• 25/11/2024

Nervios en la City: con la suba del dólar blue, se aceleró "goteo" de los depósitos bancarios

Desde el inicio de la cuarentena, los depósitos en dólares cayeron unos u$s900 millones y la volatilidad cambiaria agudiza la inquietud de los ahorristas
21/05/2020 - 10:49hs
Nervios en la City: con la suba del dólar blue, se aceleró "goteo" de los depósitos bancarios

Siempre que Argentina está frente a una crisis económica, quienes poseen dólares prefieren tenerlos a mano: los sacan del banco y los ponen bajo el colchón, en cajas de seguridad o los envían fuera del país.

La tremenda crisis económica ocasionada por el coronavirus no ha sido la excepción. En los 60 días que van de aislamiento social obligatorio (la manera más elegante de definir a la cuarentena) muchos ya optaron por sacar sus dólares del banco. Y por eso, los depósitos en moneda estadounidense cayeron 882 millones en sólo dos meses.

Basta con mirar la evolución de los depósitos en dólares del sector privado desde el 20 de marzo (día en que el Gobierno declaró la cuarentena) hasta el viernes pasado para darse cuenta de la caída. Cuando comenzó el aislamiento obligatorio había en los bancos (entre cuentas a la vista y plazos fijos) unos u$s18.056 millones. El viernes pasado, esa cifra se había reducido a u$s17.174 millones. Y no hay señales de que la tendencia se pueda revertir en el corto plazo. 

Las razones por los cuales la gente elige retirar sus dólares del banco son muchos y se entremezclan. En primer lugar, no hay que olvidar que apenas se declaró la cuarentena los bancos permanecieron cerrados sin ninguna posibilidad de que sus clientes se llevaran su dinero, excepto vía cajero automático. Eso hizo que, cuando abrieron sus puertas sólo para algunas actividades bancarias, muchos tuvieran la ansiedad de ir a retirar sus depósitos, especialmente los nominados en dólares.

En segundo lugar, muchos fueron los rumores que circularon durante el período en que los bancos se dedicaron básicamente a pagar jubilaciones como principal actividad. Se dijo que no se podrían retirar los depósitos (ni en pesos ni en dólares), que se podrían retirar a cuentagotas, y no faltaron las clásicas versiones alarmistas sobre confiscaciones. Nada de eso ocurrió finalmente, pero en aquel momento muchos ahorristas optaron por sacar sus billetes verdes de los bancos.

"Hay dos motivos por los cuales alguien saca la plata del banco: el primero es porque piensa que se los van a incautar; entonces, por las dudas se los llevan. Y el segundo es porque en medio de la cuarentena necesitan de esos dólares para venderlos y poder sobrevivir, porque la cadena de pagos está totalmente cortada y no cuentan con los ingresos que habitualmente tienen", sostiene Alejandro Henke, economista y director de Proficio

Un clásico: con la suba del dólar paralelo, volvió el nerviosismo a las calles de la City
Un clásico: con la suba del dólar paralelo, volvió el nerviosismo a las calles de la City y los depósitos vuelven a caer.

El segundo motivo al que hace referencia Henke queda en evidencia cuando se cruzan dos datos: la caída de los depósitos y la evolución de la cotización del dólar blue. Si miramos el momento exacto en que los depósitos comenzaron a caer con más fuerza, veremos que coincide con el momento en que el dólar blue comenzó a cotizar con firmeza por encima de los $ 100.

 

Eso ocurrió después del 20 de abril, momento a partir del cual los depósitos en dólares en los bancos provenientes del sector privado sólo tendieron a caer, mientras que el dólar blue no paró de subir. Por ejemplo: el miércoles 22 de abril, había 18.031 millones de dólares depositados en el sistema financiero, y el dólar blue cotizaba a $ 110. Al día siguiente, el dólar blue pasó a valer $ 120 y los depósitos cayeron a 17.929 millones de dólares. Nunca más volvieron a estar por encima de esa cifra.

