La venta de los "dólares del FMI" trae calma al mercado y marca el inicio de una breve "bicicleta financiera"
Finalmente, la subasta de los dólares que el Fondo Monetario Internacional (FMI) aportó al Tesoro profundizó la baja en la cotización y dejó al precio más cerca del piso de la zona de no intervención.
El hecho de desdoblar las ventas y hacer la última operación estratégicamente a 15 minutos del cierre del mercado fue bien visto por los operadores, que confirmaron su expectativa de dólar calmo en el corto plazo.
Ante ese panorama, y a la espera de que el Banco Central mantenga las tasas altas para contener la inflación, en la City renuevan la apuesta por el carry trade, aunque por un plazo muy corto y con el riesgo latente a que se reavive la dolarización.
El carry trade, también llamado "bicicleta financiera", consiste en desprenderse de una moneda (dólar) para apostar por otra que brinda un tipo de interés mayor (pesos), para luego recomprar más cantidad de la primera.
"El esquema de subastas arrancó bien. En términos generales, creo que al mercado le gustaría que sea un poco más discrecional, pero el FMI no quiere darles grados de libertad ni al Tesoro ni al BCRA y sólo aceptó este programa de ventas para que no genere ningún tipo de sorpresas", explica Norberto Sosa, director de Invertir En Bolsa.
El ex Raymond James elogió la decisión de dividir en dos las operaciones, ya que le sirve al Gobierno para poder tener un impacto en el comienzo de la jornada y un segundo impacto en el cierre.
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"Si vemos los precios intradiarios, las subastas tuvieron efecto en el precio", agrega y estudia en detalle los volúmenes operados por hora en la rueda Siopel, del MAE. En ese análisis sostiene que la primera de las subastas quedó más diluida entre otros oferentes, ya que en esos minutos se operaron u$s66 millones, mientras que la segunda, cuando prácticamente el único vendedor fue el Tesoro, definió el precio de cierre.
El regreso del carry trade
"En la medida que el volumen de demanda se mantenga como hoy (por ayer), en los u$s400 millones de contado inmediato, con el aumento estacional de los agrodólares y las divisas del Tesoro, entendemos que el tipo de cambio estaría contenido y vuelve a tener sentido el carry trade", dispara Sosa, aunque aclara que es sólo para un muy corto plazo: el primer tramo hasta en la convención radical (aún no tiene fecha, pero podría ser a fines de abril), "y luego hasta presentación de listas. 30 y 60 días", acota.
Ocurre que junto a la pax cambiaria en la City ven tipos de interés elevados en pesos al menos por unos meses. "Estimamos que las tasas de interés se mantendrán altas a lo largo del segundo y el tercer trimestre para bajar recién en el último trimestre del año a 40%", destaca el equipo del BBVA Research Argentina.
En su informe trimestral, los analistas del banco de capitales españoles aseguran que el BCRA intenta recuperar credibilidad reforzando el sobrecumplimiento de las metas de base monetaria, endureciendo aún más la política monetaria luego de la abrupta baja de tasas de Leliq en febrero.
"Las tasas se mantendrán elevadas la mayor parte del año por el alza de las expectativas de inflación", acotan.
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En la mesa de dinero de un banco local coincidían en que si bien la calma momentánea del dólar podría dar margen a que el BCRA acelere el recorte de tasas, no creen que vuelva a cometer el error de febrero, cuando profundizó la baja y reavivó la demanda de divisas.
En tanto, Gustavo Neffa, socio y director de Research for Traders prefiere no hablar de bicicleta, pero sí ve que se abre una posibilidad de posicionarse en pesos 15 días o un mes. "No veo carry trade como antes. Los períodos de tranquilidad son cada vez más efímeros", advierte.
El analista considera que "en el corto plazo es muy posible que el billete verde toque el piso de las bandas y será momento de dolarizarse de nuevo".
Las divisas del Tesoro, junto con la liquidación de las cerealeras presionarán en lo inmediato a la cotización. "Antes de conocer las posturas hoy el dólar ya había corregido a la baja fuertemente. Es muy buena la cosecha y ojalá se refleje en una mayor oferta concreta día a día", comenta.
El riesgo electoral, siempre latente
En el mercado coinciden en que las subastas del Tesoro servirán para calmar al tipo de cambio, la clave es saber hasta cuándo. Ahí hay dos factores a seguir de cerca: cuándo comienza a caer la liquidación del agro, y cuándo se acelerará la dolarización de cartera, clásica en todo año electoral.
"La subasta calmó al tipo de cambio y prevemos que en abril y principios de mayo podrá seguir estable", sostiene Santiago López Alfaro, socio y director de Delphos Investment, aunque no tarda en advertir: "Sobre el final de mayo va a volver la dolarización electoral y en junio van a caer las liquidaciones. Ahí se va a recuperar la demanda de divisas y va a volver al alza".
El factor electoral es clave. El informe del BBVA Research destaca que la divisa se moverá en línea con la inflación y prevé que cerrará el año en $49, con un panorama más distendido en el segundo trimestre por el aporte de las exportaciones agrícolas y del Tesoro.
"La clave continúa siendo la dimensión que tomará la dolarización de carteras ante la incertidumbre política", advierten.
Para Federco Furiase, director del Estudio Eco Go, más allá de la paz cambiaria, lo que hay que seguir de cerca es la evolución del riesgo país, que también está íntimamente ligada al ruido electoral.
"Hoy la curva de bonos está invertida y da una señal muy negativa. Los bonos cortos rinden en torno al 14% o 15%; la parte larga, en torno al 10% y la probabilidad de default implícita en los CDS (Credit Default Swap) a 5 años, 45%, con lo cual el problema está por ese lado", advierte.
"Si sigue escalando el riesgo país, en este contexto de curva invertida y aumento en la probabilidad de default con incertidumbre política, eso puede complicar la estabilidad cambiaria a pesar de los dólares de la cosecha, del Tesoro y de la mejor tasa de interés por depósitos", sostiene el economista.
"Es difícil que se sostenga un tipo de cambio para abajo y un riesgo país para arriba a partir de estos niveles. La factura la está pasando la incertidumbre política de cara a un año electoral", agrega.
Para Norberto Sosa, detrás de la escalada del riesgo país también están las dudas respecto a la solvencia financiera del país. "Se genera un efecto de manta corta: si el Tesoro vende todos los dólares como parece, eso es bueno para contener al tipo de cambio, que parece ser la prioridad del Gobierno, pero deja sin saldo inicial de caja al programa financiero 2020 y eso hace subir al riesgo", sostiene. "Por eso hoy (por ayer) bajó el tipo de cambio, pero subió el otro indicador", acota.
El calendario electoral sin dudas marcará el pulso de la City y en especial del mercado de cambios. En el corto plazo, el dólar promete acercarse al piso de la zona de no intervención mientras las tasas en pesos seguirán en niveles elevados. Se abre formalmente la apuesta a la bicicleta financiera, aunque por un cortísimo plazo. La clave, una vez más, es saber salir a tiempo.