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"La doctrina Griesa": cómo es la apuesta de los acreedores para presionar a Guzmán por la deuda

Los comités de bonistas no temen por un default de la Argentina. Incluso hay acercamiento con la jueza de Nueva York que tomaría el caso, Loretta Preska
19/02/2020 - 06:21hs
"La doctrina Griesa": cómo es la apuesta de los acreedores para presionar a Guzmán por la deuda
Los acreedores de la Argentina están empezando a agruparse para tener una posición medianamente uniforme de cara a las negociaciones que esperan tener con el equipo económico. Si bien destacan que están predispuestos a "actuar de buena fe" y llegar a un acuerdo, ya avisan que no firmarán cualquier cosa. Y  advierten que, en caso de que la oferta de Martín Guzmán no sea "digerible", recurrirán a los tribunales de Nueva York.
 
"Los bonistas saben que sigue vigente la 'doctrina Griesa'. Si le prestaron plata a la Argentina la corte neoyorquina se va a encargar de que el país, de alguna manera u otra, termine pagando", comentó a iProfesional uno de los acreedores de la deuda.
 
Thomas Griesa, el juez que falleció a finales del 2017 y quien llevó adelante los litigios de los acreedores por el default del 2001, fue reemplazado por Loretta Preska em el cargo de máximo juez del Distrito Sur de Nueva York.
 
Preska tiene en sus manos otro juicio muy relevante para la Argentina: el que se lleva adelante por la expropiación de YPF. En las próximas semanas se cree que la jueza decidirá si avala o no el pedido oficial de que esa demanda se traslada a los tribunales locales y no en Nueva York.
 
Se cree que la Argentina tiene pocas chances de ganar ese litigio ya que el fallo de Preska confirmará en realidad las decisiones anteriores que condenan a la Argentina e YPF. 
 
La jueza que podría llegar a tener que lidiar con un hipotético default de la Argentina versión 2020 es una abogada de extensa trayectoria en Nueva York. Muy cercana a Griesa, obviamente, Preska fue propuesta para ocupar una magistratura en 1992 por el entonces presidente George Bush (padre). Su nominación fue aprobada de manera unánime por el senado norteamericano.
 
Además, en 2007 la jueza de Nueva York quedó en la lista corta de candidatos a ocupar un puesto vacacante en la Corte Suprema de Justicia, fogoneada por George W. Bush. Debido a que ese era el último año de mandato del ex presidente, el Senado finalmente no trató el pedido por ese cargo en la máximo tribunal. 
 
"A este nivel, los fondos de inversión contratan a bufete de abogados muy caros. Y estos estudios tienen línea directa con los jueces y los sondean para ver qué inclinación tendrían en ciertos casos hipotéticos. Y ellos saben que Preska será, en todo caso, igualmente de dura contra la Argentina que Griesa. Eso les otorga cierta certidumbre para no aceptar cualquier cosa que ponga sobre la mesa el Gobierno argentino", detalló la misma fuente de los acreedores. 
 
Los bonistas, no obstante, saben que Guzmán no es ningún improvisado. El ministro, quizás a diferencia de Axel Kicillof que subestimó a la Corte de Nueva York, entiende perfectamente que si la saga de la deuda termina en tribunales la Argentina lleva las de perder.
 
"Guzmán es un estudioso de los defaults y además conoce muy bien, al haber vivido en Nueva York, como funciona esto. Sabe perfectamente que jamás los tribunales estadounidenses van a permitir que un país pretenda embaucar a los bonistas. La retórica contra los fondos del exterior le puede servir en el Congreso argentino, pero en el exterior no llegas a nada con eso", remarcan desde un fondo que integra uno de los tantos comité de acreedores. 
 
Los distintos grupos de acreedores que se están creando es, a la vez, una mala noticia para la estrategia "no negociada" de Guzmán y su equipo económico. Muchos de los grandes fondos y tenedores de la deuda se están juntando para tener un posición dura de negociación.
 
Una de las estrategias es, precisamente, plantarse frente a Guzmán con la advertencia de que pueden bloquear una negociación en caso de que la oferta sea insatisfactoria. Hay que recordar que, para estos grandes jugadores de las finanzas mundiales, un default de la Argentina sería negativo pero de bajo impacto en sus carteras.
 
Sucede que la porción de la deuda argentina que podría no pagarse es menos del 1% de la cartera de inversión global de estos fondos. Con lo cual, pasar a pérdida esa apuesta no le genera tantos dolores de cabeza. 

Quién es quién entre los fondos

Por lo pronto, hasta ahora hay algunos grupos muy definidos que están empezando a mover sus fichas. Están los más "cooperativos" como diría Martín Guzmán, donde estaría el autodenominado "steering commitee" liderado por UBS y Greylock Capital (asesorados por Mens Sana Advisors, del ex BN Paribas Marcelo Delmar).
 
