Cómo aprovechar la baja en la tasa de interés de las tarjetas de crédito en medio del coronavirus
En los últimos meses, las tasas de interés de las tarjetas de crédito han descendido al compás de la definición política que hubo en el país y, sobre todo, por la fuerte iniciativa del Banco Central de impulsar un abaratamiento del financiamiento para los individuos y las pequeñas y medianas empresas.
Un escenario que se ve empañado en la actualidad por la crisis mundial a raíz de la pandemia de coronavirus, cuyo impacto en la economía es ineludible.
En este marco, los titulares de los plásticos pueden aprovechar la baja de las tasas de interés para solventar sus gastos, sobre todo en medio de esta situación sumamente compleja, y con un gasto similar que en otras líneas de préstamos.
En especial, si se tiene en cuenta que hoy existen en vigencia más de 41 millones de tarjetas de crédito en Argentina, que están en manos de unos 25 millones de titulares, según los últimos datos del Banco Central.
A nivel de referencia, la tasa de política monetaria que establece esta autoridad reguladora para el sistema bancario, que es la empleada para las Leliq (Letras Líquidas) que utilizan las entidades financieras a nivel mayorista, descendieron desde el 85% alcanzado en septiembre pasado, en plena crisis política y económica, al actual nivel del 38%.
Con esta reducción, la tasa de referencia en términos efectivos (sumados gastos e impuestos), se ubica en 45,4% anual.
Tasas de las tarjetas de crédito en baja
En cuanto al costo que tienen los argentinos para financiarse con los plásticos, desde el miércoles 19 de febrero pasado el Banco Central decidió, a través de las Comunicaciones A 6911 y 6912, impulsar una "fuerte baja en las tasas de financiamiento de todas las tarjetas de crédito, tanto bancarias como no bancarias", en el contexto de bajas consecutivas de la tasa de política monetaria y la desaceleración de la inflación.
El objetivo argumentado desde el BCRA a esta medida es la de "proteger a los sectores más vulnerables e impulsar la recuperación del crédito al consumo".
Con respecto a la tasa de financiamiento de las tarjetas de crédito bancarias, la autoridad monetaria estableció que los bancos no podrán cobrar más de un 55% de interés nominal anual.
De esta forma, el Costo Financiero Total (CFT), que refleja la tasa final del préstamo recibido, se ubica en torno al 80% anual.
Un nivel sumamente más bajo del que llegaron a cobrar varios bancos antes de la mencionada reglamentación de mediados de febrero, debido al que el promedio del sistema llegó a ser del 125% anual. Incluso, el máximo cobrado en ciertas entidades llegó a registrar el 220% anual.
Y para los plásticos no bancarios, el Central dispuso que su costo de financiamiento no podrán superar el 25% del promedio de la tasa de préstamos personales de las entidades financieras.
Cabe recordar que las tasas de interés para la financiación con tarjeta de crédito varían dentro de un mismo banco, según el paquete de servicios contratado por cada cliente.
Para tener una idea de los diferentes costos, de acuerdo define el propio BCRA, el otorgamiento de un préstamo lleva asociado gastos que deben ser considerados conjuntamente con la tasa de interés nominal anual (TNA).
Es decir, más allá de la tasa de interés pagada, para calcular cuál es el Costo Financiero Total (CFT) de endeudarse, se le deben sumar otros gastos como el seguro de vida, los gastos administrativos y los de otorgamiento, comisiones, más impuestos (IVA), entre otros.
En el caso de las tarjetas de crédito, el costo se refleja en la tasa final del préstamo recibido y que se expresa como Tasa Efectiva Anual (TEA), donde no se implementan todos los cargos que posee el CFT.
Lo cierto es que la baja de tasas "supone un alivio ya que algunos bancos estaban cobrando por arriba del 200% por saldos impagos. No era para nada rentable endeudarse con algunas entidades, y eso impactaba negativamente sobre el consumo", dice a iProfesional Natalia Motyl, economista de Libertad y Progreso.
Y agrega: "Antes del Covid-19 el consumo se había recuperado gracias a éste tipo de políticas" de disminuir el costo de financiarse.
Aunque aclara que considera que las tasas siguen siendo altas, porque a la tasa nominal se le tiene que subir más de 25 puntos porcentuales en impuestos.
Por lo tanto, sostiene que la baja de las tasas de interés en las tarjetas de crédito "beneficia más al que ya está endeudado", porque suaviza el impacto al cliente para que pueda hacerle frente a la deuda que había tomado con el banco.
Cómo aprovechar baja de tasa en tarjetas de crédito
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Los individuos o familias se financian con tarjeta de crédito realizando sus compras mensuales con este sistema de pago, y cuando le llega el resumen de pago en los primeros días del mes siguiente cancelan sólo el mínimo solicitado, que es el 5% del monto total de la liquidación, o un porcentaje superior, pero no el total de la cuenta.
Así, dejan impago el saldo de la liquidación y lo financian con la propia tarjeta de crédito, lo que se llama en la jerga "revolving", por el que se les cobra el mencionado Costo Financiero Total (CFT), o TEA, por ese "préstamo".
