Mientras Kicillof negocia contra reloj, los mercados respondieron bien a la nueva propuesta
Las acciones líderes de la Bolsa de Buenos Aires subieron esta tarde 3,67% y el riesgo país bajaba a 2015 puntos, luego de que se conoció la extensión de plazo hasta mañana por parte de la Nación para ingresar al canje del bono dual y de que la provincia de Buenos Aires mejoró la oferta y extendió plazos hasta mañana, alejando el fantasma de un default.
El S&P Merval se ubicó en 41.577 puntos, en un jornada que comenzó temprano con la novedad de que Buenos Aires pagará el 30% del capital del bono que venció en enero, y de que el mayor grupo acreedor del distrito aceptó la oferta, según declaraciones radiales del gobernador, Axel Kicillof.
Los bonos en dólares se comportaron con fuertes alzas: el AY24 subió 2,8% y el Discount en dólares ley argentina llegó a mostrar un avance del 3,7%.
Los ADR de empresas argentinas que cotizan en el exterior operaron también con subas importantes: Banco Macro tuvo una disparada del 9,4%, seguido por Supervielle (8,7%) y Pampa Energía (8,7%).
También se destacaron las subas de Central Puerto (7,3%), Galicia (6%), BBVA Francés (5,7%), Transportadora Gas del Sur (5,2%) y Telecom (4,1%).
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En el mercado cambiario, el dólar se mantuvo estable a $63 para la venta en el Banco Nación a nivel minorista y subía ligeramente a 60,46 pesos a nivel mayorista, mientras que el informal o "blue" se ubicó en torno a los $ 78.
Por último, el dólar solidario se pactaba estable a $81,90, mientras que el dólar contado con liquidación se negoció a $84,45 y el dólar MEP se vendió a $82,56.
Kicillof dijo que "unos 200 bonistas ya aceptaron, pero aún no llegamos al 75%"
El gobernador Axel Kicillof, afirmó este lunes que unos 200 tenedores del bono BP21 que venció el 26 de enero ya aceptaron la nueva propuesta de pago realizada este lunes, pero aún se espera la respuesta de un fondo clave que hasta el momento viene manteniendo "una posición complicada".
El mandatario pidió "comprensión y colaboración" tanto a los acreedores como a la oposición política en sus declaraciones para que se pueda "solucionar el desastre que dejó el macrismo" en materia de endeudamiento, con la idea de que esto tenga "el menor impacto y haga el menor daño que se pueda sobre la economía y la sociedad".
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Kicillof celebró que este lunes el comité de bonistas asesorado por Mens Sana Advisors y BroadSpan Capital haya aceptado cobrar el 30% del capital del bono BP21 y diferir el resto del pago hasta el 1 de mayo. En su mayoría son europeos y estadounidenses. Pero aún resta la respuesta de un fondo clave.
Para que la propuesta bonaerense pueda caminar y la provincia evite el default el 6 de febrero, se debe conseguir la adhesión del 75% del capital circulante del bono. Por ello, el ministro de Hacienda y Finanzas, Pablo López, está haciendo y recibiendo llamados de los bonistas para intentar acordar.
"Estamos tratando de solucionar el problema, que no tiene una solución óptima y perfecta. Estamos trabajando del mejor modo posible. Hay llamados a todos los bonistas extranjeros", dijo el gobernador.
Según precisó Kicillof, los bonistas que ya aceptaron son unos 200, pero eso no permitió por el momento alcanzar el 75% de adhesión que exigen los contratos para poder postergar pagos. Por lo que serán clave las horas que restan hasta el final del plazo, que será a las 10:00 de Bruselas el martes (6:00 de la Argentina).
El mandatario provincial volvió a quejarse de la política de endeudamiento del macrismo que, según dijo, generó "infinidad de problemas". Este año la provincia de Buenos Aires tiene que pagar 2.900 millones de dólares deuda y 8.800 millones en los cuatro años: "Es una enormidad. La Nación tiene que afrontar 160.000 millones en los cuatro años", sostuvo Kicillof.
El gobernador dijo también que "se está empezando a conocer con más precisión el trabajo" que hizo el gobierno de Mauricio Macri empujando a las provincias a tomar deuda en dólares, lo que tuvo que ver con el mecanismo general de endeudamiento y fuga de capitales".
"En Buenos Aires el plan consistía en alimentar dólares para financiar la fuga de capitales, porque la provincia de Buenos Aires no produce dólares. Es una situación inexplicable desde el punto de vista económico y de la racionalidad con lo que tiene que ver con la producción de la provincia", aseguró.