Estos hace algunos meses decían que buscaban ayudar al país porque no querían en una crisis. De hecho hablaban de que este grupo se hizo para que no aparecieran otros con intenciones de bloquear un acuerdo.
 
Mediáticamente está liderado por Hans Humes, de Greylock, un fondo que finalmente aceptó la segunda reestructuración argentina en el 2010 luego de rechazar la de 2005. Este comité será asesorado legalmente en el país por Nicholson & Cano y específicamente por Eugenio Bruno, quien trabajó en el arreglo con los holdouts en 2016 para el gobierno de Mauricio Macri. 
 
Hay otro grupo de bonistas que se está formando y que tiene una posición más cautelosa. Formado por acreedores que, según el mismo Guzmán, no estarían "cooperando" mucho.
 
En esa lista está Fidelity y BlackRock que se unieron y contrataron como asesores legales al estudio White & Case LLP, que tiene amplia experiencia en tema de la deuda. Según la agencia Bloomberg, estos dos fondos están en la lista de los seis mayores tenedores de la deuda argentina.
 
De ahí la importancia de su posición. Fidelity fue recientemente conocido en el caso de la deuda de la Provincia de Buenos Aires, cuando bloquearon la oferta de Axel Kicillof y cobraron en efectivo el capital del bono Buenos Aires 2021.
 
BlackRock, el gigante fondos neoyorquino, era uno de los tenedores del bono Dual que Guzmán no pudo canjear y que terminó reperfilando en medio de varias críticas. 
 
Pero no sólo están estos inversores que, con diferencias, quieren llegar a alguna solución con la Argentina. Los fondos buitre también se está organizando para hacerle pelea, si bien su estrategia es mucho más disruptiva.
 
Contrataron a los abogados que trabajaron con Elliott Management de Paul Singer, el estudio Dechert. No todos, dicen, necesariamente buscan litigar pero sí tienen una actitud más agresiva.
 
De hecho está comprando Discount y Par en dólares ley Nueva York que tiene claúsulas de acción colectiva más grande para bloquear un hipotético canje que les resulte desventajoso. En ese grupo estarían fondos como Aurelius y BlueAngel. Pero Elliott no participa de eso y avisó que no estará en esta pelea contra la Argentina. 

Otros fondos buitre también están organizándose: Monarch, HBK Capital Management, Cyrus Capital Partners LP y VR Capital Group Ltd están reclutando. Son asesorados por Dennis Hranitzky, quien trabajó para Paul Singer en la reestructuración anterior. 

Como el caso anterior, también están comprando deuda del canje anterior porque es más fácil bloquear un arreglo. En las cláusulas de los bonos "nuevos" que emitió Macri, con el 66% se obliga al resto a aceptar, mientras que en los otros títulos el gobierno necesitaría el 85%. 

Esperanza por la negociación

En los bancos de inversión de Nueva York creen que si Guzmán se muestra intransigente, es muy probable que estos grupo de acreedores buscan litigar contra el país.
 
"Todo dependerá de las negociaciones, y si finalmente lo que dijo en el Congreso y su posición de dureza lo hace para luego negociar. Si es una oferta de ´tómalo o déjalo', lamentablemente esto irá para largo", explicó un allegado a uno de los grupos de acreedores.
 
Según la fuente, los bonistas no pierden las esperanzas de llegar a un entendimiento con el Gobierno. "Creo que Alberto Fernández sabe que no le conviene al país terminar en default, lo tiene bien claro. Me inclinaría a pensar que esto tiene que ver con una forma de negociación más que a una postura inflexible", acotan.
 
El ejecutivo que están con estos acreedores dice que será clave quienes terminan siendo los interlocutores. Por eso Economía está cerrando el grupo de bancos asesores que trabajarán en la deuda. Pero destaca que "de nada servirá si políticamente se encierran en una oferta inadmisible". 
 
No hay una quita o un nivel de quita "aceptable". "Sabemos que la habrá, más observando el sendero fiscal que comentó Guzmán, poco exigente. Pero tenemos la esperanza de que lleguemos a un entendimiento. Sino, el Gobierno deberá elegir. Porque nadie va a firmar cualquier cosa", advirtió.
 
Y explicó que "no hay mala fe" por parte de los fondos, sino que ellos tienen una responsabilidad fiduciaria ante sus clientes. Y que hay muchos inversores que son fondos institucionales, compañías de seguro, retiro, y demás. Lo que en el mercado americano se llama "real money".
 
"No son inversores agresivos, son de largo aliento. Son los que compraron en las emisiones primarias, cuando el bono salía al 100%. A veces se pierde de vista esto. Muchos invirtieron de buena fe y no pueden aceptar cualquier nivel de quita", resaltan desde uno de los comité de la deuda. 
 
 

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