El eterno atractivo del "puré"

Queda claro, entonces, que muchos de los ahorristas que retiraron sus dólares del banco (probablemente dólares que habían comprado a precio oficial en algún momento) los llevaron a las "cuevas" y los vendieron al precio que el mercado pagaba por el dólar blue. Es decir, hicieron el famoso "puré", que permite lograr una diferencia al haber comprado dólares a un precio barato y luego venderlos a un precio más caro.

El ejemplo es simple: imaginemos que alguien compró los 200 dólares autorizados por mes desde enero hasta marzo inclusive. Juntó en total 600 dólares que pagó (según el momento en que los haya adquirido, a un promedio de $84 por cada dólar) $50.400. Si los retiró del banco el día 14 de mayo y los vendió a $132 en el mercado paralelo (al blue los cambistas lo compraban a ese valor y lo vendían a $ 138), consiguió hacerse de $79.200.

Obtuvo así una ganancia de $ 28.800 en la operación que en la city se conoce como "puré". Claro que consiste en pasar dinero en blanco (declarado) a dinero en negro, pero en este país y en este contexto económico esto parece ser de poca importancia.

El punto es que estos ahorristas lo más probable es que tuvieran que hacer esa venta de dólares para solventar sus gastos cotidianos más que para hacer un negocio especulativo, ya que en la pandemia la cadena de pagos se interrumpió y muchos debieron recurrir a sus ahorros para subsistir.

"Las dos cosas están pasando: están los ahorristas que no tuvieron más remedio que recurrir a sus dólares para sobrevivir en medio del parate por el coronavirus, y están los que se quedaron más tranquilos sacando sus dólares del banco para tenerlos a mano, verlos, tocarlos y estar seguros que nada les impida poder retirarlos del banco", asegura Santiago López Alfaro, economista y socio de Delphos Investment

La reacción a la "mano dura"

La ansiedad por tener los billetes verdes en la mano responde a la memoria colectiva de las confiscaciones, y es una tendencia que se exacerba en los momentos de volatilidad. Sobre todo cuando los funcionarios comienzan a tomar medidas de corte intervencionista y se quejan sobre las operaciones especulativas por parte de agentes del mercado.

Por eso, los analistas de la City tampoco se extrañaron de que el momento intenso de la salida de dólares de los bancos haya coincidido con el inicio de medidas de "mano dura" adoptada desde el Banco Central, así como con las advertencias hechas desde la Unidad de Información Financiera y las presiones a la Comisión Nacional de Valores para que se revele la identidad de los que operan en la triangulación de bonos conocida como "contado con liqui".

Las medidas de Miguel Pesce lograron frenar al paralelo, pero no disipó el temor de los ahorristas
Las medidas de Miguel Pesce lograron frenar al paralelo, pero no disipó el temor de los ahorristas.

El consenso de los analistas asegura que -aun cuando en estos días esté mostrando una leve tendencia a la baja- el precio del dólar seguirá aumentando, producto de la gran emisión de pesos que viene haciendo el Banco Central, las bajísimas tasas de interés para colocaciones en pesos y la incertidumbre que todavía existe sobre cómo se resolverá el canje de la deuda con los tenedores de bonos.

Aquellos ahorristas que retiraron sus dólares el banco y no los vendieron para conseguir pesos, simplemente prefirieron tenerlos fuera del sistema financiero local. "Cuando limitaron las inversiones de los Fondos Comunes de Inversión en dólares, y cercaron cada vez más las operaciones para comprar dólar MEP o contado con liqui, mucha gente se puso nerviosa y prefirió sacar sus dólares fuera del país, porque piensan: si se van a meter con los dólares, mejor me los llevo a otro lado", señala Henke.

Así fue como en estos 60 días de cuarentena (de los cuales, al menos 15 los bancos estuvieron cerrados) muchos ahorristas prefirieron sacar sus dólares de los bancos y guardarlos de otra manera o convertirlos en pesos.

Algunos apremiados por la necesidad de echar mano a sus ahorros, otros temerosos de que los mayores controles sobre la compra de dólares y los rumores sobre futuras medidas del Gobierno en materia de depósitos les impidieran sacar sus billetes, pero todos con el mismo objetivo: tener a mano sus dólares billetes.

Ya lo dice el dicho: más vale billete en mano que dólar depositado en el banco.