Dura advertencia de Moody's para Argentina: qué pasará si el FMI no presta los u$s5.400 M
La incógnita con respecto a qué pasará con el desembolso del Fondo Monetario Internacional (FMI) es tema de conversación reiterado en el mercado financiero. Los números no cierran si el organismo retira el apoyo que ha estado dándole al gobierno de Mauricio Macri a poco tiempo de las elecciones generales.
Las consecuencias de un portazo del Fondo, algo que no se puede descartar dada la crisis política y económica actual, empiezan a ponderarse.
"Si el FMI retuviera el próximo desembolso de u$s5.400 millones, anticipamos que probablemente se produciría una reacción severa del mercado. Cancelar ese desembolso podría desencadenar una reacción negativa, generar una inestabilidad macro y financiera significativa y comprometer aún más la débil posición crediticia de Argentina", afirmó la agencia Moody's en su informe anual sobre el país publicado el miércoles.
La agencia, no obstante, cree que la sangre no llegará al río. Dicen que es improbable que el Fondo cancele ese pago. "Notamos que debido a que la administración de Macri ha cumplido consistentemente la meta fiscal (saldo primario) establecida bajo la SBA, Argentina puede tener cierta influencia para presionar al FMI para el desembolso", creen.
De todas formas, alertan que es probable que el desembolso se demore hasta que el FMI obtenga más claridad sobre la dirección futura de la política (y política fiscal en particular) y los planes de reestructuración de la deuda de la próxima administración, incluidos los pagos adeudados al FMI.
Moody's recuerda que si bien los préstamos del FMI respaldaron las necesidades de financiamiento del país en 2018-19, los desembolsos más bajos del FMI, si continúan, significarán menos apoyo de liquidez durante el próximo año.
De hecho, bajo el esquema actual, los desembolsos del FMI están programados ser a razón de u$s1.000 millones por trimestre en 2020.
"La demora en el financiamiento del FMI y sus socios multilaterales probablemente pondría en peligro el pago de la deuda el próximo año y aumentaría las pérdidas de los inversores", avisa la calificadora de riesgo.
Calcula que los desembolsos del Fondo disminuirán a u$s5.900 millones en 2020, una cantidad que cubriría solo el 20% de las necesidades financieras del gobierno de aproximadamente u$s30.000 millones el próximo año, excluyendo los pagos de deuda a corto plazo.
Otro financiamiento de los multilaterales proporcionaría u$s3.000 millones adicionales. Antes de la PASO, el gobierno de Macri tenía la intención de obtener la mayor parte de fondos de los mercados locales, que proporcionarían un financiamiento adicional de u$s16.300 millones (aproximadamente el 50% de las necesidades financieras totales), u$s5.100 millones de los cuales serían nuevas emisiones.
"La fuga de los inversores del peso y bonos en dólares es un fuerte reflejo de su inquietud por el alto grado de incertidumbre política que se ha consolidado desde las PASO. Dada la alta incertidumbre que rodea el camino futuro de la política, nosotros creemos que la inquietud de los inversores probablemente persistirá mucho después de que la próxima administración tome el poder en diciembre, independientemente del resultado final de la elección presidencial", vaticina Moody's.
La situación hacia adelante de la deuda es compleja. Si el país no recupera el acceso al mercado a principios de 2020, los riesgos de liquidez en dólares aumentarán aún más.
"La mayoría de los pagos en dólares hasta enero de 2020 son en forma de deuda a corto plazo. Sin embargo, estos pagos serán más bajos después del anuncio del gobierno de que pagará solo el 15% del capital al vencimiento de los inversores institucionales, retrasando el 25% del capital a los tres meses y el 60% restante del capital a los seis meses", resume Moody's.
No obstante, los pagos totales de capital aumentan a u$s9.000 millones (2% del PBI) en mayo de 2020, la mayor parte de deuda a mediano y largo plazo.
Si bien los detalles de la reestructuración de la deuda anunciada a mediano y largo plazo aún no están claros y están sujetos a negociación, el próximo gobierno probablemente apuntará a reducir o retrasar sus pagos denominados en dólares para detener la pérdida continua de sus reservas, ya que sigue sin acceso al mercado.
Mientras tanto, los pagos de intereses denominados en dólares, con un promedio de menos de u$s1.000 millones mensuales durante el próximo año, agregarán presión adicional sobre el reservas y liquidez en dólares, estima la agencia.