Depósitos, bajo presión: el BCRA soltará dólares necesarios para evitar una crisis bancaria
En medio de una tormenta sin precedentes, el Banco Central se propone casi como tarea excluyente hacer un control de daños. Ya saben que es imposible nadar contracorriente. Y el foco está puesto en que no haya situaciones caóticas en los bancos, como ocurrió la crisis del 2001-2002.
Repiten funcionarios de la entidad que "los dólares están a disposición de quien los quiera". "Por eso se resolvió por tocar el tema de la deuda, para garantizar los depósitos. No queremos que esta crisis se traslade a los bancos", explicó a iProfesional un altísimo funcionario del Central.
Pero la dinámica de la crisis está tomando niveles impensados. En las últimas 48 horas (jueves y viernes), más precisamente desde que el Gobierno anunció la reestructuración de la deuda, hubo una fuerte salida de depósitos en dólares. La última información oficial habla de que se fueron u$s3.500 millones desde que comenzó el drenaje, algo así como el 12% del total de las colocaciones privadas en moneda dura. Pero ese número habría escalado vertiginosamente en estos dos días, aún sin cifras oficiales.
Esta merma explicaría la violenta caída de las reservas del Central, que el viernes se desplomaron casi u$s2.000 millones para quedar en u$s54.098 millones.
Cómo se fueron los dólares
Según cálculos de consultora Ledesma, desde las PASO hasta ahora las arcas del Central cayeron u$s12.211 millones. Y se explican de esta manera:
-Por la cancelación anticipada del préstamo a bancos extranjeros (Repo) se fueron u$s3.400 millones.
-Debido a la intervención directa del BCRA, o sea ventas en el mercado spot, se "sacrificaron" otros u$s2.038 millones.
-Por vencimientos de Letes en dólares se utilizaron u$s514 millones.
-También influyó la devaluación del yuan, que impactó negativamente en u$s119 millones.
-La licitación de dólares de Hacienda (que ahora fueron discontinuadas) insumió u$s656 millones.
-Retiro de depósitos, otros vencimientos y demás explicarían u$s5.400 millones.
"Tenemos amplias reservas para abastecer al mercado y las vamos a usar. No vamos a permitir que el dólar se vaya a valores irracionales", comenta el funcionario en diálogo con este medio.
Lo cierto es que la dinámica puede terminar muy mal y eso también lo saben. Existe el temor a que el efecto "Puerta 12" termine de complicar aún más la situación.
Pero creen que no hay cura para la desconfianza que ya se generó. Al momento de explicar lo que pasó, o sea por qué se desbarrancó todo, en la entidad culpan al resultado electoral de las PASO. Eso es historia vieja y ahora la intención del BCRA es llegar a octubre. El "Plan llegar" del Central tiene fecha hasta octubre.
Debido a esa premisa surgió, la idea del Gobierno de "ahorrarse" u$s8.000 millones con el default a las Letras, para utilizarlas en el mercado de cambios. Pero hasta ese número puede ser escaso ante la velocidad de los acontecimientos.
No al "cepo"
Tanto en el Central como en Hacienda descartaban en la noche de este viernes imponer mayores restricciones. Negaban, enfáticamente, cualquier medida que se asimile al "cepo" de Cristina. Dicen que los dólares están y que si el ahorrista se los quiere llevar, podrán. ¿Pero qué pasa con la mayor demanda?
El BCRA hizo punta con una medida para que los bancos no pudieran, sin autorización oficial, distribuir ganancias. Se buscaron dos cosas:
- Una, que no puedan girar dólares al exterior en forma automática en caso de los extranjeros o tomar ganancias "ficticias" e ir a comprar billetes verdes en el caso de los nacionales.
- Dos, que los bancos preserven su liquidez ante un eventual retiro de los depósitos ya no sólo en dólares, sino en pesos.
"Con esta medida se garantiza que se mantenga la liquidez del sistema, para que los depositantes puedan hacerse de la liquidez que demanden. En momentos de mayor incertidumbre, buscamos que la liquidez del sistema sea mayor para evitar cualquier tipo de falta de dinero", dijo la entidad en forma oficial.
La medida de "monitoreo" se podría extender a otros sectores, no sólo al bancario, si el Central detecta que están empezando a comprar dólares para llevárselos afuera.
Pero, dicen, hay pocas empresas con montos grandes en pesos en los bancos que pudieran demandar billetes para girar. Y sobre los pequeños ahorristas que tienen plazos fijos en pesos y podrían dolarizarse, creen que "están muy atomizados y por montos pequeños". De esta forma, y con un dólar en $62, el poder de compra es escaso.
"Los dólares están y van a seguir estando para que el que se quiera llevar el depósito lo haga. Acá, lo que intentamos es proteger al ahorrista y al sistema", se escucha en los pasillos del Central. Buenas intenciones que la dinámica de la crisis puede poner en jaque.