En la City recuerdan la promesa de Pesce sobre el canje y las restricciones al dólar, pero desconfían que la cumpla
El propio Miguel Pesce se había encargado de crear la expectativa: hace un mes y medio, el titular del Banco Central dijo en una entrevista periodística que los controles que hoy existen para la compra de dólares podrían comenzar a relajarse una vez finalizado el proceso de canje de la deuda, dado que se trataba de medidas de carácter temporario, adoptadas para dar mayor certidumbre al mercado en un momento excepcional.
Y explícitamente señaló el canje de la deuda como un punto de inflexión a partir del cual podría volver a flexibilizarse la restricción para operar con el "contado con liqui", el dólar bolsa y acceder al mercado de divisas.
"Espero que podamos liberar el mercado una vez que se resuelva esta negociación", le había dicho Pesce a la agencia Bloomberg, en lo que constituyó una promesa de la que toda la City tomó nota en su momento. Y agregaba Pesce: "Tendremos que ver cómo responde el mercado al estímulo si la negociación es exitosa".
Pero lo cierto es que, ya con el canje encaminado y una razonable perspectiva de acuerdo -lo cual se manifestó en la favorable respuesta del mercado de bonos-, el Central no da señal alguna de querer revisar las restricciones y en el mercado reina un absoluto pesimismo sobre una vocación desreguladora. La percepción generalizada es que Pesce teme que cualquier atisbo de apertura pueda tener un efecto negativo sobre las reservas, que trabajosamente logró recomponer en la medida en que el Central dejó de ser un vendedor diario de dólares y pudo volver a comprar.
Más bien, lo que se nota es una resignación en el sentido que se mantenga la situación actual, no sólo en lo que respecta al acceso al Mercado Unico y Libre de Cambios (MULC) donde sólo exportadores e importadores pueden operar, y donde la autoridad monetaria es el jugador principal, sino también para las operaciones que no implican ningún compromiso de las reservas del BCRA, como las que se realizan a través del mercado bursátil donde se operan el dólar MEP y el "contado con liqui", que son acuerdos entre privados.
Manda el nivel de reservas
"Las restricciones llegaron para quedarse", aseguró Salvador Di Stefano, economista y analista del mercado financiero. Y consideró que "el canje de la deuda saldrá sí o sí, porque el Gobierno necesita que así sea y hará lo que sea para cerrar esa etapa. Pero después de eso, no creo de ninguna manera que se relajen los controles en el mercado de cambios".
En la misma línea opinó el economista Alejandro Henke, ex director del Banco Central y hoy socio de Proficio Investment. "No veo que el Central esté dispuesto a relajar ni modificar ninguna restricción hasta que el nivel de reservas esté lo suficientemente alto como para hacerlo. Y eso llevará su tiempo", dijo. Y sostuvo que "incluso aunque el canje de la deuda cierre de la mejor manera posible, no veo un horizonte en el que se modifiquen las restricciones que hoy existen en el mercado".
En realidad, lo que viene haciendo el Central desde que comenzó la cuarentena es ajustar mucho las tuercas y luego aflojarlas un poquito cuando surgen las protestas. Pocos días antes de que Pesce asegurara en esa entrevista que tal vez los controles se relajarían después del cierre del canje de la deuda, él y el directorio que lo acompaña en el BCRA habían resuelto restringir el acceso de las empresas al mercado de divisas para pagar las obligaciones en el extranjero en dólares u en otras monedas.
Hace una semana, el mismo directorio autorizó la compra de divisas para pagar deudas comerciales con el exterior hasta un límite de un millón de dólares. Es decir, ajustó mucho y luego aflojó un poco.
Algo parecido ocurrió con los importadores. Primero los controles eran más estrictos y luego se aflojaron un poco. En ese momento, desde el Central dejaron entrever que la señal que se quería enviar al mercado era que no había por qué tener temor a una devaluación, ya que el frente cambiario estaba bajo control.
Pero, ¿son suficientes estas señales para asegurar que lo que el presidente del Banco Central deslizó como una posibilidad de apertura pueda convertirse en realidad? Los analistas tienen sus dudas al respecto.
"Si bien ya empezó a aflojar con el campo e importadores en general el acceso a divisas, porque en su momento hubo muchas trabas, no creo que lo relaje en términos generales", afirmó Gustavo Neffa, analista de Research For Traders. Y aseguró: "No veo una apertura importante de nada, solo la posibilidad de que relajen algunas pequeñas restricciones, como mandando algunas señales. Pero el cepo de los 200 dólares por persona por mes, seguirá".
Restricciones de la "nueva normalidad"
Lo cierto es que el ánimo en el mercado es pesimista en el sentido de que un acuerdo por la deuda cambie la situación. Las señales que envía el Central son interpretadas como la consolidación de una nueva etapa en la que las restricciones ya no se fundan en una situación de emergencia sino que pasan a ser parte de la "nueva normalidad" financiera.
Para Federico Furiase, economista y miembro de la consultora EcoGo, la posibilidad de que el Banco Central libere los controles que hoy existen en el mercado de cambios "va a llevar más tiempo" además del cierre de la reestructuración de la deuda.
Fundamentó su afirmación al decir que "no sólo se necesita un acuerdo exitoso del canje de la deuda, sino también un programa macro consistente y un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que permita ir moderando las presiones cambiarias y a partir de ahí ir liberando los controles". Y añadió: "Lo primero que podría aflojar frente a una negociación exitosa de la deuda son las restricciones de acceso al MULC para exportadores e importadores".
Menos optimista fue Santiago López Alfaro, socio y analista de Delphos Investment, que cree que las restricciones llegaron para quedarse. "No creo que se levanten las restricciones que hoy existen para la compra de dólares a través del mercado bursátil, especialmente el contado con liqui. Tengo la impresión de que el Gobierno siente que todo funcionó bien así, y por eso no cambiará nada".
Y concluyó: "esto se va a mantener bastante parecido a como está hora por más que se arregle lo de la deuda, creo que nada cambiará demasiado por un buen tiempo".
Desde el Banco Central, aseguraron que prefieren "no hacer comentarios hasta que el proceso del canje de la deuda esté efectivamente finalizado". Fue la manera elegante de evitar tener que dar explicaciones sobre lo que su titular había sugerido como una posibilidad hace poco más de un mes y medio. Habrá que esperar los días que restan para el cierre del canje para ver si podrán poner en marcha lo que habían prometido o todo continuará como hasta ahora, tal como lo pronostica el propio mercado.