Por qué acreedores no declararán guerra al Gobierno a pesar de que incumpla el vencimiento del viernes
Mientras que el Gobierno virtualmente definió extender el plazo de la oferta que caduca este viernes, y se mantiene la expectativa acerca de si pagará o no su vencimiento impostergable por 503 millones de dólares - que según supo este medio no se realizará y por ende el país irá a un "default controlado"- algunos bancos de inversión siguen haciendo números acerca de qué tan lejos o qué tan cerca están las posturas.
Más aún, que las diferencias no sean tan grandes juega a favor a la hora de que los mismos inversores llamen a una tregua y no pidan que se le declare el default abierto a la Argentina si -como se estima- el país no abona los intereses adeudados por los bonos Globales este viernes.
XP Investments, una firma de origen brasileño pero con oficinas en Nueva York, dice que los inversores no tienen la intención real de acelerar los pagos si el país cae en un fuerte incumplimiento el próximo 22 de mayo, pero solo mientras el gobierno argentino continúe manteniendo un tono más inclusivo en las negociaciones y se aleje del unilateralismo.
Esto tiene que ver con el dato clave para el viernes. A pesar de que Martín Guzmán no cancele el vencimiento, los bonistas no pedirían la aceleración de los pagos remanentes. O sea, que esos tenedores del bono que no se pagó demanden la totalidad de los intereses y capital que les faltaría por cobrar.
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En medio de las negociaciones
Si el Gobierno mantiene la buena fe y se acerca a los acreedores, se estima que los inversores no pedirán esos pagos y el país -si bien estaría en default parcial- podría seguir negociando para en las semanas siguientes cerrar un acuerdo sin una batería de juicios en Estados Unidos.
Guzmán este martes no descartó que el plazo legal del próximo viernes 22 de mayo para alcanzar un acuerdo con los acreedores pueda extenderse. "Hay una gran chance de que el deadline sea extendido. El 22 de mayo es una fecha anecdótica. Estamos en medio de una negociación, las dos partes están trabajando para alcanzar un acuerdo", insistió durante un encuentro virtual con la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en la Argentina (AmCham) y el U.S. Argentina Business Council.
"Somos flexibles, si hay ideas diferentes que sean consistentes y busquen recuperar la sostenibilidad, estamos dispuestos a escucharlas", reiteró sobre las propuestas presentadas por los bonistas el viernes pasado y que están en estado de evaluación por el Gobierno.
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Los distintos grupos de acreedores ya saben que la definición está en manos del Gobierno luego de haber presentado las contraofertas. Ahora, esperan la contraoferta a su contraoferta, valga el juego de palabras, que después del 22 y las semanas siguientes pueden seguir acercando posiciones.
Alberto Bernal, el estrategia para emergentes de XP, dice que un acuerdo se llegará si la pérdida de Valor Presente Neto que ofrece el gobierno es de alrededor del 45% en términos.
"Las contraofertas presentadas por los diferentes comités de inversión tienen un precio mucho menor de pérdidas en comparación con la oferta oficial, una que fue rechazada abrumadoramente por la comunidad inversora. Por ejemplo, según nuestras matemáticas, los términos ofrecidos por Ad Hoc Bondholder Group plantean un precio de mercado para los nuevos bonos al 2030 de 63 dólares, con un rendimiento de salida del 12%. Y de 71 dólares si los inversores deciden utilizar un rendimiento de salida del 10%", dice XP.
Para estos brokers, el resultado final será "uno en el que la comunidad inversora y el gobierno acuerden avanzar y que probablemente promedien un precio de mercado de aproximadamente 55% bajo un rendimiento de salida de 12% y cierren a 60 en términos de VPN si los inversores valoran la transacción con un rendimiento de salida del 10%".
La forma en que las partes podrían llegar a un entendimiento será una combinación de reconocer intereses acumulados, recortes nominales más bajos, cupones más altos y tal vez incluso la incorporación de los cupones del PIB.
En busca de estabilizar la caída
"Como hemos argumentado en el pasado, si existe la voluntad de avanzar, es probable que haya un acuerdo bastante pronto. También consideramos que los inversores no tienen la intención real de acelerar los pagos si el soberano cae en un fuerte incumplimiento el próximo 22 de mayo, pero solo mientras el gobierno argentino continúe manteniendo un tono más inclusivo en las negociaciones y se aleje del unilateralismo", avisan.
Yendo más allá del canje, creen que Argentina debe ser capaz de lograr al menos algún tipo de estabilidad financiera para superar la debacle de salud pública por el COVID19.
"Patear la mesa sería una opción peor, y más aún porque la comunidad inversora sigue abierta a la idea de proporcionar al gobierno de Fernández un alivio de la deuda muy significativo", advierten.
Además, señalan que un incumplimiento por completo comprometerá completamente la capacidad de los gobiernos provinciales para recibir financiamiento voluntario y limitaría la capacidad de YPF para financiar sus objetivos de inversión.
"Además, según las últimas actualizaciones presentadas por el FMI, más de 100 países ya se han acercado a la institución para solicitar opciones de financiamiento de emergencia; en la situación actual, Argentina es solo otro país emergente de ingresos relativamente altos que busca ayuda", remarcan.