¿Qué empresa "peso pesado" del mundo acumula 86% de caída en el precio de su acción?
El pasado mes de junio General Electric abandonaba el Dow Jones después de más de 100 años formando parte del selectivo estadounidense. Por aquel entonces los títulos de la eléctrica se movían en la zona de los 13 dólares y parecía que era difícil que las cosas fueran a peor.
Sin embargo, el mercado apenas ha tardado cinco meses en demostrar que esta suposición era incorrecta. Desde su salida del índice industrial la compañía se desploma un 34% y el último golpe encajado por la compañía vino de JP Morgan, que afirmó que las acciones todavía no reflejaban la situación de la empresa a pesar de sufrir una caída del 74% desde mayo de 2016.
Este solo ha sido el último golpe a la compañía, que cotiza cerca de los mínimos de 2009. En el arranque del milenio la utility se situaba como la empresa con mayor valor bursátil del mundo, rozando los u$s600.000 millones de capitalización. Ahora esta cifra se ha reducido hasta situarse por debajo de los u$s75.000 millones, frente a los más de u$s300.000 millones que valía hace solo dos años y medio. Así las cosas, desde sus máximos históricos las acciones de la firman caen un 86%.
Jack Welch fue el hombre que catapultó a General Electric a lo más alto. En sus dos décadas como consejero delegado de la empresa el valor de la misma pasó de los u$s13.000 millones a más de 400.000 millones de dólares. Un camino muy distinto al que ha seguido desde su salida de la eléctrica.
Según datos de Bloomberg, aquel que comprase las acciones de la compañía el 7 de septiembre de 2001, el día en el que fue reemplazado por Jeff Immelt como consejero delegado y presidente, habrá sufrido pérdidas del 63% incluyendo los dividendos. Esta cifra contrasta aún más con el rendimiento del S&P 500 desde entonces: sube un 260% en el mismo periodo. Tras casi 16 años al frente de la compañía Jeff Immelt fue sustituido en agosto de 2017 por John Flannery que acaba de ser reemplazado por Lawrence Culp. Pero ¿cuáles son los problemas que afronta el nuevo consejero delegado?1.- El elevado endeudamiento. De acuerdo con los datos de FactSet, la compañía acumula una deuda neta que roza los 100.000 millones de dólares. La multinacional se había fijado como objetivo alcanzar una ratio de deuda/ebitda de 2,5 veces en 2020. Sin embargo, con la llegada de Lawrence Culp el 1 de octubre, este objetivo parece alejarse. "Las prioridades financieras de Culp incluyen un rating de A -actualmente tiene un A2 en Moody's y un BBB+ en S&P- y, en algún momento, reducir su ratio deuda/ebitda por debajo de 2,5 veces. Sin embargo, hemos visto que la dirección no espera alcanzar esto en 2020. Así, el ritmo de desendeudamiento parece haberse ralentizado", explican desde RBC Capital Markets. 2.- Recortes del dividendo. Una de las medidas tomadas por el nuevo consejero delegado es recortar, otra vez, el dividendo de la compañía. En concreto, repartirá 4 centavos por acción en 2019, frente a los 48 centavos actuales. Esto supone una rentabilidad casi anecdótica del 0,5% y los expertos creen que no ha cancelado el dividendo completamente para poder estar en el universo de aquellos fondos que solo pueden adquirir títulos que reparten dividendos.
"Este recorte permite a la compañía protegerse de las ventas forzosas que supondría una suspensión del dividendo, al tiempo que le permite ahorrar en torno a 3.900 millones de dólares de caja anuales", apuntan desde RBC Capital Markets. Ya en 2017 la compañía había reducido su dividendo a la mitad, pero parece que ese movimiento no fue suficiente.3.- Investigación del regulador. Eso sí, los problemas de la compañía no solo se reducen a un elevado endeudamiento o al recorte del dividendo para intentar embridar el mismo. General Electric advirtió en enero que el regulador estadounidense (SEC) estaba estudiando las cuentas de su división energética y un porfolio asegurador que provocaron un cargo de 6.200 millones de dólares. Ahora, la compañía ha reconocido que la SEC ha ampliado su investigación al cargo extraordinario de 22.000 millones de dólares por su división de energía. 4.- Un negocio débil. Así las cosas, los resultados de General Electric en el último trimestre fueron mucho más débiles de lo esperado. El beneficio por acción ajustado se situó en 0,14 dólares, un 30% por debajo de las estimaciones de los analistas mientras la facturación retrocedía un 4%. Asimismo, sin ajustar los resultados, la empresa sufrió perdidas de 2,63 dólares por título.
Según explican los analistas, el único negocio que realmente está logrando sostener los resultados de la compañía es el de aviación, mientras las unidades de energía, renovables y petróleo y gas no logran remontar el vuelo. "Se ven las mismas dinámicas que en anteriores trimestres. Esto incluye resultados en energía y renovables sustancialmente por debajo de las expectativas y un buen resultado de Aviación. Sin un guidance, es difícil juzgar la sostenibilidad de cada división. El negocio energético está mal y no está tan cerca de ser salvable como piensan los alcistas y no creemos que la aviación pueda sostener este tipo de resultados", apuntan en JP Morgan.