El dólar blue retrocedió, mientras que el contado con liqui y el MEP se mantuvieron estables
El dólar blue permanecía estable este martes y se ubica en torno a los $124 para la venta y $114 para la punta compradora, tras subir un peso en la jornada anterior.
Esto ocurre en medio de las restricciones a la compra de los 200 dólares para ahorro que impuso el Banco Central y mientras el Gobierno continuaba avanzando en las negociaciones para cerrar el canje de deuda con acreedores privados.
En tanto, las operaciones bursátiles se mantuvieron estables en el marco de las últimas medidas de la CNV. Se trata del mecanismo conocido como parking, por el cual agrega 5 días de plazo entre la compra y la venta de los títulos públicos mediante la cual se obtiene el dólar MEP o el contado con liquidación.
De esta forma, el contado con liqui operó en torno a los 114,05 pesos (sin variaciones respecto de la jornada anterior).
Por su parte, el dólar Bolsa o MEP se ubicó en los 106,39 pesos (-2,2%).
A su vez, en el segmento mayorista, la divisa estadounidense cotizó a $68,71, siempre bajo la atenta vigilancia del Banco Central (BCRA).
Como se señaló más arriba, el dólar blue cotiza a $124 en cuevas del microcentro porteño.
En el mercado oficial minorista, la moneda norteamericana cerró la rueda en promedio a $71 en agencias y bancos de la city porteña, por lo que el dólar turista que se calcula con el recargo del 30% del impuesto PAÍS, cotizó a $92,30.
Según la habitual encuesta que realiza el Banco Central entre las principales entidades financieras que operan en la City, las cotizaciones de venta fueron las siguientes:
- Galicia: $71
- Nación: $70,50
- ICBC: $71,20
- Supervielle: $71
- Santander: $71
- HSBC: $71
- Macro: $70,75
El dólar blue, que se ubica en los $124, no tiene una cotización oficial, sino que su valor sale del promedio de cotización en lugares de cambio extraoficial.
El cepo cambiario, medida instrumentada para controlar la cotización de la moneda y cuidar las reservas del Banco Central, reactivó la operaciones en el mercado paralelos, donde los usuarios buscan eludir el tope de 200 dólares mensuales para el ahorro.
En tanto, el riesgo país bajó y se ubica en torno a los 2.586 puntos básicos.
Pesce respiró pero en la City se preguntan por cuánto tiempo habrá paz cambiaria
Hoy, con el diario del lunes, todo parece más sencillo. Pero como lo adelantamos el viernes, fuentes bien informadas aseguran que el fin de semana Miguel Pesce durmió una buena siesta. Y podría repetir la experiencia el próximo fin de semana, mientras el Presidente anuncia la siguiente etapa de la cuarentena. Es que, por el momento, las medidas restrictivas que aplicó el Banco Central para limitar la demanda de dólares parecen estar dando sus frutos.
La pregunta del millón es: ¿hasta cuándo durará esta paz cambiaria? ¿Cuánto tiempo más habrá tranquilidad el mercado y el BCRA podrá darse el lujo de seguir siendo el único comprador de divisas?
Los analistas temen ponerle una fecha exacta, como quien duda en marcar una cita con el odontólogo para un tratamiento de conducto. Sin embargo, coinciden en que hay ciertas variables que resultarán fundamentales para que la tranquilidad cambiaría perdure: que siga el buen clima generado en el mercado local por los rumores de que pronto se cerraría el acuerdo por el canje de la deuda, que dure el buen momento que atraviesan los mercados emergentes vecinos, y la continuidad del cepo súper reforzado.
"La paz cambiaria durará hasta que los importadores vuelvan a acceder con normalidad al mercado", asegura Sebastián Centurión, analista de ABC Mercado de Cambios. Y precisa: "Ahora todos están preparando las declaraciones juradas de la Comunicación 7030. Y luego los bancos tendrán que volver a revisar toda la documentación y deberán cruzarse esos datos con los del Banco Central. Por lo que imagino que llevará por lo menos entre una semana y 10 días como mínimo".
