EXPECTATIVA CAMBIARIA

La Fed ayuda, el campo asegura: en el Banco Central confían en ganarle la pulseada al dólar

"No hay pesos para dolarizarse y cuando aparezca la oferta del agro, esa falta de pesos va a ser más evidente", vaticinan en el Central
FINANZAS - 21 de Marzo, 2019

La incertidumbre acerca de las reales capacidades que tiene el Gobierno para detener un sobresalto del tipo de cambio, más allá de llevar el nivel de tasas por las nubes, sigue siendo lo que desvela al mercado financiero.

La rueda del miércoles mostró, una vez más, al peso sobreactuando la expectativa que había respecto de la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos sobre las tasas. 

Mientras que las monedas de América Latina se devaluaban poco, e incluso algunas se mantenían en positivo, el peso argentino llegó a perder 1,70%. "Acá hay mucha histeria", reseñó un altísimo funcionario del Banco Central a iProfesional.

La visión oficial es que el movimiento del tipo de cambio no es para alarmarse, ni mucho menos. "El mercado estaba bastante bien y se tranquilizó antes de que se conociera la decisión de la Fed", agregó la fuente del Central en referencia a que finalmente el dólar mayorista recortó la suba y terminó 0,60% arriba.

En Reconquista desdramatizan el sendero del tipo de cambio al recordar que está a menos de 4% de la banda inferior de la zona de no intervención.

Admiten que el hecho de que la Fed haya deslizado que no subirán las tasas durante todo el 2019 (y se empieza a especular incluso con algún recorte) "ayuda mucho, sin dudas". Pero también creen que hay otros factores que seguirán determinando un mercado cambiario más tranquilo en el corto plazo.

"Hay mucha histeria acá pero la realidad es que no hay pesos para dolarizar", afirmaba el funcionario de la entidad para dejar en claro el leitmotiv oficial: sin pesos nadie puede comprar billetes verdes.

Para el Banco Central, la "presión" que hubo con el dólar se quedará sin aire muy pronto. "Cuando empiece a aparecer la oferta del agro, esa falta de pesos va a ser muy evidente", sentenció la altísima fuente del Central, dando a entender que ahí se verá una caída del tipo de cambio por la abundancia de la oferta y la escasa demanda.

Está claro que la apuesta oficial son los dólares de la soja, primero, y los que irá subastando el Tesoro a partir del mes próximo (se desconoce la fecha exacta) a razón de u$s60 millones diarios.

Con respecto a lo primero, ya empezó un operativo oficial para incentivar al campo a que venda la cosecha. Según publicó Bloomberg, el Banco Nación trabaja para diseñar un mecanismo que incentive a los productores a desprenderse de la soja en lugar de retenerla con el objetivo de ampliar la liquidez del sistema financiero.

El presidente de la entidad, Javier González Fraga, le dijo a la agencia que se "está trabajando en ver la posibilidad de crear un mecanismo más directo que el actual, de manera que el productor pueda cobrar su cosecha en dólares, en lugar de recibir los pesos". 

Guillermo Villagra, director del fondo OpenAgro, que cada año maneja unas 7.000 hectáreas en la zona núcleo, plantea el estado de ánimo del sector, que podría desafiar los objetivos del Gobierno: "Es un año de muchísima incertidumbre, por el factor electoral. El productor va a preferir quedarse en soja, que sigue al dólar. Además, el valor actual de la tonelada está por debajo del promedio histórico, así que hay varios incentivos a esperar una mejora en la cotización. Por eso, el que pueda, va a intentar permanecer posicionado en granos".

Claro que, según el empresario, no todos podrán mantener esta estrategia: "Venimos de dos años malos. Por lo que hay productores que están muy mal financieramente. Así que muchos van a necesitar vender con urgencia".

Gustavo Grobocopatel, quien en su momento fuera llamado el "rey de la soja", también se inclina por ese argumento: "Vamos a liquidar la cosecha porque no va a haber más remedio que vender, porque hay que pagar cuentas y la opción de ir al banco a pedir un prestamos es muy cara".

