El mundo en vilo por la decisión de la FED: bajo la presión de Trump, se revisan las tasas de interés
La Reserva Federal de los Estados Unidos comenzó el martes su última reunión de este año sobre política monetaria y todo indicaría que al término de la misma se anunciaría una nueva suba de las tasas de interés.
El encuentro durará dos días, y para el miércoles, según su agenda, está prevista la divulgación de un comunicado acerca de la determinación del Banco Central estadounidense. Posteriormente, su titular, Jerome Powell, ofrecerá una rueda de prensa con el fin de comentar las decisiones de la entidad bajo su cargo desde inicios de febrero último.
Anticipándose a lo que pueda suceder, ayer el presidente estadounidense, Donald Trump, reiteró sus duras críticas al organismo monetario, que ya incrementó tres veces las tasas en lo que va del año.
A través de un tweet, el hombre fuerte de la Casa Blanca afirmó que “es increíble que con un dólar muy fuerte y prácticamente nada de inflación, el mundo exterior explotando a nuestro alrededor, París en llamas y China cayendo, la FED esté siquiera considerando otra alza a las tasas de interés”.
Cabe recordar que a principios de noviembre, la Reserva Federal mantuvo las tasas a un rango de 2 a 2,25%, después de los debates en un encuentro similar al que se inicia hoy.
En ese momento, el documento final sostuvo que “el mercado laboral ha continuado fortaleciéndose y la actividad económica ha estado aumentando a un ritmo sólido”.
El Directorio del organismo afirmó además que “existen pocos cambios con la inflación cerca de su objetivo del 2%, una caída del desempleo, y riesgos para el panorama económico que parecen estar 'más o menos equilibrados”.
Para los analistas la determinación de proceder a aumentar un cuarto de punto porcentual cada vez tiene como objetivo evitar que la economía se sobrecaliente y empuje la inflación a un nivel demasiado alto. Sin embargo, al mismo tiempo, ese incremento de las tasas repercute negativamente en el costo de financiación de empresas y familias y puede afectar la evolución del mercado bursátil.
Toda la presión sobre Powell
La fuerte y constante crítica que realiza Trump pone a la FED en una posición incómoda, que prácticamente no tiene mayores precedentes, ya que ahora no puede renunciar a subir de las tasas de interés, incluso aunque considere que es el camino correcto, porque entonces parecería que Trump los ha acorralado.
Así que ahora debe proceder con medidas de ajuste debido a las políticas de independencia propias de este tipo de Banco Central y, a pesar de que los datos económicos sugieren posiblemente una pausa, independientemente de cualquier promesa anterior.
Este dilema es en gran parte su propia culpa, porque su Directorio ha actuado todo el tiempo muy confiado en sus previsiones en cuanto a la suba gradual de las tasas. Pero ahora su posición es más bien incómoda, sobre todo a partir de que Powel ya dijo en sus últimas presentaciones públicas que bajo las actuales circunstancias las previsiones serían más inciertas.
A lo largo del tiempo las autoridades de la FED sostuvieron siempre que sus decisiones dependen de los datos, pero sin embargo, han mantenido sus planes originales independientemente de estos. De hecho, la inflación se ha mantenido obstinadamente baja pero las tasas han seguido subiendo como si los precios se hubieran disparado.
Así que ahora la atención se centra en la forma que se fijará el calendario futuro del Banco Central. En tal sentido, los analistas esperan que el gráfico de puntos en el que sus 17 miembros pronostican el rumbo de las tasas de interés indique que el ritmo de subas se hará más lento el año que viene, pasando de dos o tres a una o dos.
La forma en que se dará a conocer el resultado del encuentro es un misterio, pero para algunos analistas Powell debería tomar el ejemplo de su colega del BCE, Mario Draghi, quien consiguió dar con el mensaje adecuado al reconocer que si bien se está en presencia de una desaceleración del impulso económico, el Banco Central Europeo tiene la suficiente confianza en que el crecimiento se mantendrá, lo cual le da pie para seguir adelante con los ajustes.
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Los analistas consideran que Powell tendrá que apelar a un argumento parecido para sortear el desafío que deberá superar al fin de la reunión.
Sin embargo, su tarea es más difícil porque la implementación de los ajustes monetarios de la FED va un poco más rápido. No sólo es que vayan a subir las tasas, sino que van a reducir el carácter acomodaticio de la política monetaria recortando su tenencia de bonos a una tasa de 50.000 millones de dólares al mes.
“Este doble golpe es demasiado”, sostiene el exgobernador de la FED, Kevin Warsh, en un artículo de opinión para el Wall Street Journal, en especial teniendo en cuenta el momento elegido, que es demasiado tarde bajo su punto de vista. “En este estado de avance del ciclo económico, elegir sólo uno de los dos sería mejor”, opina.
Powell ha dicho que la FED seguirá reduciendo sus tenencias de bonos hasta que su balance llegue a aproximadamente 2,5 billones de dólares, frente a los actuales 4,14 billones de dólares. Pero los analistas ahora pronostican que la FED detendrá este proceso en torno a los 3,8 billones de dólares, a mediados o finales de 2019.
Así que Powell está obligado a tratar de convencer a los analistas e inversores sobre el camino que se decidió seguir cuando tome la palabra este miércoles para ofrecer su rueda de prensa. Tendrá que fortalecer la idea acerca de la conveniencia de subir las tasas de interés a pesar de las críticas de Trump, aun reconociendo una desaceleración de la economía pero expresando su confianza en ella, y restar importancia a las previsiones pero ofrecer otras sobre el ritmo de las subas de las tasas de interés.
Como si fuera poco, también se le exige, aunque sea a la distancia que trate de infundir cierta tranquilidad en cuanto a la expansión cuantitativa, aunque esto está en duda para los analistas.
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La situación económica
Todo ello en un contexto en el que la economía estadounidense continúa en un nivel cercano al pleno empleo, con una tasa de desempleo del 3.7%. Pero la creación de nuevos puestos de trabajo en noviembre alcanzó las 155.000 posiciones y quedó por debajo de las expectativas de los analistas, que pronosticaban 190.000.
En tanto, los salarios aumentaron de media un 0.2% en noviembre, hasta situarse en un promedio de u$s27.35 la hora.
En los últimos doce meses, los salarios se han incrementado en un 3.1% en promedio y se espera que sigan subiendo debido al impulso que mantiene el mercado laboral. Este incremento supera por segundo mes consecutivo el alza interanual del 3% por lo que se ubica en los niveles más altos desde 2009.
“Este es el tipo de informe laboral que permite calmar un poco a la Reserva FEDeral. No estamos justo al borde del sobrecalentamiento y también mantener el discurso de un sólido crecimiento en la creación de empleo que, de continuar, seguirá impulsando a la baja el desempleo”, indicó Justin Wolfers, profesor de Economía de la Universidad de Michigan.