La gran pregunta que todos se hacen sobre el dólar: ¿cómo se establece su precio?
El precio del dólar es lo que preocupa a todos los argentinos porque esto impacta directamente en las otras referencias de la economía, algo que incide directamente en la inflación. Por eso es importante conocer cómo se establece su valor para entender por qué el billete oficial prácticamente no se mueve, mientras que el informal escaló en los últimos días a niveles preocupantes.
Se trata de un planteo "muy argentino", porque la historia doméstica siempre demostró que el dólar siempre sube. Allá a lo lejos quedan los recuerdos del 1 a 1 (un peso, un dólar), que sobrevivió hasta la crisis del 2002.
De hecho, si nos situamos en los hechos recientes, el tipo de cambio oficial aumentó en los últimos dos años alrededor del 250% y ya se ubica en torno a los $70. A ello se le agrega el cepo cambiario instaurado a mediados del 2019 por la crisis política y económica, que hoy genera que la brecha de precios entre el dólar oficial y los "alternativos", se acerque al 100%.
Es decir, con aquellos billetes estadounidenses que se consiguen en los otros mercados, tanto legales como ilegales. Puede ser la Bolsa de Comercio, a través de la compra y venta de acciones y bonos que están nominados en pesos y en dólares (los conocidos Contado con Liquidación (CCL) y dólar MEP). O bien, a través de los arbolitos (o vendedores ambulantes informales) de la tan porteña calle Florida.
Ahora bien, la pandemia de coronavirus y el consecutivo freno en la economía mundial están generando que muchas monedas emergentes se devalúen de forma considerable, tal como sucede con el real de Brasil, que arrancó el 2020 en 4,28 unidades por dólar, y ahora ya superó los 5,7 (representa un alza del 33%). Por eso, en este momento, el peso también tiene presiones externas para depreciarse frente al billete norteamericano.
Pero a ello se le suman varias cuestiones internas, como la inflación imparable, la incertidumbre por la renegociación de la deuda, el cepo cambiario y los datos desalentadores de la economía local, entre los principales factores. Justamente, en estas cuestiones reside que la brecha cambiaria con los distintos tipos de dólares (Bolsa, Mep y blue) se haya disparado en las últimas semanas.
"El tipo de cambio es uno de los principales precios de la economía, afectando variables como la inflación, el nivel de actividad económica, de comercio exterior, entre otras cuestiones centrales", dice a iProfesional Roberto Geretto, economista del banco CMF.
Precio del dólar: cómo se determina
Más allá de los factores que impulsan a que el precio del dólar suba, hay determinados aspectos que pesan más que otros y, sobre todo, que están más directamente vinculados al valor del tipo de cambio que los que, para definirlos de alguna manera, son más especulativos y contextuales.
Básicamente, según Geretto, la determinación del tipo de cambio se puede dividir en tres factores:
1. Precio del dólar y la cuenta corriente
El primer aspecto a tener en cuenta por un Gobierno para determinar el precio del dólar es el flujo de comercial, donde intervienen principalmente las importaciones y exportaciones. También en este concepto se incluyen los pagos y cobros de intereses, fletes y otros servicios.
"En la determinación del saldo de cuenta corriente se tienen como contracara el gasto y el ingreso a agregado a nivel macro. Por ejemplo, si el gasto del Gobierno aumenta, manteniendo las demás variables constantes, el gasto agregado aumenta, cayendo el saldo de la cuenta corriente (o empeorando el déficit)", detalla Geretto a iProfesional.
Para agregar que en los períodos de recesión en Argentina, el saldo de cuenta corriente tiende a aumentar, ya que "la suba en el tipo de cambio hace caer la demanda agregada, por lo que cae el gasto agregado a nivel macro".
Esto se puede ver en el siguiente gráfico, cuando comenzó la escalada del tipo de cambio en diciembre del 2017:
2. Precio del dólar y la Cuenta Capital y Financiera
Bajo este rubro se contabilizan partidas como los préstamos recibidos de organismos internaciones (o pagos a los mismos), inversión extranjera directa, o de portafolio para compra de activos financieros.
"Es decir, que en este concepto se abarcan principalmente los flujos de capitales que ingresan o egresan al país, excluyendo intereses o dividendos, que se consideran pagos a servicios de capital y se encuadran bajo la Cuenta Corriente", describe Geretto.
El atesoramiento minorista también se contabiliza en esta partida, ya que son dólares que salen del sistema financiero local, siendo lo mismo a efectos macro que se guarde en "el colchón" o en una cuenta del exterior.
