Santander hace acopio: más de un tercio de sus 163.000 millones de deuda es anticrisis
Los reguladores españoles lo pidieron y Santander se ha puesto a ello. La normativa postcrisis financiera mundial obliga a los bancos a amasar ingentes colchones de deuda con capacidad de absorber pérdidas en caso de tropiezo, de forma que sean estas emisiones, y no el contribuyente, quienes paguen la factura de una hipotética caída. Santander ha transformado su balance para cumplir al pie de la letra: más de un tercio de toda su deuda cumple las nuevas condiciones.
Es lo que se llama el colchón anticrisis y lo forman los bonos contingentes convertibles (CoCos), la deuda subordinada y los bonos sénior no preferentes. Sobre todo estos últimos son los que han disparado el escudo que está amasando Santander para adecuarse a la regulación.
Lo dicen las últimas cifras divulgadas por el banco cántabro en una presentación a analistas. En estos momentos, la entidad cuenta con 30.400 millones de euros en deuda sénior no preferente, lo que supone el 19% del total de su pasivo. Si se suman los 13.400 millones que tienen en deuda subordinada y los 11.600 millones en CoCos o similares, el porcentaje alcanza el 34% del total.
Y eso a pesar de que Santander tiene un pasivo milmillonario. La firma presidida por Ana Botín debe a sus acreedores del mercado de deuda cotizada 162.600 millones de euros, sobre todo a través de las filiales española y británica, y sin contar las titulizaciones.
La mayoría está emitida en forma de deuda sénior, la más tradicional que han usado los bancos en la historia reciente, que roza los 64.000 millones. Pero también las cédulas hipotecarias tienen un hueco significativo. A pesar de que hace tiempo que han dejado de ser el instrumento de pasivo favorito de los bancos, Santander tiene 43.300 millones en su balance, el 27% de su deuda total.
Con estos números, Santander es el banco español con más pasivo, a mucha distancia del resto. La cuantía casi triplica la del otro gran banco español: BBVA. La entidad vasca cuenta con 57.734 millones de euros de deuda cotizada, según sus últimas cifras.
Eso hace que el endeudamiento conjunto de los dos líderes españoles sobrepase los 220.300 millones de euros, cada uno de ellos con una fecha marcada en el calendario para su vencimiento.
Pese al volumen, la gestión que están haciendo las entidades de su deuda ha conseguido que la mayoría de los vencimientos se concentren más allá de 2021. Sin embargo, eso no impide que hasta esa fecha tengan que afrontar el repago de casi 90.000 millones entre ambos bancos.
Otra vez, Santander acumula la mayor parte de ellos. Suyos son 65.000 millones. Para este año le quedan 5.900 millones en deuda que vence, lo que supone un recorte sustancial con respecto a los casi 19.000 millones con que empezó el ejercicio. El año que viene tiene vencimientos de 17.500 millones, que se elevan a 26.000 millones en 2020.Las cuentas de BBVA son más reducidas. Para 2018 ha hecho ya casi todo el trabajo de refinanciación y le restan menos de 1.900 millones en vencimientos. En 2019 la suma asciende a 7.200 millones, que serán menos de 7.000 millones en 2020, según los datos de la entidad.
Pese a estas cifras, los dos bancos consideran que sus vencimientos de deuda son manejables. Al menos, si no hay un susto en los mercados que provoque la espantada de los inversores y que deje a las entidades sin posibilidad de emitir para refinanciar la deuda que madura.
Solo en el primer semestre de 2018 Santander emitió 23.000 millones de euros a través de sus filiales y eso implica que ha logrado en medio año más de lo que necesita para la totalidad de los vencimientos de 2019, por ejemplo.
La filial española no ha sido esta vez la principal emisora. Entre enero y junio ha vendido 7.900 millones en deuda, pero esta cifra ha quedado por debajo de Santander UK, la participada de Reino Unido, que ha llegado a los 8.200 millones.