Todas las fichas al campo

Esto no aumentaría la oferta de dólares en el mercado, y dudosamente le quite presión a la demanda más adelante, pero sí sería un incentivo a que se agilicen las ventas. La clave es que no haya tanto stock en los silobolsas. Porque al final del día el productor tendrá que liquidar parte de los dólares que recibió al vender su mercadería para hacerle frente a compromisos en pesos.

A pesar de que la cosecha de trigo de este año fue muy buena, el correlato no se ha visto reflejado en un aumento en las liquidaciones de divisas de enero y febrero, que fueron inferiores a las del año anterior.

A este dato se suma otra cuestión que preocupa: 

-Según datos de Agritrend, hasta la fecha, con una producción de 53,8 millones de toneladas previstas de soja, se comercializaron tan solo 8,7 millones, con un 75% del total con precios abiertos.

-Como contrapartida, para esta misma fecha se habían vendido 11,1 millones y el 50% ya tenía precio fijado. Esto, claro, en un contexto en el que la Argentina tiene prácticamente un 50% más de cosecha que el año pasado.

Según Delphos Investment, a mediados de abril es cuando debería comenzar el período de liquidaciones de divisas estacionalmente fuerte, lo que debería incrementar la oferta de en el mercado cambiario. ¿Cuánto?

-Considerando los niveles históricos, podría esperarse una liquidación de divisas entre u$s650 millones y u$s1.600 millones superior a lo observado en febrero.

-Tal como sucedió en los primeros meses del año, es posible que el impacto de un mayor ingreso del sector agroexportador se vea mitigado por una menor disposición a liquidar dichos dólares.

Por eso, actualmente el Gobierno está atado de pies y manos para intervenir en el mercado cambiario en forma tradicional y eso potencia las subas, más aun en un contexto donde no hay oferta de billetes verdes.

En un seminario de Forbes, Ricardo Arriazu fue tajante con este dilema que desvela al mercado: "La dolarización de portafolios puede llevar el tipo de cambio a la banda superior. Es imposible frenar una corrida cambiaria solo subiendo tasa de interés". Para Arriazu, es la idea de un "talibán flotador" que no entiende las características del bimonetarismo argentino y derivó en un sistema anclado por el esquema de bandas. "Este es el peor adefesio que vi en mi vida", disparó.

La calma del mercado cambiario es clave para el desempeño de los activos locales y en el mercado saben que hasta que llegue la oferta de dólares del Tesoro y el campo hacia mediados de abril, se mantendrá cierta volatilidad.

Si bien el tipo de cambio se posiciona cerca de la banda inferior, la volatilidad de los movimientos intradiarios continúa siendo elevada y, en consecuencia, un dato a monitorear.

"La mayor demanda de minoristas es otro factor a seguir de cerca. Particularmente al considerar que de la calma cambiaria depende la reelección de Cambiemos, la desaceleración inflacionaria y, en consecuencia, el desempeño del resto de los activos locales", afirma Delphos.

De todas formas, el Central pareciera estar dispuesto a que la política monetaria sea tan dura como sea necesario para contener el mercado cambiario hasta que aumente la oferta de divisas.

¿Hasta dónde llegarán las tasas? Nadie sabe. Por lo pronto, si todo sale como pareciera, la apertura del jueves debería ser mucho más descomprimida teniendo en cuenta que el "fantasma" de la Fed se disipó.

De hecho las monedas de las región que venían expectantes treparon fuertemente tras la noticia. El peso local ni se enteró porque el mercado cierra a las 15, prácticamente al mismo momento que salía la noticia desde Washington.

Pero la reacción de los activos argentinos fue positiva y eso presagia para hoy una buena jornada financiera. La Bolsa subió 1,08% con papeles líderes que ganaron aún más: Petrobras Brasil (2,58%), Grupo Financiero Galicia (1,20%) e YPF (2,51%) negociaron casi el 50% del volumen total en renta variable.

Según Grupo SBS, los bonos en dólares arrancaron ofrecidos pero luego de la decisión de la Fed apareció la demanda, subiendo 25 centavos punta a punta con respecto al día anterior.

De los títulos en pesos sigue viva la demanda de los que pagan por inflación (o sea los bonos con CER). En ese sentido, las Lecaps siguen operando en tasas promedio de 44-45%, mientras las subastas de Leliqs que efectúa el BCRA arrojaron una tasa promedio de 64,8%.

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