"Los determinantes de los movimientos de capitales son básicamente los diferenciales en las tasas de interés local respecto a las del exterior, así como la aversión al riesgo y oportunidades de negocios que hay en el país", indica Geretto.
Respecto a los movimientos de capitales que son producto de préstamos de organismos internacionales, el experto comenta que estos tienen cierta autonomía, ya que no responden a las mencionadas variables, sino a cuestiones de política económica, como por ejemplo que los préstamos del FMI son para atender crisis de corto plazo de la balanza de pagos, o que los préstamos del Banco Mundial están ligados a inversión en infraestructura social.
"Algo que se puede ver en este punto, es que un déficit de cuenta corriente debe ser financiado con un movimiento de capitales, los cuales permiten que el gasto agregado sea mayor al ingreso agregado del país", dice Geretto.
En dicho sentido, a priori no se puede determinar si un superávit o déficit de estas cuentas son deseables sin atender a las causas que lo originan. Por ejemplo, el economista indica que un déficit de cuenta corriente por importaciones de bienes de capital asociado a un superávit de la cuenta de capitales por mayor inversión extranjera directa es "beneficioso".
Pero un déficit de cuenta corriente por aumento de los gastos corrientes del Gobierno financiado con deuda externa, "seguramente trae aparejado una situación macro más riesgosa".
Y subraya: "Merece destacase la volatilidad de este rubro, dada las variables que lo determinan, donde el cepo ha hecho que el saldo se reduzca a casi cero". Esto puede verse en el siguiente gráfico:
3. Precio del dólar y la variación de reservas
El accionar del Estado se ubica principalmente mediante el Banco Central, en donde las compras y ventas de divisas en el mercado de cambios influyen en la determinación del tipo de cambio, haciendo variar también el nivel de reservas.
"Las reservas también pueden variar sin intervención del BCRA en el mercado de cambios, ya que puede variar la valuación de los componentes que integran las reservas, como por ejemplo el valor del oro", aclara Geretto.
¿Dólar real o nominal?
Más allá de los tres factores citados anteriormente que determinan el precio del dólar de un país, también hay que observar detenidamente la relación entre el tipo de cambio real respecto al tipo de cambio nominal.
"Si bien el tipo de cambio definido como pesos por dólares es usualmente lo más conocido, tan importante (o más) es el tipo de cambio real. En pocas y simples palabras, es el ´poder de compra del dólar´", detalla Geretto.
Como ejemplo, grafica que si en Argentina se duplican los precios y el tipo de cambio nominal también, un extranjero que venga no encontrará que nuestro país está "más barato".
"Así, si bien los conceptos anteriores determinan el tipo de cambio nominal en el corto plazo, en el mediano y largo lo que se determina es el tipo de cambio real, que es el que hace que el saldo de la cuenta corriente sumados a la cuenta de capitales y variación de reservas sea cero y todo se equilibre", concluye Geretto.
Por caso, ante un gran ingreso de dólares a la Argentina, el tipo de cambio real tenderá a bajar porque disminuye el tipo de cambio nominal. O también, si para sostener el tipo de cambio nominal el Banco Central compra esos dólares (ganando reservas), estará inyectando pesos en la economía, por lo que aumentará el nivel de precios.
"O sea, en este segundo caso, se tiene que bajar el poder de compra del dólar (tipo de cambio real) porque se mantiene constante el tipo de cambio nominal, pero aumenta el nivel de precios", completa este economista.
Para finalizar que es importante destacar el orden de causalidad, donde "los flujos determinan el tipo de cambio y no al revés. Si bien un particular o empresa toma al tipo de cambio como algo dado, a nivel agregado los flujos son los que determinan el tipo de cambio", enfatiza Geretto.
¿Qué pesa realmente en el precio del dólar?
En cuanto al valor que debería tener el dólar en este momento y en qué aspectos se tendría que hacer foco al analizar ello, iProfesional consultó a distintas fuentes respecto a los parámetros que están pesando hoy.
En este sentido, Daniel Vicien, director Comercial de Balanz, indica que el aspecto que debería pesar en la actualidad en su precio "es la inflación para que no haya un atraso cambiario, dado que esta referencia de dólar también se utiliza para el comercio exterior".
Por su parte, Diana Mondino, economista y profesora de finanzas de la UCEMA, afirma: "Debemos olvidarnos del concepto de ´fijar´ el dólar. Eso sólo lo puede hacer un Banco Central que tenga suficientes reservas para comprar o vender a cierto precio fijo. En nuestro caso, el BCRA sólo compra, porque prácticamente no vende", resalta.
Para agregar que el precio del dólar es "como otros precios: si hay más restricciones o más demanda, más alto será su valor". Por eso, considera que las medidas recientes del Gobierno, justamente, "imponen más restricciones y con tanta emisión hay más demanda".
