Los bancos más poderosos del mundo creen que las reservas del Central seguirán en caída libre
El debate por las reservas internacionales en manos del Banco Central llegó a Washington. El poderoso Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés), o sea el consorcio de bancos, fondos de inversión y compañías de seguros más importantes del planeta, señaló en su último informe sobre la Argentina que ven un riesgo creciente "a la pérdida de reservas, incluso en un escenario positivo" para el país donde "la política de ajuste fiscal continúa sin problemas".
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"El drenaje de las reservas podría ser sustancial en un escenario negativo donde la incertidumbre se mantiene muy alta después de las elecciones", dice el IIF.
La institución, creada en 1983, señala que en la coyuntura actual, la Argentina se enfrenta a una serie de circunstancias que justifican una reevaluación de las necesidades de financiamiento.
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"El reto es doble. Primero, la fuga de capitales doméstica es un punto de presión en el período previo a la elección. Segundo, Argentina está apuntando a un ajuste fiscal en el rango superior de lo que lograron los programas anteriores del FMI, lo que aumenta el riesgo de implementación. Incluso después de que la incertidumbre electoral se aclare", explica el IIF.
Recuerdan que el año pasado, la fuga de capitales doméstica fue de una magnitud mayor que las salidas de los inversores no residentes y se convirtió en la principal fuente de presión sobre el financiamiento externo, especialmente en el período previo a la aprobación del programa del FMI.
Si bien la salida de capitales se moderó sobre finales del año pasado, el IIF acota que con los datos mensuales sobre las compras de activos extranjeros por parte del sector privado y el aumento de la dolarización de los depósitos, estaría indicando que la huida de los ahorristas locales se está acelerando.
A pesar de que las carteras de los residentes están ya altamente dolarizadas después de lo que pasó el año pasado, y eso reduce el riesgo una presión mayor, los depósitos en moneda local del sector privado no son especialmente bajos en porcentaje del PIB, y "aún es posible sugerir una fuga de capitales significativa", afirma la asociación que engloba a más 450 entidades en 70 países distintos.
"Las bajas tasas de reinversión de los bonos por parte de los no residentes podrían aumentar la presión sobre fuga de capitales doméstica, y que sea similar a mediados de 2018", remarca.
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Sumado a eso, sigue el IIF, si bien las amortizaciones de la deuda hasta fines de 2020 son mucho menores que el año pasado, "sigue siendo determinante para el financiamiento" en un entorno donde los desembolsos del FMI disminuirán rápidamente.Por todo esto es que el organismo cree que la pérdida de reservas "pueden ocurrir incluso en escenarios benignos donde la fuga de capitales doméstica retrocede notablemente el próximo año y las tasa de roll over de los bonos superan el 100%".
El IIF no se queda sólo en el enunciado. Calcula incluso cómo será la caída de reservas bajo el escenario positivo y el negativo.
Bajo el primer supuesto estima que las arcas del Central acumularían una caída de hasta u$s11.000 millones desde el 2018 hasta el 2020 inclusive. En el segundo escenario, o sea el más negativo para el país, las reservas podrían llegar a perder un total de u$s25.000 millones.
El derrotero de las reservas es comidilla en el mercado financiero en el último tiempo. Principalmente, porque están cayendo a la par de los pagos de la deuda (bonos privados y el Club de París, por ejemplo).
Pero para algunos analistas, la velocidad con la que están cayendo las arcas del BCRA en un contexto donde no compra dólares (por ende no suma), genera cierta incertidumbre.
Concretamente, en lo que va del año las reservas prácticamente no se mueven: están en torno a los u$s65.000 millones. Pero sí se percibe una baja relevante desde el "pico" de este año que fue cuando ingresó parte importante del dinero del FMI. Habían alcanzado los u$s77.500 millones en abril de este año.
La explicación que dan en el Central con respecto a esto es que tiene que ver con los pagos de la deuda (Bonar 19 y 24 explican u$s5.600 millones) y Club de París por u$s1.600 millones.
Además, está el goteo de los u$s60 millones diarios que vende el BCRA por cuenta del Tesoro. Ese dinero estaba en las arcas oficiales y formaban parte de las reservas. Por último, debido a que el Central tiene swaps con China (en yuanes) y esa moneda se desvalorizó, hubo una baja contable de las reservas.