Dólar bolsa a más $100: ¿qué herramientas tiene el Banco Central para intentar frenarlo?
Los economistas de la City coinciden en que la "maquinita" de emisión del Banco Central (BCRA) es una de las explicaciones del brusco salto que tuvo el contado con liquidación esta semana. Solo en marzo, la base monetaria creció 34% y una de sus consecuencias fue que los tipos de cambio bursátiles pasaron la barrera de los $100 y operan cómodos en valores cercanos a los $110.
Por ahora, el BCRA optó por aspirar una parte de la inyección de pesos en la licitación de Leliq de ayer, en la cual que vencían $120.000 millones y tomó $300.000 millones. Esa operación resultó en una contracción monetaria de alrededor de $180.000 millones -sin tener en cuenta los intereses-. Desde enero, cuando estaba en proceso de desarme de pases pasivos, que el organismo no aspiraba tantos pesos en una licitación.
En ese marco, economistas consultados por iProfesional consideraron las alternativas de política monetaria que podría tomar el Central para desalentar la dolarización y volver a incentivar a los individuos y empresas a quedarse en moneda local.
Reactivar el crédito
Buena parte de la inyección de pesos que el BCRA hizo en las últimas semanas tuvo que ver con el desarme forzoso de Leliq que realizó el organismo con el objetivo de liberar unos $300.000 millones para que los bancos destinen a los préstamos a mipymes con tasa de 24% que impulsó el Gobierno.
Matías Rajnerman, economista jefe de Ecolatina, se refirió a ese punto: "El BCRA no está renovando las Leliq para que los bancos presten esos fondos pero ellos no quieren hacerlo porque tienen miedo de que toda esa plata vaya a mora, aún a una tasa tan baja. Entonces, se quedaron con el efectivo y ni siquiera están interesados en tomar plazos fijos, porque no quieren tener capital inmovilizado".
Si bien el objetivo oficial es colocar $320.000 en créditos a mipymes, según la última información oficial por ahora sólo hay préstamos aprobados por $66.182 millones, de los que se desembolsaron $43.298 millones, es decir, el 14% del cupo.
Por eso, los economistas también señalan la necesidad de fortalecer el canal crediticio para que los pesos no queden en los bancos y terminen generando presión alcista sobre el dólar bursátil. "Si desde el Gobierno están realmente dispuestos a que estos créditos al 24% salgan, quizá una salida sea que el BCRA garantice una parte de los préstamos", sugirió Rajnerman.
Un informe de Ieral también resaltó la importancia de lograr "capilaridad en la distribución del crédito", para lo que urge una "capitalización estatal a las Sociedades de Garantía Recíproca (SGR)" de modo de evitar un exceso de emisión monetaria.
En esa línea, el Gobierno puso en marcha el sistema de avales oficiales para las mipymes que busquen financiamiento a través del Fondo de Garantías Argentino (Fogar). En el organismo conducido por Miguel Ángel Pesce esperan que ese mecanismo se dinamice en los próximos días y el financiamiento llegue a las mipymes.
De hecho, según informó el BCRA, el Fogar ya otorgó avales para que las entidades financieras dispongan nuevos créditos por $89.073 millones. Además, se incluyó desde esta semana a las SGR entre la actividades exceptuadas de la cuarentena.
Subir el costo del dinero
Desde que Pesce llegó a la presidencia del BCRA, la tasa de referencia perdió 25 puntos porcentuales. Así, el rendimiento de la Leliq pasó de 63% a 38%, lo que abarató el costo del dinero y, por ende, del crédito.
El propio Pesce ha dicho en varias ocasiones que no cree en el efecto directo de la tasa de interés para controlar la inflación o domar el apetito por dólares. De hecho, en declaraciones públicas de esta mañana, el presidente del BCRA atribuyó la disparada del contado con liqui a una "maniobra especulativa".
No obstante, algunos de los economistas consultados consideran que una suba de tasas podría ayudar a morigerar la suba del tipo de cambio bursátil, aun cuando se haga más caro el crédito para individuos y empresas. Otros especialistas se inclinan por reconstruir el stock de Leliq sin tocar su rendimiento actual.