Es decir, si el resumen de la tarjeta de crédito es de un total de $20.000, se puede pagar el mínimo (5%) de $1.000, y se dejan sin cancelar los restantes $19.000 hasta el próximo mes.
Aunque, claro, se le deberán sumar los intereses del costo financiero mencionado.
Para aprovechar esta baja en la tasa de interés de las tarjetas de crédito, ante la consulta de iProfesional, Roberto Geretto, economista jefe de CMF, realiza una serie de recomendaciones:
1-Considerar el costo financiero total (CFT) y no la tasa nominal anual (TNA)
Lo primero a destacar es que siempre se debe mirar el CFT y no la TNA, ya que el primer concepto refleja el verdadero costo para el usuario de la tarjeta, en tanto que lo segundo es simplemente la tasa de interés "pura" que cobra el banco o entidad emisora de la tarjeta de crédito por otorgar financiamiento.
A modo de ejemplo, una TNA del 55% puede elevarse en promedio a más del 80%, considerando comisiones, IVA, gastos administrativos, entre otros cargos.
2-Entender la mecánica y el producto
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También es imprescindible conocer el producto, es decir, tanto la fecha de cierre, como el pago mínimo y demás detalles, donde en caso de pagarse el total no habrá ningún tipo de interés.
En especial, no se debe olvidar que para los consumos en dólares el impuesto País se paga por adelantado, aun cuando se abonan en moneda estadounidenses a los mismos.
Por otra parte, nunca debe olvidarse si la tarjeta tiene costos de renovación (en general son anuales), a efectos de evaluar los costos y beneficios de este producto.
"En muchos casos, la tarjeta de crédito forma parte de un pack que ofrece el banco, por lo que los costos de renovación de la tarjeta no puede ser individualizado", aclara Geretto.
3-Tasas de interés
Las tasas de interés han venido cayendo, pero aún superan la inflación y lo ofrecido por los plazos fijos. Producto de la política monetaria expansiva del BCRA, y también por la reciente normativa de dicha entidad que limita la Tasa de interés Nominal Anual (TNA) de las tarjetas al 55%, las tasas asociadas en las tarjetas han venido cayendo.
"Sin embargo, aún superan a la inflación esperada en torno al 30% y a la TNA de los plazos fijos que, en el mejor de los casos, actualmente ronda dicho porcentaje. Por tanto, por ahora no hay ningún incentivo a postergar el pago de la tarjeta para realizar plazos fijos o tener un consumo ´subsidiado´ mediante una tasa real negativa", dice Geretto.
4-Ver el saldo de la tarjeta de crédito como préstamo no documentado
"Esto es entender que los financiamientos de consumos en tarjeta de crédito son ´caros´, dado que estos son préstamos no documentados (como por ejemplo son los préstamos personales)", explica el experto.
Así, por ser más riesgosos, en cuanto que no tienen ninguna garantía o documento específico asociado, estos tienden a tener mayor tasa de interés que los préstamos documentados o con garantía.
5-Analizar el tipo de cambio a utilizar
Respecto a los consumos en dólares para un individuo minorista, hay algunas alternativas para pagar.
La primera es la cotización del banco, donde se puede obtener a aproximadamente $86,15, considerando el impuesto País. También, están las sociedades de Bolsa, que permiten comprar dólares en efectivo, generalmente a un precio más conveniente (actualmente la cotización oscila los $84), "aunque el monto de compras mensuales no puede superar los u$s200", indica Geretto.
O bien, se puede acceder a los dólares (mediante una sociedad de Bolsa), vía dólar MEP y Contado con Liquidación. En los últimos días cotizaba a $88 para la venta. Este tiene la ventaja que también es legal y permite comprar más de u$s200 al mes.
Por último, está el dólar blue, el cual actualmente está algo más bajo que los valores anteriores, pero presenta el inconveniente que es una operación informal y además se debe bancarizar la compra/venta realizada.
6-Planificación financiera
Finalmente, nada mejor que una adecuada planificación. A pesar que las tasas por financiación de consumos por tarjeta presentan una alta tasa real, eso no implica que el producto nunca deba ser usado. Hay casos muy útiles para utilizar la baja de los intereses en los plásticos para financiarse.
Al margen de las cuotas sin interés o intereses bajos o descuentos a los que se pueda acceder (financiados por el local comercial donde se hizo la compra o por la entidad emisora de la tarjeta), "también sirven para transferir pagos hacia el mes siguiente, donde sí se paga la totalidad no habrá intereses por financiación", remarca Geretto.
Adicionalmente, en caso que se espere un mayor ingreso en meses siguientes, sirve para tener un adelanto del ingreso, a modo de "gastar a cuenta" el mayor ingreso futuro.
Y en última instancia, también hay un componente subjetivo, donde si la utilidad de los bienes consumidos es tal que supera los costos del financiamiento, nadie dudará en pagar con tarjeta en caso de ser necesario
Por ejemplo, esto lo explica el economista en una compra de alimentos o remedios, en este contexto que sufre el país con una economía frenada por el coronavirus.-