Miami quiere tener su propia bolsa antes de fin de año
El plan de una bolsa propia data de 2011 pero finalmente ha comenzado a avanzar. Miami International Holdings, un jugador que ya está en el mercado de opciones, podría lanzar MIAX Equities Exchange a fines de este año. Al menos, todos los papeles para su aprobación ya fueron presentados ante los reguladores, según The Wall Street Journal.
Así, Miami busca competir con las "tres grandes" del mundo de las acciones: la dueña del NYSE, Intercontinental Exchange, Nasdaq y Cboe Global Markets.
En un momento en que abundan las quejas de los corredores por las crecientes comisiones de estos grandes monstruos, aumentan los aspirantes a sumarse al negocio y generar competencia. Sin ir más lejos, si prosperaran todos los proyectos que hoy están en marcha, Estados Unidos terminaría con 16 bolsas.
A mediados de febrero, las "tres grandes" incluso realizaron acciones legales en la corte federal contra la SEC, el regulador del mercado estadounidense, en una batalla judicial que no tiene precedente, justamente para frenar una iniciativa del organismo que busca acotar las comisiones que se cobran por negociar.
Es en este contexto que también en enero de este año, un grupo de entidades financieras entre las que están Morgan Stanley y Fidelity Investment lanzaron su proyecto de una bolsa "low-cost": Members Exchange o MEMX. El espíritu es el mismo: ofrecer menores costos y desafiar la hegemonía de las grandes bolsas.
Un grupo de bancos en Europa intentó una movida similar bajo el nombre de Turquoise para negociar acciones de distintos países pero terminó siendo adquirida por la London Stock Exchange, según afirma El Financiero.
Hasta en Sillicon Valley tienen su propio proyecto de bolsa, impulsada por un grupo de emprendedores que incluso ya hicieron el trámite ante la SEC para su autorización a fines del año pasado. Se llamaría LTSE o Long Term Stock Exchange ya que sería un mercado inspirado en la idea de apuestas de largo aliento que liberaría a las empresas que deciden salir a cotizar de la tiranía de cumplir todo el tiempo con expectativas de resultados de corto plazo.