"Debería subir la tasa, cosa que no parece estar en el menú. También sería bueno que empiecen a dar precisiones en lo económico. Está perfecto el foco en lo sanitario, pero hay que empezar a dar precisiones sobre cuándo y cómo se saldrá. De lo contrario, son todas incógnitas y en Argentina, cuanto menos sabemos, más dólares queremos", sostuvo Gabriel Caamaño, socio de Consultora Ledesma.
En la visión del economista, el foco debería estar más en el nivel de tasa que en la liquidez bancaria. "Están emitiendo mucho por déficit y mucho de lo que inyectaron por Leliq no llegó a la calle sino que quedó en los bancos. El BCRA quiere que los bancos presten más y más rápido. Eso va a amplificar el impacto de la emisión", sostuvo.
"En este contexto, lo más lógico para evitar que los pesos se vayan al contado con liqui o al dólar Mep, es subir la tasa", concluyó Caamaño.
Por su parte, Mariela Díaz Romero, economista senior de Econviews, coincidió en que "el BCRA tiene herramientas para acotar la suba de la liquidez en los bancos, que es lo que generó la brusca caída de tasas de interés y la disparada del contado con liqui".
"Esas herramientas son remunerar mejor la tasa de pases o subir la tasa de política monetaria para tender hacia un aumento de la tasa de ahorro para los depositantes. Sin embargo, no me queda claro que el BCRA quiera restringir liquidez en este momento, más bien al contrario, quiere que aumente el crédito", opinó.
Rajnerman, en cambio, consideró que antes que incrementar la tasa, el BCRA tendría que apuntar a rearmar parte del stock de Leliq, que cayó $330.000 millones desde el inicio de la cuarentena.
"Ma parece que no se trata tanto de subir la tasa sino de que el BCRA convalide la demanda de Leliq y no las deje en efectivo para que se vayan a préstamos porque, evidentemente, a estas tasas los bancos no quieren prestar", apuntó.
El economista explicó que, del otro lado de la ecuación, si los bancos están muy líquidos en pesos no quieren tomar plazos fijos y bajan las tasas a las que remuneran a los depositantes, que se ven así impulsados a dolarizarse mediante el dólar bolsa.
"El costo de oportunidad de ir al contado con liquidación es prácticamente nulo. El plazo fijo rinde un 20% anual, es decir, debajo de 2% por mes. En un par de horas se gana con el contado con liquidación lo mismo que con un plazo fijo a 30 días", recalcó.
Presión sobre el dólar
Si bien el impacto de la disparada del contado con liqui en el tipo de cambio oficial no es inmediato, es un riesgo a tener en cuenta y por eso el BCRA empezó a absorber pesos esta semana.
"Sin lugar a dudas la suba del contado con liquidación pone muchísima presión sobre el tipo de cambio oficial, que va quedando cada vez más atrasado en términos reales. El real brasileño se depreció un 30% en lo que va del año y el peso, un 9%", puntualizó Díaz Romero.
Y propuso: "Para achicar la brecha y reducir la posibilidad de un salto abrupto en el dólar, el BCRA puede colaborar depreciando más rápidamente el tipo de cambio oficial, a un ritmo de 4% mensual. De esa manera, lo puede hacer lentamente y conservar su ancla nominal. Si sufriera un salto, el tipo de cambio perdería fuerza como ancla".
Con respecto a los efectos sobre la inflación, Díaz Romero reconoció que "el Gobierno tiene a su favor los controles de precios, la caída en el precio internacional del petróleo y la ausencia de relevamientos por la cuarentena" y que "los mecanismos de transmisión de la suba del liqui a la inflación no son inmediatos". Sin embargo, sentenció: "En el mediano plazo, si el exceso de liquidez no es absorbido, se irá a precios".
Sobre ese punto, Jorge Vasconcelos, de Ieral, abogó por mecanismos que reduzcan los riesgos de una aceleración inflacionaria y, por ello, sugirió un desdoblamiento del mercado cambiario "creando un segmento financiero, en el que el Banco Central podría vender dólares obtenidos en el lado comercial, que apunta a ampliarse por caída de importaciones superior a la de las exportaciones".
"Hay margen para cambios en el rubro ‘dólar ahorro’ (menos impuesto y algo más de cupo) y para canalizar operaciones entre empresas, en un canal financiero semejante al liqui, pero más transparente y de mayor volumen", finalizó el economista