Mercados: a la incertidumbre local se suma el "ruido" internacional
Si algo falló para los activos locales en la última semana fue justamente el timing. Cuando un probable pacto político entre el Gobierno y la oposición, y las manos desatadas del Banco Central para intervenir en el mercado cambiario, habían logrado, al parecer, calmar un poco la incertidumbre, se complicó el escenario externo -tema que, en realidad, no había sido un peso para el mercado hasta la última semana-.
Teníamos nuestros propios problemas y nos concentrábamos en ellos, afirma Sabrina Corujo, analista de Portfolio Personal en La Nación.
Negociaciones entre China y Estados Unidos que se complicaron, ciertos ruidos en Turquía y hasta dudas sobre la recuperación real de Brasil fueron algunos de los puntos que obligaron a volver a poner cierta atención en la coyuntura internacional en general y en los mercados emergentes en particular. En consecuencia, la Argentina tuvo que sumar lo propio y lo ajeno.
Las señales locales fueron un buen punto desde fines de abril. No obstante, costó que lo capitalicen los precios. La jugada política del Gobierno de llamar a un acuerdo de 10 puntos fue un buen dato para el mercado. Ahora el impacto es más temporal -en especial, si se demora- que sostenido en el tiempo. En concreto, solo una continua mejora en la imagen e intención de voto del Gobierno mes a mes podría atraer nuevamente flujos y cierta tranquilidad perdurable. De lo contrario, seguirá la posibilidad de un escenario binario, disparador de volatilidad.
En la agenda financiera no hay dudas de que un nuevo test vino de las colocaciones de letras de la semana pasada y el comportamiento del tipo de cambio. En ambos casos, la nota fue "aprobado". La renovación alta fue el común denominador del resultado tanto de LETE como de Lecap. El objetivo igual se cumplió en un programa financiero que ya está prácticamente cerrado este año.
Mientras que, respecto a la evolución del billete, se observó cierta volatilidad, presionado por los movimientos de las monedas emergentes (y la fuerza del dólar a nivel mundial). Sin embargo, está claro que la decisión del FMI de "liberar" la zona de no intervención sí es un punto que descomprime. Solo se pondrá en discusión si la dolarización se profundiza y los dólares se comienzan a ir más rápido de lo deseado.
De hecho, los análisis actuales se dan en torno de cuál es el real poder de fuego del BCRA para intervenir y cambiar presiones sobre el tipo de cambio. Estos análisis se refugian en las reservas netas, que suman unos u$s20.000 millones, frente a unas reservas totales que están debajo de u$s70.000 millones (luego del pago del Bonar 2024 la semana pasada).
Es decir, el BCRA está sentado sobre US$20.000 millones más otros u$s7.000 millones del Tesoro depositados en el Central; e incluso si fuera necesario, el BCRA podría activar parte del REPO con el Banco Popular de China, que en diciembre de 2018 se había extendido a u$s17.000 millones. En consecuencia, poder de fuego hay, y sumaría más de u$s44.300 millones.
Por la bicicleta financiera, los bancos ganaron hasta 200% interanual
En cuanto a las variables económicas, hay que dejarlas correr. No hay milagros, ni se esperan, con lo cual hay que darles tiempo. Lo mismo para la inflación. El dato de abril, que se conocerá esta semana, no será bueno (pero no debería sorprender), con lo que las expectativas están centradas en mostrar finalmente una tendencia a la baja desde el número de mayo-junio.
En este escenario, no es posible esperar, al menos de corto plazo, que los activos locales se disparen. En el mejor de los casos, si el contexto externo ayuda y el escenario local se mantiene sin grandes novedades, se podrán tomar los mínimos recientes como un piso en un marco en el que se vayan viendo recuperaciones parciales.
Un catalizador que puede despabilar al mercado puede ser el resultado de las elecciones de este domingo en Córdoba, como señal importante para la visión nacional. La razón: explica cerca del 9% del padrón electoral. A esto se sumarán noticias sobre el acuerdo y la seguidilla de encuestas, señala Corujo en La Nación.
Por último, pero ya dentro de lo financiero, un dato vendrá desde el índice de mercados emergentes (MSCI), que confirmará la participación de la Argentina en ese grupo desde el 29 de mayo. El peso y la composición se ratificarán mañana, con el punto a favor de poder impulsar -aunque no sea por fundamentals, sino por benchmark- el interés en algunas acciones locales.