• 12/12/2024

El "plan canuto" del BCRA está funcionando: pymes y ahorristas salen a vender sus dólares

Cambia la tendencia: ahora, la mayoría de los que venden divisas son pequeños inversores, y su motivación no es el carry trade sino la necesidad de crédito
23/05/2019 - 05:23hs
El "plan canuto" del BCRA está funcionando: pymes y ahorristas salen a vender sus dólares

La pérdida de poder adquisitivo, al ritmo de los constantes aumentos de precios, hacen que llegar a fin de mes sea cada vez más difícil para la clase media. Así como la recesión generó un cambio en el hábito del consumo, otra tendencia que comenzó a notarse con más fuerza es que muchos hogares y pequeñas empresas que contaban con un pequeño ahorro en dólares se vieron obligados a liquidar sus divisas para cubrir sus gastos.

La situación, de todos modos, no sorprendió a las autoridades del Banco Central, que hasta buscaron ese objetivo cuando diseñaron el duro ajuste monetario que apunta a combatir la inflación pero, sobre todo, a intentar domar al billete verde.

"No va a haber pesos para comprar dólares" y "aquel que tiene algún ahorro en dólares va a tener que salir a venderlo", eran dos frases recurrentes en el segundo piso de Reconquista 266, que terminarían siendo los pilares del "plan canuto".

Del otro lado, los grandes inversores, con espalda financiera y posibilidad de elegir qué hacer con sus ahorros, aceleran la dolarización de su portafolio, motorizando la demanda en el mercado de cambios.

Los datos surgen del BCRA, que en su último informe sobre el mercado de cambios da cuenta de esta tendencia, con una participación cada vez mayor de los pequeños ahorristas entre los vendedores y un aumento de los grandes jugadores en la compra de divisas.

En octubre de 2018, de hecho, aquellas personas que vendían hasta u$s10.000 por mes, representaban el 62% de las ventas y en abril ya pasaron a ocupar el 71% del total. En junio del año pasado, en tanto, la participación de estos clientes apenas llegaba al 52%.

En la planilla de las compras, se ve el efecto inverso. Los que compraban más de u$s10.000 por mes en octubre último concentraban el 31% y en abril su participación llegó al 37%. En marzo de 2018, previo a que se desataran las distintas corridas, este tipo de inversores representaba el 55% de todas las compras de billetes verdes.

Forzados a vender

"No vende el que quiere, sino aquel que no le queda otra para cubrir la diferencia que tiene entre sus ingresos y sus gastos. Y el que compra es el que tiene plata, tiene inversiones y está dolarizando sus carteras", interpreta Christian Buteler, analista financiero en diálogo con iProfesional.

Según el especialista, con las ventas, este grupo de ahorristas está cubriendo sus gastos diarios. "En pesos no se pueden financiar porque las tasas son prohibitivas, y además hay un gran desfasaje entre ingresos y egresos. Y quien todavía tiene algo de ahorros está cubriendo ese desfasaje de esa manera", sostiene Buteler. El resto, agrega, empieza a reducir su consumo, algo que se ve en cada dato sobre el ritmo de actividad.

En la misma línea opinó Martín Kalos, director de EPyCA Consultores, quien aportó que en los últimos meses hay más ventas que compras entre los pequeños ahorristas. "Desde junio hasta enero había más compras que ventas en los estratos más bajos, pero desde febrero eso se empezó a revertir, y quien tenía divisas compradas en meses anteriores comenzó a desdolarizarse", destaca.

"Hay muchos hogares que no llegan a fin de mes, y los ahorros que hayan tenido en los meses previos tuvieron que venderlos para llegar a fin de mes", analiza el economista, y agrega: "Una gran parte de eso también es para cancelar deudas, de tarjeta de crédito por ejemplo".

En varios bancos coinciden en que el peso del público minorista en las compras es cada vez menor y que ve una mayor cantidad de vendedores. "No siempre, pero sí en los últimos meses hubo días en que el saldo del día era comprador para nosotros, lo que muestra que hubo más gente vendiendo que comprando dólares", apuntan desde la mesa de dinero de un banco local en relación a sus clientes minoristas.

Según los datos del organismo monetario, las ventas brutas per cápita en abril se ubicaron en los u$s941 y las compras brutas fueron de u$s1.568, mientras que el año previo, estuvieron en u$s1.497 y u$s2.626, respectivamente.

Como explican los analistas, el hecho de que los pequeños ahorristas hayan salido con más fuerza a vender sus dólares no esconde una estrategia financiera para pasarse a pesos sino que refleja la necesidad de cubrir otras obligaciones. Dicho de otro modo, no lo hicieron porque quisieron sino porque entendieron que no tenían otra opción.

La fiebre por el dólar

Según una encuesta que realizó la consultora financiera Inversor Global a más de 2.000 ahorristas sobre el activo en que piensan estar invertidos durante las elecciones presidenciales, la mayoría optó por el dólar.

En rigor, el 55% de los encuestados afirmó que estará invertido en esa moneda, 20% de ellos dijo que invertirá en acciones de empresas argentinas, el 19% optará por plazos fijos y el 6% restante estará en bonos argentinos.

"Si hay algo con lo que los argentinos nunca perderán la memoria es con el rol de cobertura que tiene el dólar durante los período de alta desconfianza y crisis económica", aseguró Diego Martínez Burzaco, jefe de Research en Inversor Global, al analizar los resultados del relevamiento.