¿De qué se trata la Comunicación A 7030 del Banco Central? Es la normativa que el Central sacó el jueves y que rige desde el viernes pasado y que obliga a los importadores que tengan dólares en sus cuentas a que los usen para pagar lo que quieran importar, en lugar de comprar dólares en el Mercado Unico y Libre de Cambios (MULC). Y también prohíbe a quien haya comprado dólares a través del mercado de bonos (MEP o contado con Liqui) comprar dólares el el MULC hasta 90 días después de haber realizado esa operación bursátil.
De vendedor a comprador de divisas
"Con este súper cepo reforzado, el Central logra comprar dólares, porque desaparecen los compradores del sector privado del MULC y queda sólo el BCRA", señala Santiago López Alfaro, socio de Delphos Investment.
Se refería a los 200 millones que compró el viernes y a los millones que compró el lunes. Hay versiones que indican que hoy habría adquirido unos 120 millones más, pero en el Gobierno señalan que la cifra sería mucho menor, más cercana a los 70 millones.
Como sea, el Central con tantas restricciones, ha logrado convertirse en el único comprador de dólares en un mercado donde no hay demasiada oferta, ya que los exportadores de cereales no están liquidando divisas para abastecer la demanda del mercado.
"En algún momento, el Central va a tener que liberar algo, porque obviamente la economía se puede llegar a restringir con semejante cepo", señala López Alfaro.
La frase alude al hecho de que en el sector privado se ha instalado cierta preocupación por el impacto de las nuevas restricciones en las finanzas corporativas, especialmente si, como algunos apuntan, sí se afectará el acceso a las divisas para la importación.
Pero López Alfaro asegura que hay garantía de calma al menos por los próximos días, en los que Pesce continuará teniendo oxígeno, recuperará en parte el nivel de reservas y podrá disfrutar de la tranquilidad de la paz cambiaria.
"Hay algo que no muchos tienen en cuenta acá en Argentina, que es el buen momento de los mercados emergentes y de Brasil, y eso creo que tranquiliza un poco. Pero sin duda, lo que más ayuda -además, del cepo- es el buen momento de rumores sobre arreglos de la deuda, eso ayuda muchísimo", asegura el socio de Delphos Investment.
Una semana, diez días, hasta que se cierren las negociaciones por el canje de la deuda, lo cierto es que al parecer todo indica que la tranquilidad en el mercado cambiario continuará. Y que Miguel Pesce podría llegar a dormir otra siesta el próximo fin de semana.
Sin embargo, muchos analistas consideran que se trata de un éxito de muy corto plazo. "En el fondo, en el mercado la preocupación de raíz no se va, que radica en saber qué va a pasar con la deuda y qué va a hacer el Central para achicar la brecha", dijo un experimentado analista financiero. En síntesis: éxito de corto plazo, incertidumbre a mediano y largo.
Las condiciones de Pesce
Posiblemente porque ya está pensando en el mediano plazo, es que Pesce aseguró que el Central tiene la intención de aliviar las restricciones monetarias tan pronto como el Gobierno consiga un acuerdo con los acreedores que sea bien recibido por los mercados. Y eso debería ocurrir antes del 30 de junio, fecha de vencimiento de los bonos que corresponden a la jurisdicción de Estados Unidos, lo que podría disparar otro tipo de acciones de parte de los bonistas.
"Espero que podamos liberar el mercado una vez que se resuelva esta negociación", dijo Pesce en una entrevista telefónica con la agencia Bloomberg. Y agregó: "Tendremos que ver cómo responde el mercado al estímulo si la negociación es exitosa".
Lo cierto es que para responder a la pregunta sobre qué tan exitosa será la movida del Central, todos los ojos están sobre el desenlace del canje, especialmente después de la confirmación técnica en el sentido de que el país ya es considerado oficialmente en default y que, por lo tanto, eso dispara el cobro de los seguros con los que se cubrían los fondos de inversión.
La otra mirada está sobre una cuestión más doméstica: la coordinación -o la falta de- entre Pesce y el ministro Martín Guzmán. Para el titular del Central, ahora que en el mercado financiero se recuperó la estabilidad, es el turno de que Guzmán haga su parte de la tarea. Básicamente, se le reclama que por la vía de un aumento en la tasa de los bonos, ayude a aspirar los pesos del mercado y que, de esa manera, saque presión al mercado.