Tres razones por las que Guido Sandleris cree que la inflación bajará en forma sostenida
El presidente del Banco Central, Guido Sandleris, participó esta mañana en un evento de la Fundación Libertad. Allí dio un discurso sobre la perspectiva que tiene el banco para combatir la inflación y se mostró optimista con el futuro.
Sandleris destacó que en los últimos tres años, el Gobierno avanzó en la corrección de los atajos de corto plazo que se habían usado para contener la inflación como en la reducción del déficit fiscal.
"No digo que se haya hecho a la velocidad adecuada ni con la mejor coordinación posible. De hecho, no creo que haya sido así. Pero estoy convencido que logramos construir bases sólidas para empezar a bajar la inflación de manera sostenida", resaltó el funcionario.
Para el número uno del BCRA, el tipo de cambio real hoy se encuentra 59% por encima del nivel que tenía antes de la salida del cepo. Y el déficit de cuenta corriente del cuarto trimestre (desestacionalizado y anualizado) fue de 1,2% del PBI, 3,8 puntos más bajo que en 2017.
"El atraso tarifario, que como dijimos, fue un instrumento muy utilizado hasta 2015, está ya corregido en su mayor parte. Ya se ha hecho la mayor parte del esfuerzo que implica sincerar las tarifas", agregó.
"Lógicamente, si atrasar el tipo de cambio y las tarifas tiene efectos de corto plazo en contener a la inflación, sincerar estos precios genera alzas transitorias de la misma. Pero estas correcciones son necesarias para bajar la inflación de forma permanente", afirmó.
En el aspecto fiscal, según la exposición del banquero central, el déficit primario se redujo de cerca de 5% en 2015 a 2,4% del PIB en 2018. Y no habrá déficit primario en 2019.
"En resumen, hemos corregido casi en su totalidad los tres desequilibrios macroeconómicos que arrastraba la economía: el atraso cambiario, el tarifario y el déficit fiscal. Esto nos ubica, como les decía, ante la posibilidad de bajar la inflación de manera sostenida", dijo confiado Sandleris.
Por otro lado, afirmó que resulta clave mantener la disciplina monetaria. "Los desequilibrios que han impedido bajar la inflación de manera sostenida en el pasado están resueltos o próximos a resolverse. Ya estamos implementando una política monetaria tendiente a reducir la inflación", avisó.
Además señaló que el esquema monetario es estricto que se está implementando con mucha cautela. "Esto es lo necesario para que baje la inflación. Sabemos que los datos de enero en este sentido no fueron buenos y todavía quedan algunos meses con correcciones tarifarias importantes", sinceró.
"Ahora debemos ser perseverantes, sabiendo que los resultados no son inmediatos, pero sin dudas llegan. Lo demuestran los casos de países cercanos al nuestro que ya se han acostumbrado a vivir con inflaciones de un dígito. No hay ninguna razón por la que no podamos lograrlo", concluyó Sandleris.
Inflación "muy elevada"
Sandleris admitió que la inflación de enero fue "muy elevada", mientras pronosticó que en febrero también reflejará un alto nivel.
"La Argentina tiene una inflación mucho más alta que la de casi todos los países de la región", remarcó el funcionario, quien señaló: "No hemos llegado hasta acá de la forma planeada. El camino fue más arduo de lo que imaginábamos".
En ese sentido, reconoció: "Más allá de factores puntuales que ayudan a explicarla, la inflación de enero, de 2,9% mensual, fue muy elevada, y lo más probable es que el dato de febrero también lo sea".
"Soy consciente del sufrimiento que la inflación le causa a nuestros ciudadanos, especialmente a los más vulnerables, y es por ello que bajarla es el objetivo principal de este Banco Central", afirmó en el encuentro de la Fundación Libertad.
Según sostuvo, "se intentó" resolver esa problemática "atrasando el tipo de cambio", lo cual estimó que sólo "puede ser efectiva en el corto plazo".
"Tanto los productos importados como los que se exportan se vuelven más baratos, se contienen las expectativas de inflación y los resultados aparecen", destacó.
Sin embargo, aclaró: "El problema es que, mientras tanto, se genera un desequilibrio del sector externo, que se sostiene mientras el resto del mundo está dispuesto a financiarnos, pero que termina en una depreciación y una suba de la inflación una vez que este financiamiento se corta".