"Lamentablemente, los últimos treinta años en Argentina estuvieron signados por recesiones económicas, inestabilidad en el respeto de la seguridad jurídica y un estancamiento propio de un país que no tiene un rumbo claro y definido para alcanzar el desarrollo en el largo plazo", acotó.

Las elecciones, hoy en día, son la principal excusa de los inversores para reforzar su apuesta por el billete verde. "El contexto electoral es lo que está siendo primordial y es algo que se esperaba. Era lógico esperar que a medida que nos vayamos a cercando a las elecciones los portafolios se dolaricen cada vez más", destaca Buteler.

Bajo este contexto, Martínez Burzaco sostiene que "comprar dólares y dejar pasar la tormenta" es el denominador común en el comportamiento del ahorrista que le permitió gozar de cierta seguridad en los momentos económicos más álgidos.

El jefe de Research de Inversor Global llega a tres conclusiones en base a este "furor":

1. Las experiencias pasadas determinan el comportamiento futuro de los ahorristas llevándolos a elegir al dólar como refugio de valor.

2. Relacionado con lo anterior, el miedo le gana a la codicia, ya que los deprimidos precios actuales de bonos y acciones no entusiasman al inversor ni compensan el riesgo de la economía argentina.

3. La educación financiera tiene baja penetración en el mundo del ahorrista, ya que la elección del plazo fijo por parte del 19% de los encuestados deja a las clara la ignorancia sobre la existencia de instrumentos superadores en el mercado de capitales.

Esta encuesta y el consecuente análisis no hacen más que confirmar que quien vendió dólares lo hizo por necesidad, y no por estrategia financiera, ya que es raro que hubiese preferido estar en pesos en la etapa preelectoral.

Para Kalos, de EPyCA Consultores, los números del mercado de cambios reflejan algo que también se ve en estadísticas de consumo o de ingreso. "Se consume menos, se pasa a segundas o terceras marcas y hay mucho más endeudamiento en las tarjetas de crédito. El llegar a fin de mes para llegar al mes siguiente, que es una bomba de tiempo, también pasa a ser una carta común", acota el economista.

En las Pymes, explica Kalos, también se ve un mayor número de giros en descubierto y cheques rechazados, más allá de que todavía no llegan a niveles alarmantes.

Un industrial del sector textil reconoce a iProfesional que muchos de sus colegas tuvieron que recurrir a ahorros propios, en dólares para evitar endeudarse a tasas elevadísimas. "Ya hace varios meses que vienen quemando los pequeños ‘canutos’ que tenían. No les queda otra, sino se endeudan a una tasa del 100%, es confiscatoria", explica. 

Por otro lado, Kalos agrega que la venta de divisas por parte de Pymes y ahorristas también se explica por la pérdida del ingreso real. "Pese a lo que decían muchos funcionarios en febrero, que el salario real se estaba recuperando y empezaba a aumentar más que la inflación, finalmente no fue cierto. Ningún mes en lo que va del último año pasó eso", sostiene.

"La pérdida mes a mes de salario, más algún deterioro laboral, es lo que claramente da la pauta de que hay menos dinero en los hogares", concluye.

Las paritarias aportan poco

Respecto al rol que puedan jugar las paritarias en recomponer el poder adquisitivo, en el mercado no creen que tenga mucho impacto. "Por lo que se está viendo en las paritarias no parecen demasiada recomposición, todo depende de cómo siga evolucionando la inflación, pero si la inflación sigue entre 3 o 4 por ciento mensual la recomposición es muy poco. Y en poco tiempo la inflación lo vuelve a comer todo", explica Buteler,

Además, agrega el asesor financiero, "los productos que más aumentan dentro del IPC son las cosas básicas, como alimentos y bebidas, con lo cual va a ser muy poco la posibilidad de recuperar el consuno por ese lado".

En este contexto de pérdida de poder adquisitivo, un dato que advierte Kalos, es que las paritarias vienen atrasadas. "Años anteriores en abril ya había buena cantidad de paritarias cerradas. Las negociaciones están empezando tarde, alguien podría sospechar que están intentando acercar los aumentos por paritarias a los meses previos a las elecciones", advierte.

El economista analiza los números y sostiene que "es probable que haya respiros puntuales para algún tipo de trabajador, que le ingresen más pesos en meses de negociación paritarias como junio, julio o agosto, pero en el total del año va a perder con la inflación", previendo un aumento de precios que va a estar en promedio arriba de 50% (comparando el promedio de 2018 con el de este año) y paritarias que están negociando más tarde y con aumentos de entre el 28% y  del 35%.

"Así es difícil pensar en una recuperación del ingreso", agrega.

Se vienen meses de volatilidad en el mercado, al menos es lo que prevé la mayoría de los analistas, teniendo en cuenta el ruido electoral en una economía que sigue en recesión. "Esto, sin contar que pase nada en los mercados internacionales o en Brasil", advierte Buteler, quien destaca que desde que el BCRA anunció que puede intervenir en cambios se redujo fuertemente la volatilidad en el dólar.

Se espera un dólar movido a medida que se acerquen los comicios. Aquellos que puedan se van a dolarizar para cubrirse de esa volatilidad. Los que no, van a seguir vendiendo sus "canutos" para llegar a fin de mes o para pagar el sueldo de sus empleados.

Temas relacionados