Seguros contra un default argentino: ya hay día clave para que los inversores reclamen el cobro
Mientras que siguen las negociaciones de la deuda, por ahora y según el ministro de Economía sin una contraoferta efectuada por los acreedores, muchos bonistas empiezan a preguntarse si pueden solicitar por el pago de sus seguros contra un default. Conocidos en el mercado como Credit Default Swaps -o CDS-, estos contratos son adquiridos por los tenedores de bonos para proteger su capital ante un incumplimiento en el pago del emisor.
En el caso argentino, se estima que muy probablemente tendrá complicaciones para abonar este 22 de mayo los 500 millones de dólares que dejó de pagar en abril, luego de utilizar el período de gracia de 30 días que permite incumplir con los intereses. Así las cosas, en Wall Street creen que el tiempo es tirano para que el país logre cerrar un entendimiento con los acreedores este 22.
Por eso, se especula que el país podría no pagar ese compromiso y negociar algún tipo de alternativa que no haga que se disparen las cláusulas de aceleración de los bonos -o sea, cuando se ingresa en default por un título, el resto puede pedir que le paguen lo que el país debe por adelantado- pero sí los CDS.
Según el JP Morgan, que los seguros se disparen el 20 de junio -el contrato que vence más próximo al deadline del 22 de mayo- es una pregunta de cuándo y no si será o no. "Los seguros que vencen el 20 de junio pueden dispararse por muchos motivos", advierten y enumeran los tres fundamentales:
- Que falle el pago que se debería hacer el 22 de mayo.
- Un repudio o moratoria por parte del Gobierno, o se si un funcionario advierte que no van a pagar los servicios de la deuda en dólares bajo ley extranjera.
- Una reestructuración de la deuda, si los inversores son obligados bajo las cláusulas de acción de colectiva a aceptar o incluso con el período de gracia como el standstill.
Ésta última alternativa del standstill es la que algunos le propusieron a Martín Guzmán en caso de que no se llegue a un acuerdo para el 22 de mayo para estirar las negociaciones. Pero, ahí habría que depender de la buena fe de los inversores para que no pidan la declaración de default.
Contrato oneroso para el inversor
Los CDS de la Argentina ya cotizan, de todas formas, a precios de default. El contrato que cubre al inversor desde el momento que lo compra y por el transcurso de cinco años, tiene un valor de 14.181 puntos básicos o 141 por ciento. La probabilidad implícita de que el país en ese lapso de tiempo deje de pagar la deuda es del 100 por ciento.
Traducido en dinero, significa que el comprador del CDS paga 141 dólares por año durante 5 años para asegurar un monto de 100 dólares. De ahí que la probabilidad de que ese contrato no se cumpla es total.
Estos contratos son estructurados por los bancos de inversión que se los venden a los clientes como los fondos para que protejan sus inversiones en el caso de un incumplimiento del emisor. La Asociación Internacional de Derivados y Swaps (ISDA), es la una entidad privada que determina si se activan o no los seguros de default.
Pero los miembros del ISDA, los que piden cuando consideran que un país está cerca de no pagar que se lo declare en default son bancos y fondos de inversión entre los que están algunos acreedores de la deuda. En la lista aparecen BlackRock, Franklin Templeton, AllianceBernstein, UBS, Elliott Management, entre otros.
Léase, los mismos acreedores pueden solicitar al organismo del cual son miembros que ante algún evento que puedan considerar que se está incumpliendo los contratos, se la declare oficialmente en default al país.
Economía, de mal en peor
"Coincidimos con el presidente Alberto Fernández que dijo que un default es malo. Pero la estrategia de negociación ha puesto al país es un situación muy complicada en su decisión de suprimir los pagos de deuda en dólares", advierte JP Morgan.
Y recuerdan que la economía argentina está en el medio de un profundo colapso después de tres shocks adversos desde el 2018. "Mientras que es debatible si un default en el segundo trimestre del año agravará la caída en ese período, su impacto negativo en el escenario post COVID-19 no lo es. Un default tendría impacto en el tipo de cambio", vaticina la entidad estadounidense.
Tiempo de descuento para que el país llegue a un arreglo con los acreedores y evite el peor de los escenarios. Hasta el momento, las charlas estarían en torno a reducir el período de gracia de 3 años a algo menos o capitalizar los intereses. La tasa de interés promedio que quiere Guzmán parece menos negociable, al menos ahora. El riesgo de default, a cinco días del deadline, parece estar más cerca.