Entonces, Mondino considera que si se permitieran las transacciones de dólares entre privados, en lugar de limitarlas, "habría menos frenesí por comprar".
"En Argentina tenemos inhibida toda otra forma de ahorro. Eso nos empuja hacia el dólar y cuantas más restricciones haya, más elevado será su precio, al revés de lo que intenta el Gobierno", sentencia esta economista de la UCEMA a iProfesional.
Así, Mondino considera que si las restricciones fueran efectivas, entonces se destruirá el ahorro de los argentinos, "forzados a invertir por debajo de la inflación".
"Deberíamos poder ahorrar tranquilos, especialmente en momentos de tanta incertidumbre. Si consideramos la caída brutal en consumo, empleo, producción y recaudación impositiva, entonces veremos que el valor del peso necesariamente cae, aún cuando no tuviéramos la fenomenal emisión de moneda actual", resume Mondino.
En consecuencia, sostiene que es difícil evitarlo, pero "tampoco se podrá evitar que el dólar suba. Intentar evitar que el dólar aumente solamente trae más daño a la capacidad productiva del país", sentencia.
En ello coincide su colega de la UCEMA, Manuel Alvarado Ledesma, al afirmar que "no es el dólar, precisamente, lo que sube. Es el peso el que baja, porque la gente quiere huir de este, ya que se deprecia cada vez más, por la enorme oferta de pesos y la velocidad de circulación que tienen, para financiar al fisco".
Como consecuencia de la incertidumbre y la falta de confianza, Alvarado Ledesma dice que el precio del dólar (es decir, del peso), "hoy es imposible establecer en un nivel determinado. En este momento, el mercado está sometido a un mundo de presiones de todo tipo, donde las distintas intervenciones estatales finalmente empeoran la situación, pues sólo son un paliativo en el cortísimo plazo".
En cuenta a las mencionadas presiones, sostiene que la principal es la "oferta desmedida de pesos", con el ojo puesto en el desequilibrio fiscal y del sector bancario, "determinantes fundamentales de la Base Monetaria".
Según un informe de la Consultora LCG, medido en términos reales, el tipo de cambio libre muestra un nivel de depreciación excesivamente elevado del peso "comparable con el alcanzado en el overshooting de 2002, y el tipo de cambio real oficial muestra niveles de 2011, cuando Argentina ya había perdido los superávits gemelos y debió imponer el cepo para frenar la caída de reservas traccionada por el atraso".
Y acota que un parámetro a tener en cuenta podría ser el de recuperar el nivel de competitividad que tenía el país durante la presidencia de Néstor Kirchner con Roberto Lavagna manejando la economía (2003-2005).
"Si bien es cierto que la presión tributaria se elevó en estos años, un tipo de cambio ajustado por esta variable indica que un nivel competitivo demandaría un dólar entre los $90 y $100, un 45% por encima del nivel actual (20% por debajo del CCL)", sentencia el informe de LCG.
Un nivel similar al que estipula el analista Salvador Di Stefano, ya que afirma que "si tomamos los pasivos monetarios totales del Banco Central y lo dividimos por las reservas nos da un dólar de $93,86".
Igualmente, considera que "de ninguna manera" el dólar está atrasado. "No está a mal precio, lo que sucede es que las retenciones son muy gravosas para el comercio exterior. Lo ideal sería bajar las retenciones".
Para otros consultores, incluso, la "cuenta" da como resultado que se requeriría un tipo de cambio más alto para estar en equilibrio.
Según una fuente de un banco privado, para los exportadores, "el atraso cambiario sumado a las retenciones o impuesto a las exportaciones puede desalentar los envíos al extranjero". Para acotar que el atraso en el tipo de cambio "promueve la fuga al dólar".
En tanto, para Geretto el tipo de cambio oficial (mayorista) en torno a los $68 "luce en línea con el promedio histórico, aunque algo atrasado si se toman en cuenta las devaluaciones de las monedas de la región de los últimos meses".
Sin dudas, para los expertos consultados por iProfesional el precio del dólar no es el que refleja las pizarras oficiales, sino un valor más cercano al que tienen que abonar los ahorristas que deben pagar un 30% del impuesto País para acceder al mismo, que hoy orilla los 90 pesos por unidad estadounidense.
En cuanto al nivel de valor para el dólar que refleja el contado con liquidación o el blue, en torno a los $120, para Geretto "es un tipo de cambio real alto, en línea con los valores de la década del ´80, como por ejemplo hubo durante la Guerra de Malvinas".-