AMBA, vió reducida sus actividades y eso también se reflejó en las finanzas personales, ya que mucha gente redujo su consumo presente y eso le generó una suerte de ahorro en pesos. Algo que se le dificultaba volcar hacia otro tipo de activo. Así, la inflación fue más baja en estos últimos meses", sostiene Motyl.
Con este escenario, la tasa de interés de los plazos fijos le terminó ganando a la inflación "luego de mucho tiempo", y explica por qué los depósitos en pesos del sector privado experimentaron un crecimiento en los últimos meses.
De hecho, en los primeros 28 días de julio, tuvieron un avance del 11% con respecto a junio hasta los $1,91 billones. "En tanto, los depósitos en UVA tuvieron en julio una caída del 18% mensual, cuando a principio de año se posicionaban claramente como una preferencia por parte del sector privado, experimentando en enero una expansión mensual del 41%", ejemplifica Motyl.
Para acotar que hoy los depósitos en UVA totalizan los $40 millones, muy por debajo de los $51,3 millones de febrero de este año.
"Obviamente, todo se reduce a la evolución de la inflación a futuro. Si se acelera a partir de agosto, como proyectamos, a medida que se flexibilice las restricciones en el AMBA, es probable que los depósitos de plazos fijos no resulten tan atractivos como en estos meses. Así, los depósitos UVA volverían a ser un favorito", finaliza Motyl.-