Empresas "desesperadas" salen a vender dólares para poder pagar impuestos y aguinaldos: ¿bajará el dólar blue?
Luego de una semana en la que el Banco Central logró contener el avance del dólar en el mercado paralelo, el fin de mes podría llegar a darle otro empujoncito y, según la visión de algunos analistas, tal vez colaborar para que la estabilidad de la divisa se mantenga por algunos días más.
Esto se debe, básicamente, a que algunas empresas podrían llegar a vender algunos dólares para hacer frente a obligaciones típicas de fin de mes y de mitad de año: pago de sueldos, aguinaldos y ciertos vencimientos impositivos.
Se trata de una típica venta estacional de divisas por parte de gente necesitada de pesos. En los próximos días habrá una seguidilla de vencimientos, tales como Ganancias esta misma semana y luego anticipos en Bienes Personales más Ganancias para personas físicas. Todo en un contexto de falta de liquidez de las empresas, que tienen exhaustas sus cajas por el bajón de ventas que impone la cuarentena.
De manera que, si bien por un lado la brecha entre el tipo de cambio oficial y el blue hace que sea el momento menos atractivo para salir a vender dólares, también es cierto que para algunas empresas acudir a sus ahorros dolarizados será la única forma posible de poder abonar impuestos y aguinaldos.
Si bien es imposible calcular cuánto puede ser el volumen de esa venta, los analistas del mercado creen que esa necesidad de caja por parte de quienes ven venirse encima el calendario de la AFIP podría hacer que la venta fuera mayor que en un contexto de normalidad.
Es así que en el mercado hay una cierta expectativa de calma cambiaria, dado que la inesperada oferta privada podría combinarse con el efecto de las medidas del Banco Central como para que el precio se mantenga contenido.
Sin exagerar el optimismo, en la City se habla de una razonable probabilidad de que Miguel Pesce sienta menos presión que la que lo llevó en las semanas anteriores a tener que vender entre 50 y 70 millones de dólares diarios de las reservas.
"Hay una cuestión estacional en los últimos días de cada mes que provoca que el contado con liqui tienda a bajar, por la utilización de dólares de grandes empresas (y de algunas chicas también) que salen a vender dólares para hacer frente a pagos impostergables", señala Santiago López Alfaro, socio de Delphos Investment.
Y agregó que "además, hay que tener en cuenta que las noticias positivas sobre que continuarán las negociaciones para el arreglo de la deuda también ayudó a que el contado con liqui baje".
El viernes, el dólar contado con liqui cerró a $ 113,92, un valor que mantuvo estable en los últimos tres días de la semana y que marcó una clara tendencia a la baja, ya que había comenzado la semana en $ 118,80.
Al parecer, las medidas restrictivas que había tomado el Central semanas atrás (limitar las inversiones en dólares de los Fondos Comunes de Inversión, controlar a los grandes compradores de contado con liqui, etc.) sumadas a la decisión de aumentar a 26,6% el piso de la tasa de interés que los bancos deben pagarle por un plazo fijo a un inversor mayorista (más de $ 4 millones) ayudó a contener la suba de los dólares libres.
Esta semana, la necesidad de pesos de las empresas podría ayudar a que esta tendencia continúe.
"Se vuelve a repetir la misma historia que ocurrió el mes pasado y el anterior, cuando se vio cierta presión a la baja para pagar sueldos, algo que también pasó a fin de año cuando hubo que pagar el aguinaldo", detalla Gustavo Neffa, director de Research For Traders.
Sin embargo, advierte que "hay que tomar con pinzas la presión que esto puede ejercer sobre el dólar, porque la prima de riesgo va a ser alta en los próximos diez días hasta que se logre algo en torno a la reestructuración de la deuda".
Sin sacar los ojos de la deuda
Lo que Neffa quiere dejar en claro es que, tal vez la aparición de algunos dólares ofertados en el mercado pueda ayudar en el corto plazo a que el precio se mantenga estable, pero a la larga lo que determinará si el dólar continúa subiendo con fuerza o no, será el resultado de la negociación de la deuda con los acreedores, especialmente con los que poseen títulos con jurisprudencia internacional.
"El 70 o 80 por ciento del comportamiento del dólar blue tiene que ver con la incertidumbre por el manejo de la deuda", coincide López Alfaro, tras recordar que la semana pasada el contado con liqui bajó "en buena medida gracias a las expectativas positiva que se generaron en torno al posible arreglo de la deuda".
Y agrega que "no hay que dejar de mirar lo que pasa en los mercados de la región, porque hace algunos días en Brasil el dólar valía 6 reales y ahora vale 5,40, y eso también ayuda a que el dólar en la Argentina esté más contenido".
Esa es la percepción general que tienen los principales analistas del mercado en materia cambiaría: si la negociación por la deuda sale bien, el precio del dólar podría resultar más fácil de contener.
Si, por el contrario, fracasa, nadie se atreve a pronosticar qué podría pasar con el tipo de cambio en nuestro país. Especialmente si, de no prosperar la negociación por la deuda con los tenedores de bonos, el Banco Central se viera obligado a seguir emitiendo pesos en altos niveles para inyectarle fondos a la economía local.
"Por un lado, el Gobierno está un poco más tranquilo con el dólar, dado que aflojó la semana pasada, en parte por las restricciones que puso y en parte también con los pedidos de información que realizó, tratando de generar autorregulación del mercado", resume Norberto Sosa, director de IBE. Sin embargo, no deja de señalar que "más allá de alguna otra variable explicativa, la tendencia de fondo es alcista en materia de tipo de cambio, porque se va deteriorando la situación patrimonial del BCRA".
Los problemas de fondo continúan
Se refiere a la pérdida de reservas que día a día el Banco Central viene sufriendo, ya que en las últimas semanas ha sido el principal vendedor de dólares. La semana pasada, sin ir más lejos, vendió alrededor de 50 millones de dólares por día —aunque en alguna jornada tuvo que poner 70 millones sobre la mesa— y el dólar oficial terminó la semana en $ 70.
En tanto, las reservas del Central finalizaron la semana en 43.741 millones de dólares. Mientras tanto, la base monetaria continúa aumentado producto de la fuerte emisión de pesos que el Central ha debido hacer para sostener una economía paralizada por la pandemia del Covid-19 y por la decisión del Gobierno de sostener la cuarentena lo más rígida posible para cuidar la salud de la población.
Y la emisión de pesos, si la negociación con los acreedores no llegara a salir como esperan en el Gobierno, es lo que preocupa a muchos analistas.
"Si no hay acuerdo con los bonistas, quién sabe cuánto tendría que emitir el Central para tratar de poner en marcha la economía, y es imposible calcular qué impacto inflacionario tendría eso y cómo afectaría el precio del dólar", asegura un experimentado analista del mercado.
Tal vez por eso, Norberto Sosa insiste en que "más allá de que si alguien vende dólares para pagar aguinaldos o algunos impuestos, me parece que el tema central es cómo sigue avanzando la negociación de la deuda".
Eso, recién lo sabremos en un par de semanas. Mientras tanto, si aparecen quienes estén dispuestos a vender sus dólares en un mercado donde la oferta casi se restringió a cero, sin duda ayudarán a los objetivos del Banco Central, al menos para recuperar la sensación de calma durante algunos días.