El riesgo país cayó 10% en dos días: ¿cuánto más durará el rally en los bonos argentinos?
La mejora en el mercado de bonos siguió este miércoles en el mercado financiero. El riesgo país, después de haber caído 7,5% el martes, anotó otra baja del 4%. En dos días recortó poco más del 10% y se estacionó en torno a los 1.900 puntos básicos. Otra vez se vieron alzas en los títulos públicos de hasta el 6% entre los más negociados.
Más allá de las señales de "sensatez" fiscal que desplegó el ministro de Economía, Martín Guzmán, en la presentación de sus medidas el día anterior, lo que le dio aire a los inversores fue que el Gobierno les garantizó el pago de la deuda en el cortísimo plazo.
El hecho de haber explicitado que tomará u$s4.600 millones de las arcas del Banco Central para pagar deuda en dólares fue suficiente. "Te asegura que el bonista cobra uno o dos cupones más y muestra disposición a pagar mientras se negocia toda la deuda", comentó a iProfesional un banquero desde Nueva York.
Desde otra entidad grande de Wall Street acotaba que el hecho de que puedan tomar los u$s4.600 millones del BCRA es positivo en el corto plazo desde la perspectiva del tenedor de la deuda ya que muestra la voluntad de pago del país. "Sin embargo, en el mediano plazo debería ser negativo, ya que empeora el balance del BCRA y eso podría desplazar la disponibilidad del Central para abastecer de dólares al mercado, incluidos los importadores, empresas y gobiernos provinciales que tienen que pagar deuda", advirtió en comentario enviado a un selecto grupo de clientes.
Según se dice en Nueva York, el reaseguro de los dólares el Central no es menor para los que apuestan a los seguros contra default (CDS). Que Alberto Fernández les haya garantizado los dólares para la deuda hace que esos contratos también bajen de precio (a más riesgo de incumplimiento, más caros).
"Hace mucha diferencia si creés que paga en marzo y quizás no en abril. En el corto plazo el riesgo se va yendo y eso mejora los precios de los bonos", indicó el ejecutivo desde Manhattan.
En los bancos de inversión, no obstante, no están seguros que el plan Guzmán sea sustentable. "Es arriesgado pensar que vas a crecer con esta presión impositiva que están proponiendo. Porque ahogas al sector privado. En una primera instancia quizás el consumo por la recuperación del poder adquisitivo traccione algo, pero en el mediano/largo plazo no es sostenible eso. Argentina no puede anclar un plan económico a la asfixia fiscal sobre los privados, eso no existe en ningún lado", remarcó otro banquero de Wall Street en diálogo con este medio.
La palabra "sostenible" es lo que marcará si el repunte de los bonos, que estaban priceando una quita importante, tiene una fecha de vencimiento más o menos cercana en el tiempo.
Para eso es que está trabajando la unidad de la deuda en manos de Daniel Marx, un experimentado negociador en la historia económica argentina. La idea del ex funcionario es que la deuda local y la externa tengan un tratamiento similar. Marx, en algún paper que presentó, proponía una poda del 20%. Pero, claramente, la decisión política es la que decidirá cuánto y cómo.
"Creemos que el discurso para los bonos sigue siendo bastante tranquilizador, o al menos no agresivo con negociaciones que estarían avanzando, aun cuando falta una propuesta. Fiscalmente incluso se estarían tomando algunas medidas que apuntarían a, al menos evitar un default, de corto plazo garantizando el pago de la deuda hasta que llegue una propuesta", dice Santiago Abdala, director de Portfolio Personal Inversiones (PPI).
El mejor clima provocó que haya cierto repunte de los títulos que en términos de paridades o precio en dólares estaban en niveles de 2001.
"Las medidas que se están conociendo sugieren racionalidad en un canje de deuda. El mercado funciona con las expectativas y estas apuntaban a que el Gobierno iba a ser más agresivo, especialmente, por el silencio que había y el mercado leyó una situación más racional que la que se proyectaba", agrega Abdala.
Pero aclara que si bien este rally puede generar la impresión de que todo está resuelto, claramente no lo está.
"La consigna es la extrema prudencia, hasta que no se conozca el plan de reestructuración o la negociación con los acreedores, tanto con el Fondo, como con los privados. Habrá que moverse en el ámbito de las expectativas, lo que hace arriesgado el tomar una posición determinante", asegura.